Puestos a reflexionar en una tónica simplista, podríamos decir que existen dos tipos de tapas posibles. La primera es la literal, donde el reportaje a un músico/actor/personaje es representado por su foto, el lugar de los hechos, etc. Hay un segundo tipo de tapa en la cual el tema es más caprichoso o complicado (tanto como el editor del NO), las imágenes al respecto no abundan (o ya han sido usadas hasta el agotamiento) y sólo queda la página en blanco. En estos momentos de escases de recursos, aparecen las piezas más interesantes, donde las ausencia de materiales da paso al debate y el debate a la proliferación de ideas, donde todo puede suceder.

Aquí cuatro ejemplos:

1) Cobain-Grohl

La actualidad de los ex Nirvana resignifica la clásica portada de Nevermind, justo cuando se está por estrenar una película.

2) Darth-Hamlet

¿George Lucas es el Shakespeare moderno? ¡Ni a palos! Pero es un clásico, seguro.

3) Ramones

¿¿Otra tapa sobre los Ramones?! No, apenas una sobre sus fans.

4) Crónica

¿A quién no le gustaría redactar un par de cartelitos en rojo? Nos dimos el gusto en una nota con el Pity de Intoxicados. J.P.C.