Sobre el Paraná Guazú
› Por Matías Gigli
El Club Náutico San Pedro organizó un concurso nacional de ideas para generar un plan de desarrollo y crecimiento previsible del club. El llamado es para todos los arquitectos del país, es organizado por el Distrito VI del Colegio de la Provincia de Buenos Aires, con la participación del Centro de Arquitectos de San Pedro como promotores, y con el auspicio de la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos. Sus asesores son Luis Federico Risso y Santiago Barceló.
San Pedro está ubicado en un punto equidistante de Buenos Aires y de Rosario, a 150 kilómetros de cada ciudad. Esta situación convierte de igual interés tanto a los arquitectos porteños como a los rosarinos el participar de este llamado, que tiene al río y su borde como protagonista, y al club como nexo entre las actividades recreativas y la naturaleza.
Este llamado es un buen motivo para reflexionar sobre esa ciudad y su paseo natural arriba de la barranca. San Pedro termina con un mirador elevado y un recorrido con largas vistas al río; el club náutico se vincula con el agua y los terrenos inundables en épocas de crecida.
Con mas de seis mil socios, el náutico es una institución en constante crecimiento, que desde hace tiempo viene madurando la idea de generar un concurso que permita pasar en limpio las diferentes alternativas de crecimiento y nuevos desarrollos en materia de infraestructura deportiva y actividades de equipamiento básico.
Es el caso de otros clubes también al borde de nuestros ríos, que no sólo fueron creciendo en población, sino que al estar implantados en la rivera, fueron ganando tierras. Llega un momento de pensar en organizar el club y ordenar sus actividades, incorporando los terrenos rellenados. El club requiere más amarras para los barcos, playones diferenciados para maniobras de los pequeños veleros y lanchas, un mejor lugar para el abastecimiento de combustible. En la actualidad todas estas actividades generan una difícil situación de superposición de funciones deportivas que es menester resolver cuanto antes.
El club cuenta además con una pequeña joyita en materia edilicia en el corazón de su historia: un chalet de madera hincado sobre pilotes en el espejo de agua, que data de 1910 (foto superior). En la década del cuarenta se construyó un nuevo edificio con una arquitectura racional (foto de abajo) que mantiene un aire náutico con sus ventanas y sus planos blancos, ideal para brindar equipamiento a la actividad náutica que lo convoca.
La idea de este concurso es generar una planificación que organice de una manera racional los edificios existentes y proponga una distribución para las nuevas construcciones que requiere el club. La historia muestra que las construcciones se fueron agregando respondiendo a necesidades circunstanciales y sin tener en cuenta una propuesta a largo plazo. Así, en la década del setenta se construyó un gran gimnasio a pocos metros de las piletas y la sede “racionalista”.
Ahora es tiempo de ampliar el número de amarras, definir las circulaciones tanto vehiculares como peatonales y pensar que la vida social del club –paseos, lugares de pesca desde la costa, lugares con sombra para organizar asados y el uso de la playita– son tan importantes como los deportes.
Esta etapa que comenzó con el lanzamiento del llamado el 19 de marzo cierra el próximo 28 de mayo. La exposición de los trabajos presentados será un buen motivo para recorrer esta interesante ciudad bonaerense.