Sáb 18.10.2014
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Identidad y madera

La sexta edición de la Feria Internacional del Mueble y la Madera de Formosa sumó salón, concurso y taller de transferencia de diseño a artesanos wichí.

› Por Luján Cambariere

La sexta edición de la Feria Internacional del Mueble y la Madera de este fin de semana en Formosa coincidió con la celebración de sus diez años. Teniendo en cuenta la poca continuidad de los eventos relacionados de uno u otro modo con el diseño, eso ya es motivo para celebrar. Así, la iniciativa que tiene como eje a la foresto-industria y la madera amplió sus participantes (450 empresas expositoras en un predio de 20 mil metros cuadrados), rondas de negocios y seminarios. Como desde el inicio, estuvo a cargo la diseñadora industrial Alejandra Rumich, impulsora del área diseño con el apoyo de Guillermo Arévalo, gerente general de la Agencia Empresarial de Formosa. El ahora nutrido salón y concurso fue creciendo año a año incorporando nuevas categorías, de muebles y objetos a juguetes, y temas. Este año, decidieron centrarse en la identidad.

Es que por primera vez la feria decidió sumar un taller de transferencia de diseño en uno de sus materiales más representativos, el palo santo, por sus protagonistas artesanos de comunidades wichí. Fue para que estuvieran presentes en la feria con sus piezas originales de artesanía tradicional, pero sumando una visión más contemporánea desde el aporte y diálogo con profesionales del diseño, a través de la creación de piezas de joyería y pequeños objetos.

Salón & concurso

Uno de los máximos atractivos de la feria son los concursos de Diseño de Muebles y de Juguetes. Esta nueva edición, que llevó por nombre “10 Años Redescubriendo lo Nuestro”, tuvo una gran convocatoria en todo el país, en la que se pudieron apreciar proyectos que pusieron en valor las particularidades que hacen a la identidad de la región a la que pertenecen, o a la del país en su totalidad, dando así un marco federal al concurso.

Se presentaron más de 55 trabajos en Mueble y 26 en el concurso de Juguetes, creados por estudios y profesionales independientes vinculados con el diseño, y estudiantes de carreras afines de todo el país.

El ganador del primer premio del concurso del mueble fue para Palma, de Adrián Prieto Piragine, de Resistencia, Chaco. Es una consola que innova en el frente de un modo muy original, utilizando tecnología CNC al servicio de recrear diseños artesanales y aplicarlos a la madera. “Nuestro producto busca resaltar la cultura e identidad regional, explotando la belleza natural de la gran diversidad de especies forestales valiosas, como el quebracho, lapacho, urunday, vinal, algarrobo, espina corona, guayacán, y las técnicas ancestrales de los pueblos originarios qom. Confluyen en esta línea de muebles distintos materiales y técnicas, como por ejemplo las patas delanteras (piezas partes de sillas, taburetes y mesas reutilizadas) realizadas en maderas nativas procedentes de desechos de aserraderos y carpinterías, trabajadas con la técnica tradicional de la tornería. El frente (puertas o cajones) está materializado a través de un detalle de tejido regional en palma (técnicas artesanales de los pueblos originarios, como la cestería qom), a través de tecnología CNC/CADCAM DXF en la madera, recreando la textura correspondiente. Creemos que eso logra una configuración única y original, combinando lo tradicional con lo regional y lo novedoso (evolución tecnológica y compositiva”, detallan).

Hubo tres menciones especiales. Una fue para la Silla Eme de los cordobeses Agustín Barrionuevo y Marcela Coparide, en metal y madera, focalizada en dar una nueva opción para la resolución del asiento. “La innovación en esta silla se encuentra en el proceso productivo del casco de madera, que a partir de una placa estándar de madera maciza de pino elliotis compensado de 3000mm x 600mm x 28mm y un routercnc nos permite obtener la misma pieza repetida con la forma de su silueta, aprovechando el material con un mínimo desperdicio. Esta técnica permite moldear su forma y trabajar diferentes espesores en su recorrido, como poder intervenir en algunas de sus piezas en forma puntual. En una de ellas se hace un fresado central para poder alojar un imán de neodimio, que fija y hace de tope de ambas patas metálicas. Luego de obtener las costillas, se procede al armado, encolado y prensado del casco, para finalmente lijarlo (en lijadora de banda industrial). Su terminación es con laca poliuretánica”, señalan.

