En otra coyuntura hubiese sido un festival más y tal vez de poca relevancia cuantitativa pero, ante la abstinencia rocker post-Cromañón, el Baires Beer Festival adquiere al menos la chapa de ser el primero en su tipo en realizarse en Capital Federal, luego de la tragedia. Con promisorio bautismo el año pasado y destinado, como expresión de deseos, a convertirse en el festival de la cerveza “más importante de Latinoamérica”, ya tiene fecha y diversión garantizadas: 25 y 26 de febrero en La Rural. “La moda de los festivales pasará y veo a la fiesta de la cerveza como un evento pequeño. Para mí sólo quedarán los más importantes, porque la gente gusta más de los conciertos de bandas solas”, sostiene, expeditivo, Willy Piancioli, cantante de Los Tipitos. Para Pini, de Caligaris, la expectativa es otra. “Es importante para nosotros tocar en Buenos Aires, porque desde el interior se nos hace difícil. Presentar Grasas totales –segundo disco– en un evento de esta magnitud es un gran paso.”

Como ocurre cuando se encuentran, Pipo Cipolatti acompañará a los cordobeses en el divertido Mis tres amores, carta de presentación inevitable de Caligaris. “Debemos ir demostrando que los recitales de rock no son peligrosos y no dejar que se genere ese prejuicio en la gente. Lo que sucedió pudo haberse dado en una iglesia, en un supermercado o en una guardería. Lo peligroso es la estupidez, no los recitales”, remata Pini. Ambas bandas animarán las jornadas junto a Kapanga y Turf, pero no sólo habrá música: los organizadores dispusieron una ciudad temática con un parque cervecero que incluirá un bar para rubias, negras, ligeras, más o menos fermentadas, inglesas o puesteras y una ambientación con réplicas edilicias porteñas (un mini-obelisco, por ejemplo) más un monumento al chopp, juegos mecánicos y semáforos reales.

Además está previsto que entre las 3 y la 7 de la madrugada –las puertas abrirán a las 19– suban a escena Dj’s y animen raves acuíferas después de los spechees: actividad de raigambre alemana que consiste en partir un barril de cerveza al medio para empapar a la gente. “Yo voy para atrás en ésta: hace 11 años, 10 meses y 16 días que no tomo una gota de alcohol, pero está bueno tener nuestra propia fiesta de la cerveza, como ocurre en todas las capitales del mundo”, admite el Mono de Kapanga. La banda de cumbia-rock se presentará el viernes a las 12 de la noche con un set similar al que dieron en Cosquín y Gesell. “Tocamos en todos lados, y no sé si está tan bueno que estemos en el primer festival post-Cromañón en Buenos Aires, pero vivimos de esto y necesitamos trabajo”, remata el Mono entre el lamento y la realidad.