En la misma semana de julio 2003, a Dylan Mills, alias Dizzee Rascal, le pasaron dos cosas: salió su debut Boy in da Corner, que luego ganó el premio Mercury (el más prestigioso de la música inglesa) y recibió seis puñaladas durante una visita a Chipre. “Fue un tiempo loco”, dice ahora el rapero y productor de 20 años, que tocará aquí el segundo día del Festival BUE. “Pero, por otra parte, esa clase de cosas ocurre a menudo en el lugar del que vengo.” Es que el pibe salió de Londres Este, donde la violencia entre gangs es moneda corriente, y tiene antecedentes policiales por robarles a los delivery de pizza y haberse cargado un par de autos. Pero gracias a un profesor descubrió su talento para la música y a los 18 ya tenía listo su álbum debut, que tomó al Reino Unido por sorpresa: Dizzee rapea con el acento de su barrio historias violentas que no glorifican ni ofrecen moralejas, sobre bases que tienen tantas influencias del hip hop yanqui como del UK garage y el drum’n’bass. Son tracks duros, filosos, machacantes, que te dejan con las ganas de más. Pero Dizzee cumple: el año pasado volvió con Showtime. “Siempre tuve la esperanza de que el primer disco llegara a mucha gente, pero en realidad no podía imaginármelo”, recuerda. “Cuando hice el segundo, debido al éxito del primero, sabía que no quería marginar a nadie. Tengo una actitud de ‘tómalo o déjalo’, pero me gusta que mucha gente se sienta excitada con mi música.”

–Antes de que saliera tu primer disco, Mike Skinner (alias The Streets) dijo que vos eras el futuro de la música. ¿Fue sólo un cumplido o pensás que hay algo de cierto?

–Espero que las dos cosas. Definitivamente es un cumplido que nunca olvidaré. Esto lo hago por diversión, pero obviamente no sólo para mi diversión sino para la de todos los demás, también. De todos modos, espero poder dejar mi marca en la historia de la música.

–¿Cómo está hoy la escena de hip hop y garage en Inglaterra?

–Vas a encontrarte con gente que dice que estamos en un punto bajo, porque todavía es un poco pirata, underground, y hay mucha hostilidad. Pero existe mucho talento, así que sólo se trata de que los artistas puedan trascender y mostrarle su música al mundo. Y eso es lo que vamos a hacer con Dirtee Stank, mi sello. Firmé a dos grupos fantásticos: Klass-A y Newham Generals, ya los van a escuchar.

–Después de haber ganado el Mercury y de vender miles de discos, ¿todavía te considerás un problema para Tony Blair, como dijiste alguna vez?

–(Se ríe) Esa frase fue demasiado citada, pero no la dije en el sentido en el que fue tomada. Creo que Tony Blair ya tiene unos cuantos problemas... Lo que yo quiero hacer es continuar haciendo música dura y seguir entreteniendo a las masas.

–Tus letras reflejan la realidad social en la que te movés. ¿Aparecerán los ataques terroristas a Londres en las rimas de tu próximo álbum?

–Quizás. Hasta ahora no han aparecido. Hablo sobre algunos problemas del mundo, pero todavía estoy en los comienzos del disco. Y está sonando realmente bien. De todos modos, Londres es una ciudad muy fuerte, no nos resulta extraño que haya bombas. Si hubiera sucedido en cualquier otra parte de Inglaterra, creo que habría sido mucho más difícil para la gente. Obviamente, la ciudad se veía mucho más vulnerable. Hubo un período difícil porque no podemos ignorar una mierda como la que sucedió, pero todo volvió a la normalidad.