-“Este tema lo compuse cuando mi hermano, que había jugado al fútbol toda la vida, estaba entrando a una clínica de rehabilitación. Es para todos los que alguna vez estuvieron en el pozo y salieron, o que aún lo están” (el pelado Cordera, explicando el origen de El baile de la gambeta e iniciando una pared ultraafectiva con Maradona, que la devolvió con creces. Pijama, pelotita y baile. Gran momento). “Más que como futbolista, es un ejemplo como humano” (remató bien Cordera, después el Diego besó a los ocho).

-“Esta canción ya no es más ni de Las Manos, ni de Bersuit... es de ustedes” (¿Cuándo Sr. Cobranza fue de Bersuit?).

-“La carne de Bush pronto nos visitará en nuestra ciudad feliz” (Cordera antiimperialista, después de tocar Tuyú).

-“Vamos a dedicarles este tema a las 193 víctimas de Cromañón. Como dice la canción que anda por ahí, a los pibes los mató la corrupción y los mató también la negligencia. Espero que esa tragedia sirva para aprender a cuidarnos entre nosotros, porque está visto que no nos cuida nadie” (Topper blancas y sucias al cuello, mutis colectivo y seriedad. Andrés Ciro rompió el hielo sobre Cromañón y le dedicó la bella Muy despacito a los callejeros muertos).

-“No rompan las pelotas con las denuncias, muchachos. Bien que muchos deben estar moviendo el culito ahora... si no son amargos de verdad” (Ciro, amotinado contra los vecinos adinerados de Libertador, por los límites que impusieron –vigilantes– al horario del festival. La arenga fue intro de El farolito. En las veredas colindantes, técnicos del festival medían el sonido ambiente que no podía pasar de los 110 decibeles, y andaba apenas por los 85).

- Primero fue Unión de Santa Fe, luego el Pepsi y ahora la cancha de Boca. Los Piojos descartaron los intensos rumores que corrían sobre una posible separación y anunciaron una tocata xeneize para el 10 de diciembre. (¿La larga ausencia habrá sido sólo por los meniscos rotos de Ciro?)

- “Quiero saber, Ibarra, si los culpables fueron encarcelados” (El Mono de Kapanga le agregó una frase clave al último hit de Kapanga, Desesperado. Y terminó el show con los puños en alto y un estatuita del Gauchito Gil en su mano derecha. El 19 de noviembre, el grupo vuelve a Obras para celebrar sus diez años de existencia).

- El que tampoco faltó a la cita fue el camionero Moyano, de la CGT, que uno de los primeros días cruzó sus camiones (obviamente de Pepsi) en la puerta del festival a modo de manifestación.

- “Antes nos hacían más preguntas, loco. Si no quieren saber nada de nosotros, nos vamos... casi dejamos la sangre, ¿y no nos van a preguntar nada? Ah, ya no vivo más en la pizzería, ahora vivo con mi hija” (El Mono, dibujando algo para decir ante una conferencia de prensa despoblada y poco curiosa). Nota: para el próximo Pepsi convendría contratar a unos cuantos periodistas preguntones para que las cámaras puedan aprovechar el momento.

- “A los que se roban el país mientras la gente se muere de hambre” (Manuel, de La Mancha de Rolando, salió con los tapones de punta contra los políticos. Menem y Macri, los más silbados). Poco antes de terminar, dijo: “Nos vemos en noviembre ahí enfrente, donde está el cartel de Coca-Cola”, ante las risas de todo el estadio.

- “El rock no tiene la culpa de ningún quilombo en el mundo. Esta es gente de paz, y lo estamos demostrando” (Manuel de La Mancha de Rolando no se olvidó de Cromañón... tampoco de tres argentinos hasta la pata, antes del estupendo folklore Vagabundear). “Aguanten Larralde, Iorio y Cafrune.”

- Este tema va dedicado a la Bersuit, que nos dio una gran mano cuando sólo nos venían a ver cien personas” (Eduardo Schmidt, de Arbol, entrególa versión coral de Ji ji ji a la gente del Pelado, y arrancó el primer pogo vocal de la historia del rocanrol).

- “Argentina” y “Gracias Argentina” (fue lo único que dijo el Diego en las dos primeras noches).

- “De día, las luces no sirven para nada, y falta tiempo en los festivales. A nosotros nos gustaría tocar más... porque así, cuando te calentás, te tenés que bajar. Además, nos gusta tener contacto más íntimo con la gente” (Emiliano Brancciari, violero y cantante de No Te Va A Gustar, un poco quejoso porque la banda quería tocar quince temas ¡en 45 minutos! Y, claro, sólo le alcanzó para once).

- Hamburguesa, cuatro pesos; gaseosa –con pedazo enorme de hielo– tres y guay que te lleguen a agarrar entrando con bebidas o comida. ¿No será mucho? Eso sí, los tickets brillaban por su ausencia.

- El espíritu de Pappo sobrevoló la fecha metalera: Carajo citó Pantalla del mundo nuevo, Viticus hizo tres temas de Riff (bastante lógico, Vitico era parte de la banda) y Almafuerte le dedicó Del más allá. Fue la tarde/noche de la paz en el heavy, con fans de Almafuerte pogueando junto a los de A.N.I.M.A.L. (que pusieron a tope el estadio cubierto). En el campo, puras remeras negras; en el VIP, la única celebrity era... ¡Florencia de la V!

- El lunes, el VIP (amparados todos los allegados en la impunidad del rock para abocarse a la empanada, el helado, las papitas y el sushi) parecía una guardería: “Mirá, ahí está papá”, gritaban los niños frente a los plasmas cómodamente instalados. Eran los incontables hijos de los integrantes de Los Auténticos Decadentes, que poco después hacían bailar al estadio completo al ritmo de Los piratas. Las madres también aplaudieron.