Por Hannibal Puesto

Hasta hace un ratito nomás, a las autoridades lo único que les preocupaba de las costumbres jóvenes era el consumo de marihuana. Bueno... y el de cocaína. Bueno, quizá también el bicho, el cartoncito, el popper, la pasta base y el poxi-ran. Pero las noticias de los últimos días vienen a confirmar que a más de uno se le escapa la tortuga: la muerte de un pibe por aspirar el aerosol para deportistas Algispray, las intoxicaciones por mezclar “bebida cola” con anestésico de animales, demuestran que mientras los prohombres de la sociedad elevan gritos al cielo por una plantita jamaiquina, la facción más ultra de los puestos anda reventándose con verdaderas porquerías. Preocupada por el tema, la División de Investigaciones Sanitarias de la Logia llevó a cabo un estudio de campo que demuestra que hay pibes que están muy, pero muy mal, y hacen uso de sustancias auténticamente peligrosas. Como éstas:

* Piedritas para gatos. La masticación de este clásico producto para el baño de los felinos produciría un estado eufórico inigualable, aunque también un intenso espumeo bucal y cierta tendencia a maullarle a la luna. Algunos probaron con piedritas usadas, pero mejor no hablar de eso.

* Yerba Mate Andresito. Ante la usual sequía capitalina del período estival, algunos extremistas se animaron a armar algo con esa poco conocida marca de vegetal matero. Todavía están tosiendo.

* Figuritas de Floricienta. El descubrimiento de que cada sobre contiene un cartoncito perfumado llevó a que un par de sacados en busca de experiencias psicodélicas se lo metieran bajo la lengua. Dicen que vieron cosas muy fuertes, pero la boca aún les huele a desodorante de baño.

* Glucolín. Era inevitable: el polvillo con el que suele cortarse la merca es barato y legal. Pero sus cultores no caen en un frenesí acelerado sino en coma diabético.

* Detergente para platos. La variante fue descubierta por accidente, cuando alguien aspiró sin querer una de esas burbujitas que salen del pomo. Según los fanáticos de esta peligrosa costumbre, el detergente con aloe vera haría parecer a Sgt. Pepper un disco de canciones infantiles.

* Cóctel de speeders. Para espíritus fuertes: algunos testigos afirman que en la última Creamfields hubo quien mezcló todas las marcas existentes de bebida energizante, se lo clavó de un trago, salió echando humo por el culo y no paró hasta Ezpeleta.