BLINK 182, THE RAPTURE, Y EL CULTO A THE CURE
Los Smiths
En su último disco, el trío pop-punk californiano presenta a Robert Smith como invitado estrella. Cuanto menos, la voz del cantante de The Rapture se parece a la de Roberto. ¿Se viene un revival Cure? Mientras tanto, el dinosaurio dark promete nuevo disco y sonido “pesado”.
Por Roque Casciero
El nuevo y epónimo disco de Blink-182 sorprende por varios motivos: la evolución del sonido del trío, la variedad de estilos que aborda en contraposición al punk pop simplote y efectivo de antes, y la seriedad con la que se toman las cosas, ahora que los tres son padres y pasaron los treinta. ¿Será ésta la madurez tan temida por los muchachos que cantaban letras en joda todo el tiempo? Tal vez. Por lo pronto, y a modo de ejemplo, ya no hay más lugar para doble sentidos sobre la masturbación, un tema recurrente en el pasado de la banda. Para que no haya malentendidos: no es que Tom DeLonge (voz y guitarra), Mark Hoppus (bajo y voz) y Travis Barker (batería) se hayan convertido en monjes de clausura ni que el álbum sea un plomazo irreversible (de hecho, podría afirmarse sin temor que se trata de su mejor disco). Pero parece que ahora las bromas pesadas continuas ya no parecen divertirlos tanto. Lo que lleva a un dilema: ¿su público irá también en esta nueva dirección, o preferirá seguir la joda? Porque la explosión de Blink produjo clones (Sum 41 y Good Charlotte son los más exitosos en el primer mundo) como para que la industria discográfica no deba desesperarse por cómo crecen estos chicos. Si los fans se niegan a madurar como sus ídolos, algo puede empezar a temblar en los cimientos de Blink-182. Pero, al menos, hicieron el intento.
En este marco de cambios nada resulta tan sorprendente como escuchar (en la canción All of this) el tono sombrío del mismísimo Amo de la Oscuridad: Robert Smith, el líder de The Cure. “Cuando grabamos la canción empezamos a hablar sobre el clima que tenía y la dirección que creíamos que debía tomar”, recuerda Hoppus. “Un día estábamos conversando y dijimos: ‘¿No sería loco meter a Robert Smith en este tema?’ Tom habló con un amigo que es manager de The Cure en Estados Unidos y hubo unos cuantos llamados telefónicos, hasta que nos enteramos de que él estaba interesado en hacerlo. Así que lo llamamos y le mandamos el track para que grabara su parte. Nunca antes habíamos hablado con él, pero fue muy cool.”
Según Hoppus, los Blink (que participaron en el famoso capítulo 300 de Los Simpson) son grandes fanáticos de Cure: “Que Robert colabore en una de nuestras canciones es un sueño hecho realidad”. DeLonge asegura que no podía aguantar las lágrimas cuando hablaba con Smith. “De hecho, el teléfono hizo cortocircuito y tuvimos que volver a llamarlo desde otro aparato”. En el librito del CD, Hoppus explica el camino de la canción hasta estar terminada: “Grabamos de una manera muy poco convencional. Travis grabó cada pieza de la batería por separado, después Tom metió las guitarras acústicas y más tarde las eléctricas, y finalmente yo grabé el bajo. Usé un nuevo descubrimiento, que es un bajo Fender Bass VI de 1963. Es exactamente como una guitarra, tiene seis cuerdas, pero está afinado en una octava menos. Después se grabaron los teclados y Tom cantó los primeros dos versos y el estribillo, antes de enviárselo a Robert, que estaba en Inglaterra. El grabó sus voces ahí y nos lo devolvió. Le agregamos algunas cosas más: armonías, mellotrón. La canción fue grabada en cuatro estudios en dos continentes diferentes. Y es una de las mejores del disco”. Suficiente.