Cien Volando, la original colección del estudio marplatense Nivel Más, formado por las diseñadoras industriales Clara Salthú, Josefina Andrello y Mercedes Ara.
› Por Luján Cambariere
En Mar del Plata el diseño tiene buenos exponentes e iniciativas que se meten en el corazón de sus industrias más emblemáticas, como la pesca, lo textil y el agro. Allá, un trío de noveles diseñadoras industriales se las trae. Integrado por Josefina Andrello, Mercedes Ara y Clara Salthú, vienen ocupándose desde 2010 de generar su propio trabajo. Primero brindando servicio de diseño a medida para empresas, desarrollando mobiliario y, recientemente, incorporando su primera marca de objetos de producción en serie. Cien Volando, una familia que incluye un reloj de pared, una luminaria y un portarrecuerdos, como ellas lo llaman. Piezas originales con la tecnología y materiales al alcance, que alegran el cotidiano.
–Siendo estudiantes nos presentamos al concurso latinoamericano de Masisa 2007 en el que había que diseñar un mueble social. Ahí quedamos seleccionadas y obtuvimos la medalla de plata a nivel nacional. Eso nos entusiasmó y animó a constituirnos como equipo de trabajo. Como la experiencia en muebles había sido buena, nos perfilamos por ese lado. En un principio diseñábamos en nuestras casas y, una vez egresadas, tuvimos la posibilidad de tener un espacio físico, Nivel MAS Estudio. Aquí podíamos recibir clientes y pensar en producir objetos de diseño. Con el tiempo fue creciendo la cartera de clientes, diseñando muebles a medida y decoración de interiores no sólo para particulares sino para espacios comerciales de la ciudad de Mar del Plata y la región. Realizamos el diseño y la coordinación de distintos equipos de trabajo según el caso. Intercalado con el servicio de diseño siempre tuvimos presente la idea de sumar al trabajo en el estudio, el diseño y producción de una línea de productos local. Explorando el tema del reciclado y el diseño sustentable, comenzamos con una serie de accesorios en papel pero resultaba muy artesanal, por lo que decidimos proyectar alguna línea de productos que tuviera un carácter más industrial y seriado.
–En esta búsqueda de una línea de productos, después de pensar cuáles eran los objetos cotidianos con los que uno se enfrenta día a día, surgió trabajar en un reloj. Siempre tuvimos la idea de algo que se saliera de los límites, que no se circunscribiera a un círculo o cuadrado como son tradicionalmente. Ahí pensamos en un objeto tridimensional y armable. Con estas premisas al momento de diseñar el packaging para la comercialización derivamos en una caja y fue ahí donde pensamos que el reloj sea la propia caja que lo contiene, eliminando así partes innecesarias y bajando notablemente los costos.
–La caja de cartón era lo que veníamos usando como embalaje de la primera idea del reloj, cuando decidimos que el contenedor fuera, a la vez, el contenido. Así decidimos también mantener la caja de cartón, nos parecía que generaba algo distinto del resto de los relojes existentes, además de sumar en cuanto a lo sustentable del objeto, en donde se tiene la menor cantidad de elementos posibles, no genera residuos y además lo hace reciclable. Esto marcó el espíritu de la marca, ya que es premisa en toda la línea partir de una caja de cartón, que se troquela y termina de armar el usuario para darle vida. Además que puede intervenir en la forma final al pegar los pajaritos troquelados de la manera que guste. El reloj fue el comienzo pero le siguieron una lámpara de pared y una reversión de un portarretratos al que llamamos portarrecuerdos, que mantienen estas premisas. Como proyecto, para el 2015 estamos trabajando en el desarrollo de un cuarto producto para Cien Volando y otra línea de productos, quizá bajo una marca distinta pero, como siempre, con el eje en el diseño.
–La ciudad poco a poco se va abriendo a nuevos espacios de diseño en todas las áreas (textil, indumentaria, industrial y gráfico) y las distintas redes sociales hacen que el trabajo local sea mucho más visible. Nosotras siempre trabajamos de manera independiente, diseñando también nuestro trabajo, el cómo y el qué, por lo que no estamos muy en tema de lo que pasa en relación de dependencia en el parque industrial o las fábricas locales. Sabemos que no es fácil y, si bien la ciudad es muy grande y crece día a día, todavía hay mucho por hacer y dar a conocer sobre el diseño. Si bien muchos de estos emprendimientos son de diseño y calidad, falta el desarrollo de la pata comercial y el impulso para las ventas. Hoy por hoy, por ejemplo, nuestros productos pueden encontrarse en tiendas de diseño de Mar del Plata y Capital y en el interior del país pueden acceder a través de Tienda Nube, así que de a poco se van sumando posibilidades (http://cienvolando.tiendanube.com/).
* Nivel Más Estudio: nivelmasestu [email protected]
www.facebook.com/pages/Cien Volando
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