Las tierras ferroviarias vacantes –las extensiones de tierra que ya no cumplen ninguna función desde el desmantelamiento de los Ferrocarriles Argentinos luego de la privatización– se convirtieron en territorios peligrosos. Victoria es una de las estaciones mas grandes del conurbano, y ahí existió un gran taller de vagones que hoy es un cementerio de trenes a campo abierto.
El Barrio Crisol en Victoria, partido de San Fernando, estará en la mira de los arquitectos de todo el país desde el 15 de octubre. La idea que surgió de la Municipalidad de San Fernando y se materializó con la SCA y Fadea es convocar a un concurso nacional de ideas urbanísticas sobre las áreas vacantes en parte del cuadro de estación de Victoria.
La zona a desarrollar comprende una franja desde la estación hasta la avenida Sobremonte en dirección este-oeste, y desde las vías hasta la calle Martín Rodríguez en dirección norte-sur. Son nueve hectáreas y media de terreno que actualmente están en situación de abandono, con graves problemas de inseguridad, asentamientos clandestinos y robo constante de materiales de los ferrocarriles, como vías y durmientes. Es así que surgió un pedido de los vecinos para que la municipalidad revierta esta situación.
El secretario de planeamiento local, Gustavo Aguilera, organizó con Gustavo Lamolina desde la municipalidad una comisión de arquitectos del partido: Pablo Tersagli, Patricia Guevara, Daniel Ponce Betti y Matías Gigli junto con Vera Ponce Betti, Guadalupe García de la Vega, Agustina Castro Ríos y Matías Orbaiz. Ellos relevaron la zona para un estudio del barrio, para desarrollar la documentación previa a las bases del concurso que confeccionó Rolly Schere.
Por otro lado, el Onabe y San Fernando acordaron la venta del Estado a la municipalidad de las tierras para desarrollar un parque con un programa adjunto de viviendas y equipamiento comunitario. El traspaso de las tierras todavía no se firmó, pero desde el organismo nacional aseguran que es inminente.
Después del concurso y con una idea clara de cuál será la hoja de ruta, la municipalidad tendrá que tomar el difícil camino de resolver cómo se financian las obras para que el esfuerzo no termine en la nada y se materialice en un tiempo razonable. Los vecinos esperan.