Basta de Demoler quedó muy satisfecha por la visita al Hospital Rivadavia que realizaron el sábado pasado. Como se recordará, otra vez flota la idea de demoler el viejo palacio y construir alguna megatorre, en lugar de restaurar el edificio, equiparlo como corresponde y tener un hospital bueno y hermoso. El tema de la visita fue “conocer para defender” y se presentaron nada menos que cien personas para recorrer las partes patrimoniales del Rivadavia, arrancando en la entrada de Las Heras. El Rivadavia no podrá ser demolido entre gallos y medianoche en parte porque la diputada Teresa de Anchorena apuró un proyecto de catalogación en la comisión de patrimonio que preside en la Legislatura porteña. Como quedó más que claro el año pasado con un fallo en dos instancias ante la Justicia porteña, una vez que un proyecto toma estado legislativo, el Ejecutivo no puede demoler el predio en cuestión, porque de hecho le impediría a la Legislatura ejercer sus poderes. Esto es una cuestión de gravedad constitucional y un buen cerco para custodiar edificios irreemplazables como el Rivadavia.