Jueves, 22 de septiembre de 2005 | Hoy
LLEGAN LOS SKATALITES, CREADORES DEL REGGAE Y EL SKA
Son inventores de la música que Bob Marley convirtió en bandera del rastafarismo. Lloyd Knibb, el histórico baterista, habló con el No.
Por Santiago Rial Ungaro
“Soy el creador del ‘New Beat’”, dice desde su casa Lloyd Knibb, el baterista de los Skatalites. Y ahí están los discos para confirmarlo: junto a la formación original de la banda que “inventó” el ska (en la que también estaban el saxo alto de Lester Sterling y el contrabajista Lloyd Brevet), Lloyd Knibb logró darle forma a una mixtura de jazz, calipso, mento, rock, música afrocaribeña y R&B, un nuevo pulso que aún conocemos como ska. Con su jazz bailable y caribeño, los Skatalites son una banda madre, que mientras los Beatles generaban la beatlemanía, inventaba desde su nombre (cruza entre los satélites y la palabra ska, onomatopeya del sonido de la guitarra rítmica) un nuevo estilo. A su vez, cuando en 1965 se separaron, de alguna manera se multiplicaron, ya que casi todos ellos fueron pioneros de un nuevo ritmo: el reggae.
En 1966, Knibb abandonó la música popular para tocar en cruceros turísticos, pero basta escuchar el glorioso primer regreso de la banda (African Roots de 1975, con invitados como Ernest Ranglin, Augustus Pablo y Ras Michael y una gloriosa versión dub con mezclas de King Tubby) para entender que se trataba de una banda que supo tener la complejidad de una orquesta bailable y la crudeza del punk (pregúntenles si no a los Clash o LFC) y que, aunque se caracterizó por sus potentes instrumentales (entre ellos, el tema de James Bond), grabó infinidad de canciones. De hecho, en Buenos Aires va estar la cantante Doreen Shaffer.
Fueron artífices en las míticas sesiones hechas para el sello Studio One, así como de unas 150 sesiones donde los Skatalites acompañaron a los Wailing Wailers, por entonces héroes del teenpop jamaiquino. Algunos habrán escuchado estas ediciones que salieron equívocamente bajo el nombre de Marley & The Wailers, y que marcaron el nacimiento de la máxima leyenda del reggae. Allí estaban, como banda de acompañamiento, los inefables Skatalites: “Nosotros le enseñamos a Bob. Eramos jóvenes, pero ellos eran más jóvenes que nosotros. Así que les decíamos si estaba fuera de tiempo o fuera de tono. Yo era el baterista del estudio: grababa con todos. Así que les enseñábamos a ellos nuestra forma de tocar. Bob era un buen pibe, tranquilo, lo mismo que Peter Tosh y Bunny Wailer. Más adelante, Bob volvió a grabar algunas de esas canciones, pero más lento”.
Tal es el caso de la archiconocida One Love, inicialmente un hit a ritmo de ska, o de Put it on o Simmer Down. Los Skatalites aparecen como banda de estudio de aquella época, ya que no era un grupo cerrado sino un combo articulado en función de la disponibilidad de los músicos o las necesidades del productor. Knibb atribuye su estilo al hecho de que frecuentaba las reuniones de Sam Brown en Spanish Town Road y Weststreet Corner: “Llevaba mis percusiones a esas reuniones; la gente cantaba y yo tocaba los tambores burru (mezcla de calipso con tambores rasta). Eso me enseñó mucho. Fui el creador del nuevo beat, porque era el único que podía tocar varias voces a la vez. Pero también fue importante Clement Dodd (director de Studio One, verdadera usina musical por donde pasaron los genios del dub, el reggae, el rock steady y una suerte de Vito Corleone de la música jamaiquina que se hacía llamar “Sir Coxsone”).
“Si no estábamos tocando, íbamos al estudio. Pasaban cosas ahí. Estaban Prince Buster, Ernest Ranglin. En una época, Bob vivía en el estudio. A veces nos hacía entrar a las 10 de la mañana y capaz que estábamos ahí 24 horas.” ¿El nuevo beat salió porque estaban cansados? “No, no estábamos cansados. Sabíamos que teníamos un gran poder con nuestra música, pero teníamos muchos fans que eran más viejos, así que le bajamos un poco la velocidad para que pudieran ‘rockear’ el ritmo. Eso lo hicimos en el estudio: le bajamos el tempo y lo llamamos ‘rock steady’. Después le bajamos el tempo de nuevo, y lo llamamos reggae.”
Algunos señalan la independencia de la isla en 1962 como el comienzo, pero con los Skatalites la música jamaiquina se independizó y empezó a serpotencial. A mitad de los ‘60, la banda se separó (unos siguieron en Soul Brothers, con Roland Alphonse; otros siguieron con Tommy McCook al mando como Tommy & The Supersonics), y durante los ‘80 y los ‘90 demostraron en cada regreso que la llama seguía intacta. En 1996 ganaron un premio Grammy al mejor álbum reggae con Hi Bop y en 1997 con Greetings from Skamania. A pesar de las inevitables bajas (Don Drummond, Roland Alphonso, Jackie Mitto y Tommy McCook pasaron a mejor vida), la banda supo reforzarse con músicos de primera línea (como el saxofonista Cedric “I’m” Brooks, ex de Count Ossie) y sus últimos álbumes (como Ball of Fire, de 1997, donde hacen remakes de canciones viejas) han mantenido el swing y la simplicidad de los verdaderos maestros, confirmando lo sabido: nadie mejor para tocar un género que sus creadores.
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