Chatarra, pero argentina
Si muchas cadenas de comida chatarra globalizada bajaron la persiana y Ronald McDonald se puso colorado por la aparición de la Escherichia coli, el ingenio argentino salió adelante. De ahí la multiplicación de franquicias de pancherías, paty al paso, medialunas, empanadas, pizza (¡Ugi’s venció a Pizza Hut!). Ahora, cuidado, no deja de ser chatarra. Según la definición de Jorge Braguinsky, director del posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro: “Comida de preparación rápida, precocinada, expuesta a diversas fuentes de calor durante muy poco tiempo. Suele tener exceso de grasa y sodio. Casi siempre está ligada a la producción en serie. O, coloquialmente, ‘me cago en las calorías’”.