POR Y.V.R.

Ante una discografía por momentos mediocre, el nuevo trabajo de Faithless, No Roots, se convirtió en una inesperada sorpresa. Con excepción del notable debut Reverence y el ínterin que significó Back to Mine, la banda diseñada por Sister Bliss y Rollo Armstrong sustenta su obra en algunos momentos finitos de imaginería, el respaldo de un aparato mediático y la religiosidad del hit. No obstante, es una de las referencias grupales del dance en formato de banda –junto con Massive Attack o Saint Etienne–, incluso precedente de los fantásticos Scissors Sisters o LCD Soundsystem. En abril próximo saldrá a la venta una compilación con sus principales éxitos que llevará por nombre Faithless Forever, que incluye tres temas inéditos y que presentarán en la Argentina en su visita como acto central del Southfest Buenos Aires, el 9 de abril.
Advierte Maxi Jazz, el penumbroso vocalista de la banda: “El corte del recopilatorio será Acky Boom. Es una canción divertida, muy próxima al reggae. La estaremos presentando en nuestra gira entre abril y mayo. Espero que éste sea un año muy productivo”. No obstante, el corte Mass Destruction despuntó como su caballito de batalla en América, especialmente en los Estados Unidos. A la vez que en algunas fiestas porteñas se puede escuchar la remezcla de DJ Zink. La carga política del corte es un atractivo plus, y sirve como vitrina de lo que líricamente ofrece el álbum. Alguna vez dijo Sister Bliss: “No Roots es nuestro disco más escuchable. Musicalmente es el más ambicioso y líricamente el más poderoso. Esto es música dance inteligente”. Tras una década de trayectoria, una docena de sencillos, tres álbumes de remixes y cientos de shows en todo el mundo, Faithless ha balanceado sus canciones entre la genialidad lírica de Muhammad Ali o su himno gospel Don’t Leave. Aunque también hay espacio para cadáveres exquisitos como God Is a DJ.
Este corte fue su carta de presentación en América latina, y muchas otras partes del mundo. El tema, incluido en el álbum Sunday 8pm, apareció en el preciso instante de la concepción del DJ como nuevo ídolo en la Argentina. Coincidió acá con la Rave Sudamericana organizada en Parque Sarmiento y con el despunte de quienes hoy se convirtieron en las puntas de lanza del dance nacional. Miguel Silver, uno de los abanderados criollos en el arte de las bandejas, señala: “El God Is a DJ es una frase subjetiva y exagerada. Es una situación de la gente, que se deja llevar por el DJ. Cuando ocurre eso, es fantástico. El DJ tiene el poder de transportar en ese instante”. Para Fabián Dellamónica, uno de los partícipes de esta nueva edición del Southfest, la connotación es otra. “Esa frase me da risa. Me remite algún tipo de egolatría. Creo que ya pasó ese momento de exaltación y omnipresencia del DJ.”
Bad Boy Orange se remite al auge del God Is a DJ en la Argentina. “Al principio veía a las minas con remeras que llevaban puesta esa frase en la espalda. Era re-boludo. Pero no vivíamos el mismo momento que atravesaba el dance europeo, y se les ocurrió una frase finalmente buena. El DJ es la persona que decide el momento justo de la noche. La idea omnipresente del DJ no es real.” Para DJ Buey, la frase es también exagerada. “El DJ tiene que ser respetado. Es toda una pose decir que el DJ en algún punto es Dios.” Al mismo tiempo, Dellamónica piensa que Faithless es uno de los cinco o seis artistas que despiertan interés en el público. “Si bien no me gusta, creo que junto con The Chemical Brothers, Groove Armada, Fatboy Slim o Paul Oakenfold son exponentes convocantes.” Para Silver, el atractivo de la banda británica radica en Sister Bliss. “Ella es DJ y es la que le da color al grupo. Y eso tiene un efecto muy fuerte.”
BBOrange apunta a lo atractivo de su visita: “Ha sido cabeza de cartel de festivales importantes en Europa y su tema Mass Destruction alcanzó interesantes remezclas. Me parece una buena ocasión para verlos”. Sin embargo, DJ Buey cree que el giro del grupo ha sido notorio: “Me parece una de las bandas electrónicas de formato rock más llamativas, aunque ha ido abriendo en cuanto a su característica primaria. Sin duda, lo más interesante de Faithless radica en Sister Bliss”.