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Jueves, 3 de febrero de 2005

FEBRERO DE CARNAVAL

En busca del feriado perdido

 Por Eugenia Guevara

Desde que empezó el verano, en las esquinas, plazas o parque de cada barrio se ven o se escuchan los preparativos de las 120 murgas que existen en Buenos Aires, de larga tradición de carnaval. Ensayan sus desfiles, canciones críticas y pasos de baile, esperando los sábados y domingos de febrero, en los que se realizarán los corsos libres y gratuitos. Diego Robacio, de la Agenda Murguera e integrante de Gambeteando el Empedrado, cuenta que hoy tiene 50 integrantes y ensaya en Barracas cuatro veces por semana: “En verano se terminan las letras. Más que nada se trata de una composición grupal, donde cada uno aporta una estrofa. Algunas son más personales, pero en la fiesta a nadie le importa quién la escribió. Este año, nuestra canción crítica tiene que ver con el acuerdo con China. Es una crítica humorística sobre las cosas que podrían pasar”.

La canción de Los Endiablados de Villa Ortúzar, de ocho años y 120 integrantes, que echó raíces en ese barrio porque “tenía el espacio vacío y necesidad de algo movilizador”, según su director y letrista Marcelo Luna, habla de la farándula y la televisión. Los Amantes de La Boca suma más de 250 miembros y existe desde el ‘92, cuando los jóvenes que habían integrado murgas de chicos se juntaban en las esquinas sin resignarse a que el barrio no tuviera una y decidieron crearla. Preparan una canción sobre la deuda externa: “Este año es especial porque los más grandes vamos a dejar hacer a los más chicos. La canción crítica es una historia irónica de la deuda externa, yo les tiré las líneas y los pibes quisieron armarla desde los milicos; por eso empieza con el Proceso, sigue Alfonsín, después Menem”, cuenta Facundo Carman, letrista.

Cada murga es diferente, por su cantidad de miembros, sus instrumentos (estas tres, sin embargo, levantan el estandarte de la murga tradicional porteña: bombo con platillo), sus bailes y sus trajes. Gambeteando el Empedrado ensaya coreografías y Los Endiablados de Villa Ortúzar incluyen disfrazados coloridos en el grupo. La treintena de murgas que venía trabajando desde los ‘90 hizo una primera marcha de carnaval en 1997. Ese fue para Robacio el punto inicial que terminó con la declaración de las murgas como “patrimonio cultural”; la creación de la Comisión de Carnaval, que organiza los corsos, da permisos de ensayo y lleva un registro oficial; y sobre todo, con la ley de junio del 2004, que recupera en la ciudad los feriados de Carnaval nacionales (lunes y martes de esa semana) que anuló la dictadura de 1976. Y aunque los murgueros señalan la relatividad del feriado conseguido (es municipal, el sector privado no está obligado a acatarlo), muchas cosas cambiaron. También lo marca Facundo Carman: “Empezamos en el ‘97 con las marchas por el feriado. Jamás pensé que iban a darlo. Sucedió cuando nos conocimos las caras. Hoy tenemos una convivencia que no se da ni siquiera en el rock. No lo puedo creer, es una lección que me dio la vida”.

* Los corsos se llevarán a cabo en puntos de cada barrio los sábados de 20 a 1 y los domingos de 19 a 24. El lunes a las 18 en la Plaza delCongreso y el martes la tradicional a las 18, desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, se marchará por el feriado nacional.

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