“LA ESTUPIDEZ” CUMPLE SUS ULTIMAS FUNCIONES
Quiero dinero
La obra de Rafael Spregelburd dura 3 horas y media, pero nunca aburre. Ni abruma, aunque se trate de cinco actores que interpretan, alternativamente, a 24 personajes. Toda una tarea fina.
Por Eugenia Guevara
La acción de La estupidez de Rafael Spregelburd transcurre en Las Vegas o, lo que parece ser peor, en piezas de hotel en las afueras de Las Vegas. Alrededor de una cama matrimonial, un televisor blanco y negro, un teléfono y un frigo-bar, y en un patio que puede verse a través de la ventana se desarrollan cinco historias independientes que por momentos se cruzan, donde cinco actores interpretan al mismo tiempo 24 personajes, maravillosos y patéticos a la vez, durante tres horas y media, con intervalo mediante. Mucho...
Lo que tienen en común historias y personajes: el dinero. Todos van tras el dinero, sea mucho o poco, robado, encontrado o ganado en la ruleta, sucio o limpio. Al fin y al cabo sólo se trata de dinero. Unos raros agentes secretos deben cumplir con la misión (en la voz de Eduardo Aliverti) de vender un cuadro por millones antes que termine de borrarse; una pareja de policías motorizados, Wilcox y Zielinsky, empieza una relación amorosa que se oscurece con la aparición de otro policía y un maletín con dinero; un grupo de novatos jugadores de ruleta con un método matemático para ganar junta, día por día, una cifra en dólares (151), que es al mismo tiempo la cifra que para Finnegan, el científico, contiene la verdad del mundo en la temible ecuación Lorenz. Pero se siente incapaz de revelarla por más que su hijo, productor de música pop, se lo ruegue para obtener dinero y pagar sus deudas. Hay más: un aspirante a actor lleva de una punta a otra de los Estados Unidos a su hermana en silla de ruedas (minusválida, retrasada o muda) y habla por teléfono con su madre que acaba de enviudar y le dice que no está dispuesto a sufrir, porque en la vida “se puede sufrir infinitamente sin que haya lección alguna”. Hay también dos mafiosos sicilianos que intentan, a fuerza de coreografías, convencer a quien esté dispuesto a escuchar sobre el potencial hit de Carola, entre otras situaciones. Cada uno de los personajes de La estupidez tiene entre manos un asunto o un secreto, que seguramente para el resto de los habitantes de esos hoteles de ruta en Las Vegas sería una auténtica estupidez. Aunque todos estén unidos por una preocupación obsesiva por el dinero.
Semejante obra, estrenada el año pasado, transita este mes sus últimas funciones en el Teatro del Pueblo, y no convendría perdérsela. Forma parte de la Heptalogía de Hieronymus Bosch, un grupo de siete obras sobre el tema de los pecados capitales (ya se estrenaron: La inapetencia, La extravagancia, El pánico y La modestia) y es una coproducción de El Patrón Vázquez y el Wiener Festwochen. Durante las dos primeras horas de la obra se ingresa poco a poco en un mundo de fantasía, que recuerda más al cine o a la televisión. Pero lo más fantástico es que se trata de teatro: un teatro moderno que innova y rompe convenciones. Una vez aprehendido el código humorístico, las vicisitudes de cada historia, los personajes y los detalles; después del intervalo, en la parte final, La estupidez explota, y el absurdo se transforma en delirio.
Los cinco actores (Héctor Díaz, Andrea Garrote, Mónica Raiola, Alberto Suárez y el mismo autor y director, Rafael Spregelburd), magníficos cada uno en lo que le toca, entran y salen de la habitación o aparecen en el patio del hotel, cambian de look y de fisonomía para terminar de pintar un muestrario único de personajes. La puesta en escena, el vestuario, la música de Nicolás Varchausky, el ritmo, todo contribuye en la creación de una ilusión perfecta que logra evadirnos de este mundo, para ingresar por tres horas y media en otro. Claro que allí también el dinero mueve al mundo y sus habitantes.n
Funciones hasta el 19 de septiembre, los sábados a las 21 y domingos a las 20, en el Teatro del Pueblo (Av. Roque Sáenz Peña 943). Reservas: 4326-3606. Entrada: 10 pesos. Más información: www.laestupidez.com.ar