ENTREVISTA EXCLUSIVA CON LA RENGA
Por primera vez para un medio gráfico, la banda más convocante del país ofrece su honesta mirada sobre el acontecimiento que marcó al rock de estas pampas para siempre. Mientras el Tanque da unas vueltas por ahí; Tete, Chizzo y el infaltable Gaby se sientan a conversar con el No sobre la tragedia de Cromañón. Además repasan el último show en Vélez, analizan el tema que le hicieron a Pappo, hablan de su relación con León Gieco y Callejeros, cuentan el próximo disco y reflexionan sobre la vuelta del Indio Solari a los grandes escenarios. Más no se puede pedir.
POR ROQUE CASCIERO Y MARIO YANNOULAS
Hace menos de un minuto que comenzó la entrevista con La Renga y Tete Iglesias (bajo) ya pronunció la palabra Cromañón. Es habitual que en una conversación sobre rock aparezca la tragedia en la que perdieron la vida 194 personas durante un show de Callejeros, pero ésta es la primera vez en la que el trío de Mataderos menciona el tema para un medio gráfico. Y ni siquiera hizo falta una pregunta directa, como si estuviera claro de antemano que se iba a hablar de Cromañón y sus consecuencias. Pero el comienzo de la charla fue sobre los recientes shows de La Renga, teñidos de realidad (ver aparte), y sobre el próximo disco, en proceso de creación. La banda piensa repetir el método que usó en Detonador de sueños: grabar en su sala de ensayo, con un sonido “netamente ambiental” que recuerda al de los conciertos. “No creo que nos vayamos muy lejos de donde llegamos con nuestro estilo”, adelanta Chizzo (voz y guitarra). “Hubo temas del disco anterior que sonaron más pesados porque fueron el resultado de una época agitada. Me parece que el momento que estaba pasando el país influyó mucho en la bronca y en la energía que tiene Detonador... El próximo quizá no sea tan violento. Va a tener su garra y todo, pero no va a tener esa carga.” Mientras Tanque (batería) da vueltas por la sala y sólo se acerca para saludar, concentrado en otros menesteres, Tete dice que el concepto del álbum tendrá que ver con el lugar en el que está parada la banda. “Medio que lo de Cromañón descolocó todo”, apunta Chizzo. “Igual estamos haciendo canciones. Siempre hay que crear, no se puede interrumpir la creación, pero eso desestabilizó.” Y Tete completa la idea: “Creo que lo de Cromañón va a influir notoriamente en el próximo disco de La Renga. No sé si en las letras, pero en la onda del disco, seguro”.
–¿Por qué no hablaron antes sobre la tragedia?
Tete: –Respondimos a través de nuestra página de Internet y, más que nada, con actitudes. Nosotros no teníamos pensado tocar en Vélez, para esa fecha planeábamos empezar a grabar el disco, pero sentimos la necesidad de hacer el festival. Preferimos eso antes de salir a dar notas...
Chizzo: –Aparte, fue como una catarata de opiniones, de las cuales muchas eran ridículas, y lo que podíamos decir nosotros iba a ser algo más... Por eso pensamos en hacer algo más que en decir.
Tete: –Leímos declaraciones que nos pusieron mal, porque había gente que fue a tocar a Cemento y a Cromañón, y que nunca se había quejado por nada, y que de repente aparecía quejándose. No era necesario salir a hablar. Nuestra historia tampoco es de hacer muchas notas, pero lo hemos hablado con los chicos con los que nos cruzamos, o hemos dicho lo que pensábamos en la página. Nosotros tenemos otra comunicación con los chicos, nos manejamos con otra historia.
–¿Cómo recibieron la noticia?
Chizzo: –Fue un bajonazo, no lo podíamos creer.
Tete: –Aparte de la amistad que tenemos con los Callejeros, muchos chicos que trabajan con nosotros también trabajaban con ellos. Sonidista, iluminador, asistentes... Apenas nos enteramos, con el Gordo (Gaby, manager) nos fuimos para allá. Llegamos a los diez minutos; uno de los chicos nos llamó porque estaban sus hijos adentro. En ese momento íbamos pensando en un incendio, sin saber de heridos ni de muertos. Y nos encontramos con una pesadilla.
Gaby: –Fue algo que nos marcó mucho y habrá que ver por qué lado va a aparecer.
Tete: –Ya nada va a ser igual. Estas 194 personas ya no están más, así que ya cambió todo.
Gaby: –Me parece que toda la sociedad tiene que hacer una autocrítica y que nadie está haciéndola.
Chizzo: –Todos los músicos tocamos en Cemento. Muchas veces le dije a Chabán: “Mirá cómo están los camarines, los baños...”. Y como éramos rockeros nos la bancábamos, y al otro día íbamos a tocar de nuevo. Aunque todo estuviera hecho un desastre, yo iba y tocaba, entonces yo también soy responsable. Pero todos los que hablaron también fueron a tocar, porque Cemento fue como un templo para el rock argentino, la historia del rock pasó por ahí. Y todos salieron a hablar mal de Chabán y de Callejeros...
Gaby: –La verdad, yo nunca vi a una banda parar un show cuando se prendía una bengala. Todos los que salieron a criticar a Callejeros por lo que la banda no hizo tendrían que ver qué dejaron de hacer ellos.
Chizzo: –Después de Cromañón, todos los boliches fueron clausurados, o sea que podías estar haciendo un karaoke, había un cortocircuito y se prendía fuego todo. No es que es culpa del rock. Ahí entra la municipalidad, los que habilitan los boliches, todos...
–¿No les parece que el uso de bengalas en los conciertos se había ido de las manos, incluso antes de lo de Cromañón?
