La peregrina idea del macrismo en funciones de hacerle juicio a Basta de Demoler ya está empezando a trascender al mundo. En el PRO suelen tener dificultades en entender ciertas cosas de la política, como que no se les hace juicio a ONG dedicadas al bien público, a menos que uno quiera quedar en compañía de Putin o el politburó chino. Esta suerte de ley –si es el Estado vs. un grupo ciudadano, el Estado es siempre culpable– se quiebra a riesgo y costo político propio. A fines de septiembre, el periódico británico The Observer le dedicó una página completa al juicio de Sbase a Basta de Demoler, y de paso le propinó un palo a la “pobreza” del sistema de protección del patrimonio edificado.

La nota de Uki Goñi, autor de La Auténtica Odessa, explica con brevedad la razón por la cual una ciudad sudamericana llegó al nivel de gloria arquitectónica de Buenos Aires y pasa rápidamente a la lucha que significa conservar esa gloria. Contando el caso de Sbase vs. BdD, Goñi resalta el descubrimiento del amparo como recurso para parar las topadoras y el enorme fastidio que resultaron los vecinos para los especuladores y sus amigos en el gobierno porteño. Los funcionarios que aceptaron hablar para la nota son Julio Conte Grand y Horacio Rodríguez Larreta, y ambos hablan, curiosamente, como abogados. Si en el primer caso se justifica, en el segundo se muestra la falta de peso de la demanda. Rodríguez Larreta, para más, le dice a Goñi que el macrismo es cuidadoso con el patrimonio y cita como ejemplos la restauración del Colón y la Usina de las Artes. Es curioso: elige dos trabajos empezados antes de que Mauricio Macri fuera elegido...