Aunque estudió Derecho, María Banfi lleva años dedicada a la enseñanza de técnicas decorativas. Por su taller, Upstairs, han pasado muchos alumnos ávidos de experimentar sobre objetos, muebles y paredes. Son técnicas de colourwash, estucos, pátinas, craquelados, esténciles, estampas y dorados a la hoja, entre otros, a los que Banfi aplica su particular manejo del color. “Siempre intenté ir un poco más allá con el color. Por eso lo que no conseguía en las pinturerías convencionales, lo lograba a fuerza de mezclas exóticas y experimentos varios”, señala. Un tema resuelto hace ya ocho años, cuando gracias a un viaje a Londres descubrió las tiendas Paint Magic de la decoradora inglesa Jocasta Innes.
Además de una extensa variedad de tonos que transitan todas las variables, con estas pinturas descubrió que lo que antes le llevaba diez horas de preparación, ahora lo tenía resuelto en una. A raíz de un intercambio fluido con Innes y a cursos de capacitación, logró la representación de estos productos para Argentina y América Latina y, sobre todo, dar rienda suelta a su propia interpretación del color en la casa. “Creadas de forma artesanal a fuerza de pigmentos puros, estas pinturas al agua para interior y exterior logran los colores más intensos. Son ecológicas, sin componentes químicos, lavables e hipercubritivas, con un altísimo rendimiento: con dos litros y medio se pueden pintar 30 metros cuadrados con una sola mano, por lo que tientan al más conservador”, detalla.

Aquí y ahora
“Las argentinas suelen ser Madame Beige”, señala Banfi. “Si bien les gustan todos los colores, a la hora de elegir, optan por los más convencionales. Lo interesante hoy en decoración es animarse a jugarse por el color e incorporarlo sin prejuicios en toda la casa”, aclara. ¿Algunos secretos? Para las áreas comunes de la casa o departamento, sugiere usar el mismo color. Preferentemente un tono transitable para dar cierta continuidad a la mirada. Colores que, sobre todo en las viviendas más modernas, pueden pasar por el gris, piedra o arena. Y jugarse con la explosión de color –tomates, coral, naranja, verde o lavanda intensos– en el baño, comedor, y sobre todo en los dormitorios. Espacios, estos últimos, donde uno siempre debiera apostar a las gamas con las que más se identifica.”
¿Otras reglas? “Hay que manejarse con toda libertad salvo por aquello de que, contrariamente a lo que muchos piensan, los colores fríos como el negro, azul o violeta generan distancia y los cálidos como los amarillos, rojos, naranjas, aproximan. Aún contando, por ejemplo, con poca luz natural, se puede emplear cualquier tono y jugar con la iluminación artificial”, explica.

La tendencia en el color
Hoy pasa por lo natural. Nada de pátinas o esponjados drásticos. “El colourwash, técnica tipo acuarela, que va modificando suavemente el color base. Y los stuccos y revoques texturados, sobre todo por su durabilidad en el tiempo, ya que son altamente resistentes.” Crisis mediante, también observa que se ha vuelto al reciclaje de muebles mediante una mano de pintura. “El color en la casa es todo. Es lo que te permite liberarte y mostrar tu personalidad. Lo que te identifica. Y como no hay nada más cierto que que la felicidad entra por los sentidos, con la pintura se logra dar vida y alma a una casa”, remata. n

Upstairs: Von Wernicke 3020, San Isidro, 4763-7564, [email protected]. Web: www.pintureriaupstairs.com.ar.