REFLEXIONES SOBRE EL HOY. DANIEL SILBERFADEN Y EL PENSAMIENTO DE UN ARQUITECTO.
El paso del tiempo
Por Matías Gigli
Daniel Silberfaden es el ganador de dos propuestas para el Concurso 20 Ideas para Buenos Aires de 1986: la Reserva Ecológica y el Parque Almirante Brown, junto con Tony Díaz, Luis Ibarlucía, Gaby Feld y Roberto Gil, además de los concursos nacionales para la Vinculación Turística Peatonal en Recoleta, con Pablo Rozenwasser y Gerardo Caballero, y del Parque en terrenos del Ferrocarril Oeste (Parque de Caballito) con Pablo Rozenwasser, ambos en Buenos Aires en 1999 y 2000. Actualmente, es director del Centro de Estudios de la Sociedad Central de Arquitectos y coordinador general de la Washington University de St. Louis para la Argentina.
Aceptando por un instante que todo arte necesita de un soporte para poder desplegarse, la arquitectura tiene a la ciudad como punto de partida. Intervenir en una organización tan compleja como es una trama urbana requiere ante todo de un estricto estudio y análisis de la realidad. Es allí donde la mirada crítica de Silberfaden encuentra un nuevo orden en supuestos caos. Al analizar la ciudad y sus relaciones con el contexto, el arquitecto señala la necesidad de incluir en el análisis la idea de Contexto Ampliado, que nos remite a campos del conocimiento que en otros momentos no eran tenidos en cuenta.
Existen aún espacios en donde por diferentes motivos han quedado relegados del crecimiento y el arrasador avance de la trama urbana. Es allí donde aún y con una mirada crítica se puede intervenir aportando a la ciudad un mejor nivel de vida. No es posible continuar desperdiciando oportunidades de cambio en lugares que, debido a faltas de comunicación, carencia de espacios verdes o áreas de esparcimiento quedan fuera del uso diario. En la actualidad la variante económica juega un papel decisivo y es allí donde el urbanismo debe llevarnos a una solución que encuentre una viabilidad económica. Existen hechos impredecibles que influyen y condicionan la vida en ella.
Prueba de ello es la creciente necesidad de abordar los temas pendientes dentro de ella desde puntos de vista no tradicionales y detectar nuevos requerimientos, los cuales no aparecen en ningún programa de necesidades.
Estos campos de fuerzas invisibles generan tendencias en la ciudad. La economía, la sociología y demás disciplinas aportan conceptos no cuantificables. Estas ideas dejan de lado criterios del Planeamiento Urbano tradicional en el cual un cierto orden con ejes y áreas determinaban zonas de usos y funciones con crecimientos y pautas estrictas.
De vuelta de una conferencia en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, Universidad Politécnica de Cataluña, Silberfaden nos habla de cómo ve el tiempo presente. Este arquitecto define la visión de la crisis: “Vivimos en un mundo donde lo inestable y lo imprevisible son la regla. No obstante, y no casualmente en épocas de crisis, cuando el mundo parece desmoronarse, se verifica con dolor cómo nada resiste a la demoledora y tenaz acción del tiempo. El hombre, pues, es transitorio fluyente, de la misma materia del tiempo en que vive”. Y agrega de qué manera opera en la arquitectura: “Y si bien al tiempo no se lo detiene, sí hay formas de testimoniarlo. De esta lucha contra el olvido que es el paso del tiempo y la inevitable renovación quizá sea la arquitectura la que plasma más esa resistencia al olvido, constituyéndose como memoria a la vez que proyecto hacia el futuro. El pasaje de la historia del hombre es un enorme progreso y también un desastre. El único medio para salir del desastre no es abandonar la civilización sino proseguirla”. n