La segunda mención fue para la luminaria Lam’Kom, del chaqueño Adrián Prieto Piragine, que a través de una operación muy simple rescata la artesanía propia de la región, para dar vida a una luminaria. “Intento promover la construcción de objetos con una mirada contemporánea de la artesanía y el diseño, utilizando la gran diversidad de especies forestales valiosas combinadas con cestos y canastos hechos con hojas de palma trenzadas, realizadas con destreza por las mujeres a partir de técnicas ancestrales del tejido de cestería qom”, explica.

La tercera mención fue para el sillón Capone, de un cuerpo con sólo tres patas como puntos de apoyo, en madera de guayubira y asiento y respaldo de cuero. Es de Enrique Colombo y Nicolás Schiaratura, de Tandil.

Juguetes

Tres diseñadores industriales de Buenos Aires –Daniel Callegari, Diego Martín y Germán Sbrascini– se alzaron con el primer premio del concurso de juguetes con su dominó táctil inclusivo, para niños no videntes o con visión reducida, y para aquellos que quieran jugar con el sentido del tacto. Las fichas tienen bordes con formas que pueden ser reconocidas al tocarlas, y así identificar las opciones de empalme. “La madera maciza es una materia prima ideal para este uso, ya que por el tacto se puede apreciar la textura, las ondulaciones de la veta, las imperfecciones. El otro sentido que interviene es el olfato, que permite reconocer el aroma de la especie utilizada y también los procesos de terminación superficial. El juego está compuesto por fichas, bandejas que portan las fichas y un estuche conteniendo las bandejas. Cada uno de los componentes interviene en forma directa de la secuencia de juego. Ya que ese necesario, en cada momento y durante todo el juego, su ubicación y orientación. El juego cuenta, además, con antifaces para los usuarios que pueden ver”, adelantan.

Una de las menciones especiales fue para Florafauna, de los estudiantes de Diseño industrial cordobeses María Paz Marcone Coll y Ezequiel Montes, con una síntesis genial de diversos animales del Gran Chaco Americano realizados en tala, palo santo, ceibo, guayaibí, guayacán y visco. La realización se hace por procesos de manufactura mecánicos simples que se trabajan en ebanistería como corte, desbaste, laminado, limado, encastres, encolado, ensamblado, lijado. Otra mención fue para el juego “En capilla”, del diseñador cordobés Ernesto G. Torriano, ganador de otras ediciones del concurso con su mobiliario. Esta vez, Torriano presentó un precioso juego de puntería y acople en dos sentidos, que tiene por objetivo hacer centro con anillos en sus salientes –árboles y torres– sin derribarlos. “Surge de simplificar formalmente rasgos típicos de la sierra cordobesa, y refiere lejanamente a tradicionales latinoamericanos como la herradura o el sapo con una intención de objeto-presente para una difusión turística local”, remata Torriano.

Nuevos escenarios

Sabiendo del virtuosismo de sus manos artesanas, absolutamente único en el trabajo de la madera de palo santo, la organización a través de nuevo de Rumich, gran impulsora en la región de estas acciones, auspició en la feria la propuesta de un taller de transferencia de diseño a artesanos de comunidades. Sumando a alumnos de escuelas técnicas, otro fuerte de la región. El objetivo fue desarrollar una colección de accesorios y objetos en pequeños formatos, una alternativa productiva y comercial a su artesanía de tradición, pero sobre todo generar nuevos diálogos entre actores tan complementarios con vistas a nuevas miradas que sumen a ambos. Así, en lo concerniente al diseño, el taller estuvo coordinado por los diseñadores Francisca Kweitel y Cristian Mohaded (con el apoyo de la DI Cecilia Romea y la arquitecta Marcela Lepore) y por participantes que dieron cátedra en el manejo de la madera (corte, tipos, los más delicados lijados y obviamente manejo sustentable, ya que ellos sólo recogen la madera del monte una vez seca), con herramientas hechas, en la mayoría de los casos, con lo que tienen a mano. Palo Santo, Aroma Sagrado, buscó nuevas tipologías que acercaran la perfumada madera al tacto y olfato. Así surgieron todo tipo de collares, broches, anillos y pequeños objetos, como percheros, floreros o candelabros.

Una iniciativa de diseño social que se propone ir por más (éste cuentan que fue sólo el puntapié inicial de un vínculo que se construye paso a paso) y tiene como objetivo encontrarle nuevos formatos y mercados a este exquisito material de la región con el acervo de la mano de obra local y una mirada contemporánea.

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