Existen áreas de la ciudad que, con el correr de los años, van tomando un clima especial: nuevos comercios, centros gastronómicos con determinadas características, estudios de determinado tipo de actividades. Un caso es la zona de Colegiales que en los últimos años se fue ganando el nombre de Palermo Hollywood.
Este sector de nuestra ciudad formó parte de las 2700 hectáreas “de extramuros” pertenecientes a los Padres de la Compañía de Jesús, que al ser expulsados en 1767 las dejaron vacantes. Con el correr del tiempo y loteos mediante, primero en chacras y luego en parcelas, nacieron los barrios de Chacarita, Colegiales y Villa Ortúzar.
Es notable la contraposición que existe actualmente entre el auge de bares y restaurantes por Cabrera, Honduras o Gorriti, y los grandes vacíos urbanos que aún perduran en la zona bordeando la calle Alvarez Thomas. Además, existe otro gran espacio en la esquina de Alvarez Thomas y Dorrego, en donde desde 1921 se alza la estructura metálica que albergó el Mercado Dorrego y hoy es un lugar de interés por sus tiendas de anticuarios y de muebles usados.
En sus comienzos, el mercado era el punto de venta mayorista para la comercialización en la ciudad de lo producido en las chacras cercanas. Luego se transformó en el mercado del barrio, hasta que en 1981 lo cerraron definitivamente. Transformado en Mercado de Pulgas, sirve de refugio para un gran número de puestos de compra-venta de objetos en desuso que sin ser antigüedades la gente se rehúsa a tirar.
El auge de visitantes, la falta de espacio en su interior y la transformación de algunos puestos en verdaderos negocios motivaron la creación de locales afines en las cercanías al mercado.
Pero el nombre de Palermo Hollywood surge de la implantación de algunos estudios de cine y televisión, y de productoras para la realización de emprendimientos audiovisuales. Esto se potenció con la llegada de Canal 9 al barrio. La falta de uso en tierras de la comuna –donde hace años se desalojó una villa– y la necesidad de mejorar el área del mercado llevaron al gobierno de la ciudad a organizar el año pasado, conjuntamente con la Sociedad Central de Arquitectos y la Federación Argentina de Arquitectos, un Concurso Nacional de Ideas para el Area Nuevo Colegiales –respetando el nombre tradicional del barrio– que comprende la zona entre las calles Dorrego, Alvarez Thomas, Concepción Arenal y Zapiola.
El equipo ganador integrado por los arquitectos Marcelo López, Alfredo Rezzoagli, Darío López, Laura Leyt, Mariana Yablón serán los encargados de desarrollar el plan en conjunto con la ciudad. Los arquitectos rescatan el carácter potenciador de un nuevo polo de actividades vinculadas con la recreación y la gastronomía.
El plan contempla demoler una parte del Mercado Dorrego y construir un centro cultural con cines y salas de espectáculos, además de un espacio exterior recreativo con un gran techo que será el primer gran espacio que tendrá la ciudad con una pantalla al aire libre. La calle Concepción Arenal será totalmente rediseñada y forestada y tendrá un circuito aeróbico y rotondas. Sobre esa calle también se encuentra la plaza Mafalda, actualmente con un pobre equipamiento, que será proyectada dando lugar a un área pública que fortalecerá su uso.
La plaza forma, a su vez, un eje con un lote de una manzana propiedad de la ciudad, donde se construirá una escuela de cine. Una cuadra más allá, siempre sobre Concepción Arenal, habrá un conjunto gastronómico. Y, en la tercera manzana desde la plaza, los arquitectos proponen un conjunto habitacional.
El proyecto está hecho y premiado. Ojalá que esta película de Palermo Hollywood no quede en veremos y el Nuevo Colegiales se haga realidad.