Esta semana comenzaron a bajar los andamios en el salón más famoso de la Cámara de Diputados, que el PRIE restauró con particular rigor histórico.
› Por Sergio Kiernan
Esta semana empezaron a bajar los andamios en el Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados, el final de una restauración que superó por mucho el encargo. Este hall tan histórico que hasta tiene un nombre intrigante está reapareciendo como no se lo veía desde hacía décadas, con lo que se podrá descubrir una elegancia eduardiana ya olvidada. El salón resulta ser de lo mejorcito que tiene el palacio legislativo, lo que francamente es mucho decir.
La restauración del Congreso arrancó con la presidencia de Julián Domínguez en la Cámara baja. El bonaerense es el político de primer nivel con más interés por los temas patrimoniales, de lejos. Cuando recibió el encargo de ser ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca arrancó el arreglo histórico de Las Mellizas, la linda sede de la avenida Paseo Colón. Domínguez no quería la mano de pintura que suele llamarse “puesta en valor”, y se puso a entender de cateos, materiales originales y debates sobre falsos históricos, con asesores como Marcelo Magadán.
Después se mudó al Congreso y ahí hizo tres cosas fundamentales que hay que contar en desorden cronológico. Una fue comprar el petit hotel de Pozos y Rivadavia, al lado de la clínica oftalmológica, que ya está siendo reconstruido para ser la sede de los equipos de restauración de la casa. Otra fue sacar del cajón la nacionalización del Molino, que ya se está concretando. Y otra, en rigor la primera, fue crear un Plan Rector de Intervenciones Edilicias para restaurar el Congreso. Este PRIE sigue adelante y ya tiene el encargo formal de rescatar el Molino.
El trabajo del PRIE terminó siendo un ejemplo argentino de que se puede si se quiere, o sea si hay ganas políticas de impulsar un proyecto cultural. La imagen ruinosa de la sede legislativa nacional ya está cambiada, porque los espacios restaurados y rescatados ya son mayoría en Diputados. El recinto recuperó su gloria y una luminosidad perdida en los mármoles agrisados. El Salón de Acuerdos fue limpiado con técnicas pocas veces usadas en estos pagos. Y un batallón de algo más de cien restauradores, un número record, ya se formó reparando y rescatando metales, piedras, pinturas, mosaicos, textiles y muchos etcéteras. Las visitas al Congreso ya incluyen un nuevo museo en planta baja que permite ver de cerca las técnicas de restauración y recuperación que se usaron y usan.
Ahora le toca al Pasos Perdidos, que será reinaugurado el 30 de este mes, a tiempo para la jura de los nuevos diputados. Este salón/hall es, como su nombre lo indica, un lugar para caminar, esperar, conversar, ir y venir, y es también uno de los lugares favoritos de exhibiciones culturales de la casa. Lo que se puede ver hoy es cómo era originalmente, en particular en términos de luz: el salón parecía tener una veladura, en buena medida por la histórica mugre de sus vitrales en el techo. Como el PRIE tiene iniciativa propia, hizo una limpieza minuciosa de los vitrales del techo y los protegió, con lo que hoy se puede entender ese espacio mucho mejor, como un gran patio techado de la mejor manera posible, con una amable luz cenital.
También se recuperó la paleta original, después de minuciosos cateos en busca de colores de época. El salón estaba pintado en tres tonos, para que quede “lindo”, pero se descubrió que tenía apenas dos y mucho más apacibles y relajados de los que se usaban últimamente. También se hicieron limpiezas de las barandas del primer piso, que es una balconada sobre el salón, se recuperaron molduras, se repararon las hermosas maderas de las puertas y marcos, se limpió el piso y se rescataron todos los bronces de luminarias y cerrajes. Un trabajo agregado fue hacer una discreta canalización que permitió eliminar marañas de cables, un elemento que ama juntar polvo y telarañas. Por algo, el resultado final excedió en un 70 por ciento el encargo original.
Quien visite el salón y preste atención lo verá como más en foco, con sus líneas más definidas y claras. Ayuda y mucho que se restauraran las dos masivas pinturas que lo definen en sus extremos, el de los consituyentes de 1853 firmado por Antonio Alice y el de Roca inaugurando las sesiones de 1886, de Blanes. Estas pinturas cumplen una original función arquitectónica por sus masivos marcos sostenidos por verdaderos pilares, con lo que funcionan como portales al espacio interno.
En fin, una alegría para un ámbito histórico de altísimo valor. El PRIE es una de las cosas buenas que le pasaron a este país y un parámetro de cómo se trabaja. Que los cambios políticos lo mantengan...
Los andamios ya están creciendo, los trámites de la compra están avanzando, y el Molino está comenzando a crear una comunidad de gente interesada. El blog del Proyecto Molino, creado por el PRIE y la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos difunde papeles fundamentales del trámite y fotos de cómo está el maltratado edificio. Y también trata de reunir información y gente interesada en participar del rescate de esta pieza patrimonial particularmente popular.
Como ya se contó en este suplemento, aparecieron las fotos que no sólo muestran cómo eran las esculturas que ornaban la fachada en su inauguración, sino que sorprendieron al mostrar una crestería en los remates y unos leones alados en la cúpula que simplemente no se conocían. En estos días hicieron contacto muchas personas con historias personales, ofreciendo cuentos y hasta un video de casamiento. También una descendiente del mismo Francesco Gianotti, creador del edificio, que tiene planos originales, y una familia que trabajaba en la confitería y ofreció donarle al proyecto objetos guardados como recuerdo. Esos objetos y todos los que sigan apareciendo serán exhibidos en el Congreso hasta que se pueda inaugurar el museo del sitio en el edificio restaurado.
El 27 se estrena en televisión el documental de Gerardo Panero sobre Amancio Williams, el arquitecto argentino que tan poco construyó y tanta influencia tuvo. Llamado simplemente Amancio Williams, el largo fue nominado al Cóndor y al Sur, se ganó el premio Cine y Arquitectura del Cayc y el Parex Group, y fue presentada en muchos festivales internacionales. La película retoma la Casa del Puente, sus diseños, su relación con Le Corbusier y algunas de sus ideas sobre densidad urbana y recuperación de espacios verdes. Para ver un adelanto basta ir a www.youtube.com/watch?v=I1pnCOKLu40&list=UUKLK0aKARQiIlAsAMpFYrQQ.
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