lDolavon ya tiene el proyecto para su nueva municipalidad: los mendocinos Manuel Montaruli, Sergio Morón y Carlos Boetto son los arquitectos ganadores del concurso nacional de anteproyectos para esa localidad chubutense.
El concurso lo organizó María Cristina de la Silva por la Sociedad de Arquitectos del Noroeste del Chubut, que junto a la Federación Argentina de Arquitectos, llamaron a profesionales de todo el país a pensar el futuro de la nueva sede municipal y el desarrollo de una zonificación para la plaza central y el futuro centro cívico. Los jurados fueron Juan Manuel Borthagaray por Dolavon, Cristina Cartazo por el SANECH, Roberto Frangella por los participantes y Guillermo Mendoza por FADEA. Los proyectos se exhiben en el antiguo molino del pueblo.
Dolavon es una localidad que aún conserva una doble tradición típica de los pueblos chubutenses. Por un lado la presencia mapuche y por el otro las tradiciones que introdujeron los colonos galeses que llegaron a partir de 1865 en el velero Mimosa, para asentarse en el valle del Chubut. Esta semana, en Dolavon festejaron los ochenta y cuatro años de vida, y el intendente Juan Martín Borthagaray recibió con entusiasmo el anteproyecto de los mendocinos.
El proyecto ganador se ubicará en un lote extremadamente justo para el programa solicitado. A pesar de esa dificultad, el proyecto tiene la virtud de resolver el edificio de una manera eficaz. Organizando un acceso que mira hacia el juzgado de paz existente, la nueva sede municipal fue resuelta teniendo en cuenta la flexibilidad de usos solicitada y con un planteo de crecimiento que no alterará su volumetría. Se prevé la ampliación de metros cuadrados en el segundo nivel, a costa de la pérdida de parte de la doble altura. Fácil de materializar en el futuro.
El terreno linda con un canal que atraviesa el pueblo y está implantado justo frente al futuro parque. El planteo de los mendocinos radica en un núcleo duro longitudinal al canal que le sirve de respaldo al espacio en doble altura.
El edificio tiene el mérito de ser sencillo y eficaz, una tira de servicios contra el canal y un espacio único en doble altura para los puestos de trabajo. La oficina del Intendente está en un entrepiso sobre el área de trabajo. El edificio de quinientos metros cuadrados de superficie será un icono de modernidad en el pueblo. Materializado con hormigón y vidrio se inserta en la franja de terreno que separa el canal con las dos hectáreas vacías que enfrenta.
Dolavon también tendrá un parque temático agrícola y un paseo arbolado. Esto, en una zona patagónica con un clima continental seco de gran amplitud térmica entre estaciones. Los inviernos en Dolavon son crudos, con temperaturas bajo cero, los veranos llegan a los 35 grados. La lluvia es siempre escasa, el viento es constante. Por eso, la idea de un parque es fundamental para organizar un sector del pueblo que aún no tiene una clara función. Además se prevé en el anteproyecto un auditorio, sectores para actividades al aire libre, mesas de ajedrez, canchas de bochas y tejo.
Los 38 trabajos enviados al concurso se exhiben en el antiguo molino, hoy museo local. Es la primera vez que llega a Dolavon una muestra de arquitectura. En la muestra se ven el segundo premio, de los arquitectos Matías Gigli y Alejandro Stöberl, y el tercero, de Oscar Sánchez y Javier Cantallops.
En tiempos en que es común la organización de concursos provinciales y peor aún de contrataciones directas de entes estatales a profesionales, es digno de valorar el esfuerzo y el ejemplo del SANECH en llamar a un concurso nacional para esta sede municipal.