POR MARTIN PEREZ
Desde Mar del Plata

Una bandera norteamericana sobre una mesa, un pene enorme sobre ella y un cuadro con la foto de Bush hijo. Semejante instalación aparece recién hacia el final de Vai e Vem (2003), el último trabajo de ese rebelde portugués llamado Joao Cesar Monteiro, sin lugar a dudas una de las pocas grandes películas proyectadas en el Festival. Durante sus tres horas de metraje, Monteiro –protagonista de su propio film– viaja en colectivo, se encuentra con mujeres jóvenes y bonitas, da una clase de fellatio, reniega de su hijo, canta una balada y blasfema con ganas. Todo puede formar parte de una película cuyo realizador murió en febrero del 2003, y que con su película As bodas de Deus (1998) ganó el premio mayor del Festival en aquel año, otorgado por un jurado ilustre presidido por Catherine Deneuve.
Además del obligatorio Monteiro, quienes decidan disfrutar del último fin de semana deberán agendarse la exhibición de Destino, el demorado cortometraje firmado por Dalí y Walt Disney, que se exhibe junto a la película Un filme falado, del director portugués Manoel de Oliveira. Con portación de firma también se pueden ver los discutidos últimos trabajos del chileno Raoul Ruiz, el francés Bruno Dumont, el inglés Peter Greenaway y el argentino Edgardo Cozarinsky. Y para quienes busquen clásicos, nada mejor que uno de acá y otro de allá: de acá, Los jóvenes viejos (1961), de Rodolfo Kuhn, la película de la nueva ola argentina de los ‘60 que retrata ácidamente a la juventud de la época. Y de allá, la fantástica L’Aventtura (1959), de Michelangelo Antonioni, lamentablemente proyectada en video digital (algo que parece darles tanta vergüenza a los redactores del catálogo oficial, que apenas si le dedican espacio en el mismo).
Quienes quieran acercarse a una segura ganadora de algún premio en la competencia oficial podrían intentar con la húngara Dealer, casi tres hipnóticas horas del día a día de un repartidor de drogas en bicicleta, que escucha y escucha y hace muy poco además de llevar su carga de aquí para allá. Eso sí: para la mejor música, nada mejor que The Soul of a Man, el documental de Wim Wenders sobre Skip James, J.B. Lenoir y Blind Willie Johnson para la serie The Blues, de Martin Scorsese. Una simple enumeración de los músicos participantes exime de mayores comentarios: Beck, T-Bone Burnett, Nick Cave and The Bad Seeds, Eagle Eye Cherry, Vernon Reid, James “Blood” Ulmer, Alvin Youngblood Hart, Garland Jeffreys, Los Lobos, Bonnie Raitt, Lou Reed, Marc Ribot, John Spencer and The Blues Explosion, Lucinda Williams y Cassandra Wilson. Casi nada.

Vai e Vem se exhibe hoy y mañana en el cine Neptuno. Destino va mañana y pasado a las 17 en la misma sala. Los jóvenes viejos, hoy a las 20 en el Colón. L’Aventtura, hoy a las 15 en Del Paseo 4. Dealer, mañana a las 22.45 en Del Paseo 2. Soul of a Man, hoy a las 13 en el Neptuno y mañana a las 23 en el Ambassador 3.