LA CUMBIA NO ES UNA MIERDA, ES EXPERIMENTAL
Cumbieros del cuarto mundo... ¡uníos!
Impulsado por un gracioso personaje apodado Eric El Demasiado, el subgénero vuelve a confluir en un festival donde todo cabe: hasta Velvet Underground y Nick Drake a ritmo tropical. Porque “como el reggae, va al ritmo del corazón”, según El Demasiado.
Por Santiago Rial Ungaro
¿Cumbia experimental? ¿Nos están tomando el pelo? Quizás sea eso lo que necesita el rock: que le tomen el pelo, un pelo excesivamente largo que, como dijo Don Andrés “El Cantante”, en los rockeros parece crecer directamente del cerebro, y no del cuero cabelludo, como debería. Los rockers en crisis que busquen vibraciones estimulantes pueden encontrar en estas cumbias lunáticas algo que los zamarreará del pelo y les dé un buen sacudón. O no. O quizás se vayan indignados, al grito de “La cumbia es una... ¿mierda?”. Habrá que estar ahí para ver qué pasa. Pero lo cierto es que la cumbia no sólo no es una mierda (ningún género musical lo es) sino que, además, nos puede ayudar a entender lo patético, predecible, hipócrita, resentido y corporativo que se ha vuelto el rock que en general nos quieren vender como tal: música para niños en crisis, con ganas de poner cara de malos y de reveldes (poner cara de rebelde ya es más difícil, porque hay que aprender la diferencia entre la v corta y la be larga). Pero, mientras tanto... ¡¡¡Cuuuuuuummmmbiaaaa!!!
Son varios los grupos-solistas que le darán forma a la segunda entrega del Segundo Festicumex II: Fantasma Vs Gran Faso, Mono Tenedor, Washington Cucurto, Mariana la Despaciada, Dead Menems, Aroldo Puteador Rodríguez (con un show de versiones de Velvet Underground, Nick Drake y Syd Barret en ritmo cumbiero y la proyección de un video inédito de Velvet), Madonna Santa y los Ceferinos Insurrectos, Tumba Zen, Pañal Adulto. El primer Festicumex fue en 1996 en Honduras. El segundo fue recién en octubre, en Buenos Aires. El tercero vaya uno a saber. “Vamos a aprovechar la ola que se armó en la anterior. Claro que hay que darle más masa”, explica Eric El Demasiado, ideólogo del evento, músico excéntrico y “de moda”. Ya sea por su carisma, o por su mayor experiencia (el hombre nació en 1954, durante el Mayo Francés del ‘68 tenía alegres 13 años y confiesa tener 800 vinilos de música de América latina), Eric El Demasiado aparece, con su sonido lunático y tropical, como el ideólogo de la tendencia a usar la cumbia como algo inmaduro, mutante y, sí, experimental. Pero efectivo: “Concretamente, la cumbia tiene muchos secretos muy funcionales que la hacen bailable: como el reggae, va al mismo ritmo que el corazón y hay mucho trabajo interesante que hacer con ella”. Claro que este Manu Chao suizo está más cerca del pop delirante (y autodenominado “cualquierista”) de los Fraticórnicos que de la música de la MTV, aunque la Butthole Surfers esté, junto al calypso de Nigeria y la música High-Life de Kinshasa, entre los sonideros que los inspiran. “En mi caso, mi mucama fue mi John Peel”, afirma con sinceridad y con el mismo humor que tiene su música. De las cumbias que escuchó de niño (de los 6 a los 12) a su actual visión de la cumbia villera (“que da la instrucciones de cómo realizar un asalto pero como si se cantara una canción de cuna”), las cumbias lunáticas de Eric no son las únicas.
La mayoría de estos artistas no pertenece a la escena convencional de la cumbia. ¿Se trata de la cumbia blanca? No necesariamente: Juan Namuncurá es activista mapuche y también productor electrónico. Y en conjunto, todos juntos, y ahora, ofrecen a los bailarines y los que quieran ir a ver bandas una alternativa “sudamericana o periférica a cierta electrónica más formalista”, según Javier Martínez, organizador del evento. Claro que estar “anonadado” o “flasheado” con un nuevo género implica no dominarlo y los resultados, predeciblemente, son todavía sumamente desparejos (algunos recordarán bochornosas apropiaciones del género, el caso del efímero grupo Polen). “En algún momento hay que consumir lo que está en la heladera”, sostiene Eric, quien acepta su interés en “crear accidentes”. Buscando desarrollar un sonido, un grupo como Fantasma (el proyecto musical de Martín Roisi, que ya había explorado el género con Palmeras Salvajes) intenta desarrollarse desde los clichés del género en forma consciente. Y no está solo, ya que al show se incorporarán Washington Cucurto leyendounos poemas cumbieros, al Negro Gran Faso y la sensual bailarina Fantasy. En el primer disco de Fantasma canta el Bochito, ex integrante de Victoria Mil y Victoria Abril. ¿Cumbia cheta? ¿Por qué no? Quizás lo que le falte a Fantasma es lo que les sobra a los Dead Menems, uno de los grupos más graciosos y delirantes de toda la escena under. Y viceversa, ya que el sonido de Fantasma tiene una sensualidad y una calidez de la que carecen los Dead Menems. Estos Dead Kennedys cumbiamberos, fieles a su espíritu de negación, titularon su último disco: Mal tocado, mal grabado, mal cantado. A pesar de sus producciones de bajísima calidad, hits instantáneos como El Gordo Droga (cada uno sabrá identificar algún Gordo Droga), Rebelde Way (“quiero ser más libre que una gaviota/ en unos campos verdes de papá/ estoy rezando mucho para lograrlo/ soy parte de un plan universal: ¡yo elijo vivir en Rebelde Way!”), Ganador o Mono style. Ojo: producidos por Eric o por el mismo Fantasma pueden ser la mejor banda de pop tropical de la Argentina. Ya son la conciencia y el humor de la cumbia-punk blanca. Y villera, ya que la villa es contagiosa. Un grupo inclasificable que, seguro, va a generar actitudes polarizadas por su humor corrosivo y sus pícaras (cuando no directamente obscenas) melodías. ¿Serán los Beastie Boys de la cumbia?
Festicumex se hará este sábado a las 19 en el Bauen Hotel, Av. Callao 360, y el domingo 11 en Casa Babylon, Ciudad de Córdoba. Informes y audiciones en el recomendable www.canalcumex.com