A Diego Battista, alias Batti, lo conocimos en el auge del diseño de autor post crisis del 2001, por su celebrado sillón mecedor Placentero, en fibra de vidrio y cuero. Tiempo después publicamos otro desarrollo muy interesante de su autoría, en este caso junto a Darío Stanziano, la familia de luminarias Fractales con el textil como protagonista.

Autodidacta y relacionado al mundo de la música y el arte, el gen hacedor parece que le viene de su padre, fundador de la empresa Battista. Empezó en 1960 como carpintería y gracias a la visión de su papá, fallecido hace unos años, fue capitalizando los aportes del diseño para un crecimiento al que Batti hoy suma su propia visión y nuevos lanzamientos, como la novel línea de butacas Geisha. Además de la generación de espacio para otros colegas, algo que siempre se agradece por estos lares, como Federico Varone, a los que convida en el marco de un proyecto de galería de arte y diseño y posterior catálogo de productos de diseño de autor que funcionará dentro del espacio del showroom de Palermo.

-¿Cómo inicia tu papá la empresa?

-Comienza como una carpintería en 1960 y en 1970, con un local y una fábrica, inicia la marca dedicada en una mayor medida a muebles para la cocina. Desde ese momento hubo un crecimiento continuo hasta convertirse en una de las que lideran el sector.

-¿Cuándo empiezan a incorporar diseño?

-Fue la visión de mi papá de conocer qué estaba pasando en Europa, principalmente Italia y Alemania. Fue visitante de la Feria del Mueble de Milán desde inicios de los ochenta, trajo muchas ideas para después adaptarlas a las necesidades de nuestro país y eso marcó la gran diferencia con sus competidores. También ha diseñado productos complementarios como mesas y campanas extractoras que han tenido gran difusión por aquellos años.

-¿Y vos?

-Mi formación es autodidacta. Me dediqué a estudiar e investigar en diseño, arte y música, hice talleres, cursos, clínicas. Haber estado siempre a la par de la empresa desde chico me permitió incorporar muchos conocimientos sobre el diseño y desarrollo de productos. Yo desde los 15 años colaboré con diseño y nuevas ideas. En el 2000 formo parte de un equipo de diseño para publicidad con amigos, que en su mayoría son arquitectos, diseñadores industriales y gráficos y allí tuve otro gran momento de profesionalización e incorporación de nuevos conceptos. Lo que algunos años después volqué en Battista. En 2005 doy forma a un área de investigación y experimentación con ese equipo, se llamó Brion Experimental, con la idea de explotar el gran potencial de todos sin las limitaciones que imponen las marcas o el mercado. En ese contexto surge, entre muchos otros diseños, el sillón Placentero. Fue un buen resultado ya que reúne todo lo que esperábamos del proyecto. En 2006 inicio mi propio camino con el diseño, a veces convocando a otros amigos diseñadores, pero siempre con el mismo espíritu de búsqueda. Por unos años estuve dedicado a realizar un cambio cultural en Battista y aggiornarla con todo lo nuevo que estaba sucediendo. En 2010 fallece mi padre y a partir de ahí estoy a cargo de una gran parte de la empresa. En paralelo a estos últimos años estuve dedicándome a las artes visuales, con eje en la pintura.

-¿Tenés otros desarrollos?

-Tengo una gran cantidad de proyectos, algunos se han concretado y otros han quedado en etapas de experimentación, prototipos, renders. En 2.015 fui convocado para diseñar arquitectura y mobiliario de un estudio de grabación para Tweety González dentro de los estudios El Pie. En este momento estoy trabajando bastante en encontrar un punto de conexión entre el arte y el diseño, considero que allí hay un espacio no tan explorado y puede ser un buen punto de partido para producir nueva obra.

-Contame de estos nuevos proyectos.

-En Battista estamos ampliando la oferta de productos conservando los diferenciales de la marca. En el área de Complementos estamos diseñando objetos y mobiliario con la impronta de lo que me caracteriza como diseñador. Y lo próximo que quiero hacer es dar forma a una galería de arte y diseño dentro del showroom de Palermo.

-¿Geishas?

-Son lounge chairs con la versatilidad de poder incluirse en distintos ambientes. Y surgen en gran parte por captar en un producto de diseño muy simple, la mano de obra artesanal especializada de nuestros carpinteros y laqueadores.

-¿Qué esta preparando Federico Varone?

-Fede esta con varios proyectos, y uno de ellos se lanza en el marco de la galería, a mediados de septiembre. Lo principal que estará mostrando es el producto de una investigación con un sistema de puerta para muebles muy original, volcado en una cómoda/barra como excusa para aplicar el sistema. El producto se basa en una exploración del material que protege el contenido. Se trata de una especie de “piel” que cubre el cabinet, la cual crea diferentes contrastes entre la luz que la atraviesa y la sombra proyectada entre las piezas que la conforman. Cuando el usuario se mueve alrededor del perímetro podemos ver que la textura se modifica. Notamos que desde una perspectiva la textura nos permite ver el contenido a través del mueble, y al continuar el recorrido perimetral la textura se vuelve mas densa hasta cubrir completamente el cabinet. Este juego experimental entre lo que se ve y lo que no se ve , entre la luz y la sombra, entre los límites del interior y el exterior son el espíritu del producto.