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POR JAVIER AGUIRRE

La separación de Los Caballeros de la Quema, informada a través de un comunicado en su página oficial, llegó sin demasiadas explicaciones aunque una posible resulta la más clara de todas: Iván Noble estaba por un lado, y los demás integrantes, por el otro. Al clásico silencio inicial le empezaron a seguir algunos datos. Noble, futuro coprotagonista de una serie televisiva de Adrián Suar, aclaró que esto no significaba “cambiar de oficio” y que tenía canciones propias por mostrar en breve, tal como le dijo a este suplemento hace unas semanas. De los demás ex Caballeros, por su parte, se dijo que estaban trabajando en un nuevo proyecto como banda. El No viajó hasta la patria caballera .-el Oeste– para reunirse con los guitarristas Pablo Guerra y Martín Méndez, el bajista Patricio Castillo y el baterista Javier Cavo (el saxofonista Carlos Arín no forma parte permanente del nuevo grupo), quienes ya bautizaron a la nueva banda, que aún no debutó: Vale 4. Méndez marca el norte del grupo: “Recuperar cierta ferocidad que habíamos perdido últimamente, sonar más feroces pero también más sutiles”. Y Guerra explica el nuevo contexto: “Somos la mitad de integrantes, y nuestro fuerte es el laburo de equipo. Sabemos que tocando generamos baile en la gente, y queremos seguir haciéndolo”.
–¿Están asustados? Porque empezar desde abajo en este momento...
Guerra: Estamos recontentos. Es el mejor momento para empezar un proyecto: están todos hechos mierda. Hasta el año pasado tenía un trabajo que me gustaba y con el que mantenía a mi familia. Nos pasa lo mismo que le pasa a la mayor parte de la gente, no tener laburo, vivir en un país sin perspectivas... Pero tenemos un proyecto que nos entusiasma, y eso es buenísimo.
Castillo: Aunque quizá no ganemos plata durante un tiempo, estamos haciendo música a diario, ¿qué más podemos pedir?
Guerra: Somos exitosos porque hacemos lo que nos gusta. Soy exitoso desde que empecé a tocar la guitarra, no desde que salió La paciencia de la araña. Después, la guita es una herramienta.
Méndez: Estamos en el llano absoluto. Con Caballeros, cada show era mover 21 personas, ahora sólo somos cuatro. Tenemos una estructura liviana.
Castillo: Es como cuando un equipo sale campeón, y después venden a la mitad de los jugadores. Los que quedan vuelven a empezar el campeonato y los hinchas quieren que el equipo vuelva a salir campeón.
–¿Para la gente, quiénes van a ser los que se quedaron? ¿Ustedes o Iván?
Guerra: Me tiene si cuidado eso, sin desmerecer a nadie. Tocamos porque queremos y porque nos gusta, y ojalá que a la gente le guste.
Méndez: El desafío es personal, tenemos muchas ganas. No nos colgamos pensando si la gente lo va a ir a ver a Iván, o si nos va a venir a ver a nosotros. Todos van a tener dos alternativas: la gente, la compañía discográfica... Y la diversidad siempre es buena.
–¿Hay heridas abiertas en vuestra relación con Noble?
Guerra: Es un divorcio. A título personal, algunos tenemos cosas que duelen más que otras, pero son cosas que no tienen por qué marcar un rumbo. No es constructivo ocupar el tiempo pensando en las heridas.
Méndez: Fue un ciclo, así como en el pasado hubo otros ciclos, con otras formaciones, con gente que se sube y se baja del proyecto. Simplemente volvió a ocurrir eso. Los Caballeros empezaron durante los saqueos del ‘89, y terminaron con los saqueos de 2002.
–¿Cómo se llegó a la decisión de terminar una banda y empezar otra?
Castillo: Se había perdido el foco. En lugar de tenerlo puesto en hacer música, estaba puesto en todo lo que se generaba a partir de la música.
Méndez: Si te enganchás con la espuma...
Castillo: ...quedás un poco disperso. Guerra: Cuando algo viene funcionando durante muchos años quizás hacés algo que no querés, simplemente porque los intereses del grupo de laburo cambiaron. Y decidimos sanearlo. Dijimos: ¿Cuáles son los planes para este año? Esto, esto y esto. Y los cuatro que estuvimos de acuerdo aquí estamos. La situación estaba conteniendo la salida de nueva música, y nosotros no queríamos eso. Simplemente estamos creyendo en lo que hacemos. Con la situación del país, mover toda la estructura de Caballeros era medio imposible. Una parte pensaba que había que mantener esa estructura y otra parte -.nosotros.-, pensaba que no. Y como no tenemos jefe dijimos “bueno, Ok”. Lo que no quita que el día de mañana Los Caballeros se vuelvan a juntar. Hoy no creo, pero algún día puede ser. No es que quedamos diciendo “eh, es un hijo de puta”, nada que ver. Cada cual atiende a sus necesidades, y se dio que las de nosotros cuatro coinciden. Méndez: Forzamos a que cada uno dijera dónde estaba dispuesto a poner el 100 por ciento de su energía. Y nosotros dijimos “en la banda”.
–¿Cómo los deja este “divorcio”, la disolución del grupo, en términos económicos?
Guerra: Yo no gano plata desde hace tres meses.
Castillo: Estamos viviendo de los ahorros, como montones de argentinos.
Méndez: Cuando tomamos la decisión de acabar con Los Caballeros, surgió el tema de la plata. Y decidimos aceptar el desafío.
Guerra: Ya empezamos de cero una vez, y estamos dispuestos a poner lo necesario para salir adelante haciendo música. Hubo momentos en los que nos pagaron muy bien por hacerlo, y otros .-la mayoría-. en que nos pagaron poco o nada; pero la banda siguió. Si hay plata, mejor.
Méndez: El hambre estimula.
–Cuando se separó Viejas Locas, la banda del cantante recibió más atención que las de los demás integrantes. ¿Les preocupa que lo que haga Iván capte más atención que Vale 4?
Castillo: En Los Caballeros las cosas estaban bastante repartidas. Iván hacía las letras, pero el sonido era .-y es.- nuestro.
Méndez: No es la comparación lo que nos tiene ocupados. Ojalá le vaya bien a Iván, seguramente le va a ir bien. Las nuevas cosas que va a hacer...
Castillo: TV...
Méndez: ...le van a permitir darse a conocer ante mucha más gente. A nosotros nos toca hacer esto, y lo hacemos.
Guerra: De todos modos, por cómo terminaron las cosas y a riesgo de hablar sin saber mucho, no creo que Iván salga con un formato de banda de rock.
–¿Les molesta que les pregunten sobre él?
Guerra: No, pero no puedo contestar mucho porque no hablo con él desde hace veinte días. Sé que se estaba por casar, que va a actuar para Adrián Suar y que tenía ganas de salir con canciones acústicas... Pero, de hecho, no tenemos mucho contacto con él desde hace bastante tiempo, y quizás eso haya llevado a que pasara lo que pasó. Nosotros últimamente compartimos muchas cosas extramusicales que con él ya no compartíamos; y eso influye en una banda, sobre todo en una que hace música como la nuestra, en un país como el nuestro. Si no sos compinche con el tipo que está al lado tuyo en el escenario, la energía empieza a fluir mal. Y aunque la banda suene ajustada, no te estás divirtiendo.