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Jueves, 16 de septiembre de 2004

STEPHEN MALKMUS ANTICIPA SU SEGUNDO SHOW EN BUENOS AIRES

“Voy a romper mi guitarra, y después saldré corriendo”

En el 2002 dio uno de los shows más extraños que se hayan visto por aquí, con una media hora final desconcertante. Ahora vuelve para tocar solo y promete algunas versiones de Pavement. “Pero que no se la pasen pidiendo, porque me voy a ofender”, amenaza.

 Por Roque Casciero


Hace poco más de dos años, cuando las “visitas internacionales” escaseaban, Stephen Malkmus llegó a Buenos Aires al comando de sus Jicks y dio un show desconcertante en Unione e Benevolenza. El ex líder de Pavement –banda insignia del rock low fi estadounidense– entretuvo con las melodías pop de su primer y epónimo disco solista, hizo más solos de guitarra que en toda su carrera, se fue al baño entre tema y tema, adelantó algunas de las canciones de lo que iba a ser su siguiente disco Pig Lib y cerró la noche con un “indie karaoke” en el que mezcló fragmentos de canciones de Radiohead, Oasis, los Rolling Stones y los Beatles. Ahora, mientras mezcla su tercer trabajo post-Pavement, Malkmus prepara las valijas para un tour relámpago que lo depositará el 23 de octubre en La Trastienda para los festejos de los cinco años de la productora-sello Ultrapop. Pero esta vez no habrá “indie karaoke”: “Será más serio, aunque tampoco demasiado”, adelanta a través del teléfono. “Viajo solo, sin la banda, para intentar algo nuevo, medio romántico: tocar unos cuantos temas con mi guitarra eléctrica”.
–Pig Lib es más oscuro y más orientado
hacia el rock progresivo que tu primer trabajo. ¿Cómo fue que seguiste esa dirección?
–Hay cinco o seis de las canciones del disco que veníamos tocando en los conciertos y que queríamos que sonaran más pesadas. Queríamos conseguir un sonido psicodélico y duro, en ese momento me parecía algo excitante. No sé por qué, ni siquiera puedo recordarlo. Supongo que me sentía así, que escuchaba determinada clase de discos (se ríe)...
–De Buenos Aires te llevaste unos cuantos vinilos.
–Sí. Estuve buscando cosas raras, bandas olvidadas. Acá, cuando vas a comprar plantas, siempre hay un rincón en el que están las plantas que nadie quiere, plantas viejas o enfermas, y yo voy y compro ésas (se ríe). Y me pasa algo parecido con las bandas.
–¿Compraste discos de rock argentino?
–Ya tenía varios antes de viajar. Bandas de culto como La Cofradía de la Flor Solar, o más populares como Almendra o Pappo’s Blues: esa música es muy loca.
–¿Tu nuevo álbum ya está listo?
–Sí, sólo tengo que mezclarlo. De todos modos, no creo que lo saquemos hasta marzo, porque no vamos a poder salir de gira hasta ese momento. Es un disco raro, con algunas canciones raras y otras de rock fiestero. Pero no son fiesteras y estúpidas... (se ríe). Hay tres canciones con batería electrónica. Alguna gente que las escuchó me dijo que le sonaba como el estilo del punk de los ‘70, del estilo del Do It Yourself, pero como si en lugar de punk nos gustara el rock progresivo. Suena a rock progresivo hecho en casa, no es tan complicado. Y hay tres canciones que suenan a los Jicks, porque toca toda la banda, entonces es más un ensamble.
–¿Todavía te preguntan sobre la reunión
de Pavement?
–No, supongo que la reunión de los Pixies tiene a los periodistas demasiado ocupados (risas). Habría que esperar unos cinco años para que Pavement se convierta en algo como Pixies, y poder salir en tapas de las revistas y tocar en el festival de Coachella. Pero tenemos que esperar nuestro turno.
–De todos modos, cuando se separaron les
estaba yendo mejor que nunca en términos
de ventas y público.
–Es cierto. Pero diez años son suficientes para una banda y era un buen momento para que paráramos.
–¿Seguís en contacto con los ex Pavement?
–Sí, sí. En este momento estoy en Chicago, en casa de Bob Nastanovich, el baterista.
–Aquí se anunció que ibas a tocar “covers
de Pavement”. Pero si se trata de canciones
tuyas, ¿por qué llamarlas covers?
–Siguen siendo mías, es cierto. No sé, como son de Pavement... Supongo que no son covers, tenés razón. Y es probable que toque algunas en Buenos Aires.
–¿Ya sabés cuáles?
–No tengo idea. El público podrá pedir temas y quizá los toque. Pero que no se la pasen pidiendo todo el tiempo o me voy a ofender. Quiero tocar lo que tenga ganas, y después beber y charlar hasta que aparezca alguna canción de Pavement. Después de eso voy a romper la guitarra y ¡saldré corriendo a llorar en el camarín! .

A tres bandas

Radiohead. Malkmus y los Jicks abrieron buena parte de la última gira de Thom Yorke y compañía. “Esos tipos no son estrellas de rock, son muy normales. Enseguida nos llevamos bien, son buena gente. Quizás el cantante actúe más como una estrella rara, pero aun así es un tipo amigable. Son una gran banda.”

Coldplay. El cantante Chris Martin dijo que había compuesto Yellow, su primer hit, después de ver un concierto de Pavement. “Sabía eso porque el cantante está casado con Gwyneth Paltrow, que es muy amiga de la ahijada de mi tío. En la boda de esta chica, Chris Martin y Gwyneth Paltrow vieron que mi tío se llamaba Malkmus y querían hablarle todo el tiempo porque les gusta mucho Pavement. Así que mi tío se sentía el tipo más cool de la boda, porque había gente famosa que quería conversar con él.”

Blur. En la época de Song 2, Damon Albarn se lo pasaba hablando de la influencia de Pavement. “Los conozco desde hace rato, supongo que es cierto que influimos en ellos. Con un poco de suerte, otras bandas tendrán influencia de Pavement y eso hará que nuestro nombre sea tratado con respeto en la historia de la música... (risas).”

 

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