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POR YUMBER VERA ROJAS
Modernas y decadentes, las Chicks On Speed tercian la audacia. Tan incitantes como las puestas del videasta Michel Gondry, el laboratorio pop electrónico de Munich sondea las pistas de baile sobre una base de yeites electroclashers. “Nuestra provocación no es intencional –le dijo Alex Murray-Leslie al No–. Pienso que tiene que ver con todo lo que sucedió en los últimos dieciséis años. Durante todo este tiempo la música rozó los límites, por eso es tan asombrosa e impactante. Cuando nosotras o Peaches nos paramos sobre un escenario, demandamos una reacción de la audiencia. Se trata de dar y tomar: evolucionamos en la medida en que crece la comunicación con el público.”
Junto a la australiana Murray-Leslie, en el grupo participan la neoyorquina Melissa Logan y la alemana Kiki Moorse. Chicks On Speed, prensado en la Academia de Arte de Munich en 1997, publicó el año pasado un nuevo disco titulado 99 cents, que llegó más lejos todavía. “Nos permitió entrar en los países asiáticos y enganchar una mejor distribución. Ahora estamos preparando nuestra próxima producción y posiblemente la estrenaremos en Brasil. Así como en Will Save Us All! sobresalió Glamour Girl, en 99 cents creo que We Don’t Play Guitars está en vista de repetir la hazaña”, asegura esperanzada.
Si una particularidad distingue las presentaciones de este particular triunvirato es el desarrollo de conceptos gráficos y estéticos. Así también será el show en Buenos Aires. “La multimedia tiene un valor importante en nuestro trabajo. La representación visual involucra, incluso, los trajes que usamos y los peinados. Para el recital de Buenos Aires tocaremos con muchos instrumentos digitales. Será muy caótico y ascendente.” Una última experiencia en vivo les dejó su marca: fueron número de apertura en la reciente gira europea de Red Hot Chili Peppers. “Fue increíble participar en la gira y tocar ante cientos de miles de personas. John Frusciante quedó impactado con el show que ofrecimos”, cuenta. Synthpopers, indietronics o indierockers, estas chicas no pretenden comparaciones con las riot girrrl. “Es la primera impresión que se tiene de una chica quilombera. Pero eso ya caducó. La actitud que asumimos es bien auténtica. Lo que expresamos es emoción.”