UN EMPRENDIMIENTO JOVEN PARA MEJORAR CONDICIONES SOCIALES
En busca del precio justo
Interrupción* es una comunidad de jóvenes profesionales que persigue “un cambio social basado en la responsabilidad”. Para eso puso en marcha programas de comercio justo y empleo para jóvenes. Intenciones similares a las que adhiere una superestrella rock del momento: Chris Martin, líder de Coldplay, candidato a Bono en la primera década del nuevo disco.
POR EUGENIA GUEVARA
Hace cuatro años, Diego González Carvajal, con un grupo de amigos y compañeros de estudios, comenzó a sentar las bases de interrupción*, la comunidad de jóvenes profesionales que preside y que desde el 2002 lleva a cabo algunos proyectos “para articular un cambio social basado en la responsabilidad social” y que “toma un poco de Alan Smith y otro poco de Karl Marx”. El emprendimiento –sin ningún interés político, aseguran sus impulsores– tiene su centro físico en elespacio, un resto & lounge de la calle Niceto Vega, en Palermo, y una flamante filial en Nueva York. González Carvajal recuerda las primeras reuniones: “Lo primero que acordamos es que hay que acompañar al pensamiento con acción y a la acción con pensamiento, y accionamos por convergencia. La idea central es y fue, desde un principio, crear y distribuir herramientas de cambio que den a las personas la oportunidad de contribuir, al mismo tiempo, con cada acción a su desarrollo individual y al de la sociedad, y a eso nos dedicamos”.
El grupo interrupción* tiene en funcionamiento el Centro para la Responsabilidad Social (que promueve el compromiso de las empresas con la comunidad); la Corporación Social (que desarrolla y comercializa productos como dulces, aceite de oliva, miel y cerveza artesanal, mediante alianzas con pymes) y un programa de generación de empleo, llamado “Intepay” (modelo de empresa social) que tiene en marcha tres experiencias con familias de Dock Sud (velas y fanales), Palermo (indumentaria) y Moreno (serigrafía). Una organización de Consumidores Responsables abre la posibilidad de asociarse a interrupción* mediante un “contrato social”: el socio-consumidor colabora económicamente con las herramientas de cambio social propuestas y recibe beneficios, entre ellos, una canasta de productos y también servicios.
Desde el 2001 desarrollan en diferentes escuelas de la ciudad un programa educativo para chicos de 16 a 18 años denominado “Agora, educando para la democracia”, que tiene el objetivo de crear capital social y fomentar la acción colectiva solidaria entre los jóvenes. Entre julio del 2002 y diciembre del 2003 realizaron 30 experiencias de las que participaron más de 900 estudiantes en una veintena de escuelas. El programa “Agora” tiene tres partes. Primero, se da una clase teórica sobre los temas relativos a la formación ciudadana; después, los alumnos simulan ser actores relevantes del escenario político nacional y finalmente les brindan herramientas para generar y gestionar un proyecto para mejorar el ámbito público.
Rafael Goldberg es el director de interrupción* Nueva York. Conoció a la comunidad en un viaje a la Argentina en el 2001 y se interesó enseguida en comenzar actividades en Estados Unidos. “En febrero del año pasado, nació Social Enterprise LLC, la entidad legal que hoy importa y comercializa sus productos. Trabajamos para promocionar y vender tanto los productos que producimos en la Argentina como las ideas, proyectos y filosofías de interrupción*”, cuenta Golberg. Así planean para este verano la primera edición en Nueva York de enparalelo*, la revista de la comunidad en Buenos Aires. También recrearon el Centro para la Responsabilidad Social y esperan implementar cuanto antes el programa “Agora”. Las razones que esgrime Goldberg, esencialmente, son las mismas que impulsaron al grupo de argentinos. “Es importante que empecemos a educar a nuestros jóvenes sobre el poder que tienen como ciudadanos y votantes, darles una comprensión de cómo pueden ellos, dentro del sistema democrático, crear un cambio positivo. La de Estados Unidos es seguramente la más influyente y poderosa democracia del mundo; pero es también un país manipulado por información parcial y líderes políticos y políticas corruptas. Los americanos son generalmente buenos, pero nuestro gobierno, en el pasado y recurrentemente, condujo políticas y acciones alrededor del mundo que no representan las verdaderas intenciones de nuestra población y nuestro deseo de crear un mejor, más justo y más próspero mundo”, remarcó el americano.
Más información: www.interrupción.net / Niceto Vega 5631, Palermo / 4774-9997.
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