Chizzo: –Sí, en un momento se descontroló. Cuando empezaron a usarse no pasaba nada y eran vistosas, a la gente le gustaban. Se trasladó del fútbol al rock. El rock se futbolizó... En las canchas de fútbol se siguen prendiendo. En el segundo de nuestros shows en Vélez prendieron una durante el último tema, Hablando de la libertad. Habíamos puesto quinta, estábamos al palo, y tuvimos que parar. Me recontra calenté... Ahora hay una norma de que hay que parar, pero lo paramos por respeto a los sobrevivientes de Cromañón.
–Hubo músicos que dijeron que lo de Cromañón les pasó a Callejeros, pero que podría haberle pasado a cualquiera. ¿Están de acuerdo?
Gaby: –A cualquiera y en cualquier ámbito. Como sociedad tenemos que hacernos un replanteo y pensar qué estábamos pasando en ese momento. Tenemos que cuidarnos solos porque, lamentablemente, nadie nos cuida. Si un lugar se prende fuego dos veces, la responsabilidad pasa por un tipo que tiene que clausurarlo, pero también por el que lo vio y no lo denunció. Todos tenemos responsabilidad.
Chizzo: –Si ven el DVD que hicimos de Huracán, parece que hubiera un plato volador en el medio y las bengalas, que son como estrellas, alrededor. Daban una cosa muy pintoresca que está buenísima y se dejaba de lado el peligro que pudieran ser. Pero nunca falló nada, tal vez porque era al aire libre.
Tete: –En Huracán se sacaron un montón de bengalas, pero la última hora de entrada es más difícil de controlar. Tiene que pasar por los chicos el hecho de no llevarlas.
Chizzo: –La gente también las llevaba inocentemente, pensaba que no hacían nada.
–¿Hoy sería igual?
Chizzo: –No, porque sufrimos un golpe que nos hizo perder la inocencia.
Tete: –El tipo que prendió la bengala en Vélez no tuvo conciencia de todo lo que pudo afectar con eso. O le habrá importado un carajo todo...
Gaby: –Nuestra postura es diferente, a nosotros sí nos importa, pero cada uno es responsable de sus actos. Podemos transmitirles algo a nuestros seguidores, pero no imponerles un pensamiento.
–¿Están de acuerdo con las medidas de seguridad que se tomaron después de la tragedia?
Tete: –Son desmedidas, porque el gobierno no tiene idea de nada. No existe, todo lo que hace es una porquería... Salieron a joder, a hacer más difíciles las cosas.
Gaby: –Igual, la responsabilidad no pasa por el gobierno sino por cada uno de nosotros.
–¿Creen que las próximas elecciones pueden cambiar algo el panorama?
Tete: –No tenemos quien nos represente, aunque yo tal vez tenga alguien a quien votar esta vez. Pero creo en los pequeños emprendimientos. Me encanta la política porque a partir de ella se podría generar que todos vivamos mejor. Estoy en la asamblea, en la cooperadora de la escuela de mi hijo, y creo que todo lo que quiero políticamente para mi familia y para todo el mundo va a nacer de a poquito. En Mataderos vamos a un club, el Sol del Plata, donde vamos a lograr algo para el barrio. No creo que vayamos a cambiar el mundo ni mucho menos, pero por ahí conseguimos sacarles sonrisas a los pibes.
Gaby: –Los políticos dividen para reinar. Lo del cacerolazo no fue cosa de los ahorristas sino de todo el país. Y después se lo tiraron a los ahorristas para dividirnos.
Tete: –Y ahora están poniendo a los compañeros del Garrahan en contra de la sociedad porque quieren ganar un poco más.
–¿Qué va a pasar con el DVD de Huracán?
Tete: –Es difícil, porque estamos con la cabeza partida al medio. Por un lado, lo vemos y no podemos creerlo, pero también pensamos en todo lo que pasó después...
Gaby: –Si sale ese DVD, eso no justificaría que vuelva a haber una sola bengala. Y si hay algo malo que puede provocar el DVD, es justamente eso. Pero también puede hacer que la gente tome conciencia de cómo era antes y del peligro que eso representaba. De todos modos, el DVD es un hecho artístico.
–¿Qué piensan del pedido de los padres de las víctimas para que León Gieco sacara de su disco la canción que había grabado con Pato Fontanet?
Chizzo: –Aunque lo queremos muchísimo, no me gustó la actitud de León de sacar el tema del disco.
Tete: –Nosotros no lo hubiéramos hecho.
Gaby: –Cada tema nuestro es un hijo, y lo amamos y lo apoyamos como tal. Escuché que León dijo que era una canción más y me dolió muchísimo, porque nosotros sentimos distinto. Me molesta la censura en todos los casos: que alguien venga y decida por lo que vos ya decidiste es tremendo, pero también tenés que bancarte lo que decidís.
–Si saliera el DVD, ¿se bancarían que los
padres de los chicos de Cromañón les pidan que lo retiren?
Gaby: –Si decidimos que salga, sale y punto. Si recibimos presiones, podremos entenderlas, pero ya lo habremos analizado mil veces antes de publicarlo o no.
–¿Cómo fue pasar de aquel Huracán lleno de bengalas y banderas al Vélez post-Cromañón?
Chizzo: –No noté un cambio tan grande. O sea, hay algo que falta, que es la luz de la bengala, pero la gente salta, baila y canta igual.
Gaby: –El protagonismo de la gente es el mismo. Si vos ibas a ver a los Redondos y a Soda Stereo, el público de unos tenía una forma de expresarse diferente de la de los otros. Y no había bengalas de por medio. La gente que viene a ver a La Renga se caracteriza por una forma de expresarse, pero la bengala no era la única forma de expresarse sino un elemento más. El fervor más grande es otro, la comunicación entre La Renga y el público va mucho más allá de una luz.
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