-“Me aburre la estética
tradicional de las fiestas, por eso siempre trato de agudizar el ingenio. ¿Algunas
ideas? Este año pienso armar la mesa en blanco y negro. Mesa blanca,
individuales de caucho negros y platos de sitio de zinc. Como arreglo, hojas
o frutos plateados. En vez de arbolito, maceteros de fibrocemento con mimbres
decorados con círculos de acetato o alto impacto blancos. Para iluminar,
farolitos chinos cilíndricos de colores varios.” Jorge Muradas,
arquitecto.

-“Para las Fiestas
o para una celebración, uno busca verse rodeado de algo que le produzca
placer o que lo remonte a recuerdos o fantasías agradables. Siempre es
efectivo remitirse a ciertos aromas, esparcidos sobre la mesa como al descuido,
como pueden ser determinadas flores o pétalos. Munirse de recuerdos con
determinadas colecciones de frascos antiguos u objetos del mundo y decorar con
ellos un espacio, creando un ambiente lúdico. ¿Otros recursos?
Para usar el color como herramienta decorativa, lo mejor es centrarse en uno
(los ideales son los más fuertes: naranja, fucsia, rojo o berenjena)
y repetirlo en servilletas, flores, papeles, frutas y/o verduras. Mientras que
para armar una mesa distinta vale usar una cinta de terciopelo o gros e ir agregándole
flores que pueden ser de tela e ir usando estas tiras para formar una retícula
de flores y cintas que se cruzan formando distintos dibujos entre los platos,
llegando a su vez hasta el piso. Acompañan esta mesa bien blanca unas
copas de cristal, velas bajas y flores naturales.” Lis Santarelli, arquitecta.

- “Lo más importante
para las Fiestas es preparar el alma y el corazón. Sobre todo tratando
de brillar por dentro. Ahora bien: para darle una ayudita, vale resolver la
iluminación de toda la casa, prescindiendo de todas las lámparas
o luces artificiales. Llenar de esas tiras de lucecitas con brillos dorados
la cocina, escaleras, cuartos y baños. En la mesa, obviar el mantel que
siempre se arruina entre tanta comida, y poner directamente las copas, platos
y velas. Por último, en lugar de tanto adornito, el árbol puede
decorarse mediante retazos de géneros viejos.” Milagros Resta, decoradora.

-“A mí me gusta
hacer todo con mis propias manos. ¿Algunas ideas? Hacer posavasos de
gomaeva de distintas formas (círculos, cuadrados o corazones), de colores
estridentes (verde, rojo, fucsia) y armar tiras símil cortinas con hilo
de tanza y mostacillas de vidrio o plástico de distintos colores para
colgarlas en los marcos de puertas o ventanas.” Andrea Guardiola, ambientadora.

-“Unas Fiestas con
espíritu innovador empiezan por alejarse de los colores tradicionales
de las Navidades, como lo son el verde y el rojo y optar por el plateado. Después
cada uno elige los detalles, que hasta involucran la preparación de los
platos. ¿Algunas ideas? Vale presentar el primer plato de nuestra mesa
de una manera no tradicional y divertida, dándoles a nuestros comensales
su ensalada en una lechuga capuchina, a la cual le sacamos el interior y usamos
de recipiente para colocar cuadraditos de jamón crudo, rúcula,
palmitos, aceite de oliva y unas gotitas de limón. A las velas les podemos
fabricar unas pantallitas de zinc sostenidas por alambre galvanizado. En las
pantallitas escribimos con marcador indeleble el nombre de nuestros comensales.
Por último, comprar individuales bien económicos o sencillamente
cortar géneros y dar rienda suelta a la imaginación cosiendo o
pegando en el borde de ellos desde botones hasta hojas.” Sergio Muchnik,
diseñador de interiores.