COMPAñERO ASMA SALE A LA LUZ
› Por Santiago Rial Ungaro
”Hace 20 años que tenés una disquería. ¿No te parece que es hora de que me edites un disco?” La frase de Hernán Espejo (más conocido como el Compañero Asma) quedó flotando en el aire de una conocida disquería cercana al Obelisco. La idea podría haber quedado en la nada, como una más de esas frases que se dicen sólo para fantasear un rato. Por suerte, el disquero sabía que su trabajo era realmente bueno y que por algo su extraña producción estaba agotada. Así, ¡El Compañero Assmaaahhh Respira! acaba de convertirse en el disco 001 de Om (por Oíd Mortales); y si nos atenemos a las doctrinas tradicionales hinduistas, el nombre del sello es más que auspicioso. Sobre todo porque no es de música new age.
Son las 8 de la mañana de un lunes, pero Compañero Asma, ex metalero, ex Pepe Albano y el Reviente (excelente banda under diezmada por las sobredosis) respira hondo. “El chiste del título es porque en marzo me operaron: tenía una fractura tremenda de nacimiento en el tabique nasal. Lo del asma viene de que siempre tenía la nariz tapada, así que ahora por primera vez en mi vida puedo respirar por las dos fosas nasales. Por eso en este disco canté un poco mejor.”
Registrado en un buen estudio con el dinero de una indemnización, el sobrio virtuosismo del trío liderado por Espejo (completa con Martín Méndez en bajo y Germán Boco, un baterista milimétrico proveniente del jazz) logró delinear un sonido clásico y moderno, nacional e internacional, jazzero y callejero. Si le sumamos el talento de Compañero Asma para armar buenas canciones, el resultado es uno de los mejores discos del año pasado. “Más allá del entusiasmo, mis discos (a veces cassettes y vinilos) eran demos. Y no quería leer de nuevo que Compañero Asma tiene buenas melodías grabadas en low-fi.”
Claro que los míticos cassettes con los que Hernán Espejo trazó un punto de fuga de Vrede (banda heavy afín al hardcore de los ‘90 donde fue guitarrista), admirados por músicos como Walas de Massacre y Ariel Minimal de Pez, hicieron que la música de Espejo mutara: “Me acuerdo de estar grabando con Vrede en el Abasto y mientras ellos veían cómo sonaba el bombo yo estaba en otro cuarto grabando con un piano de cola”.
El zizagueante camino elegido por Espejo también le deparó sorpresas: cuando editó su primer disco National Rock en la Buena Estrella, se encontró con que los únicos artistas del sello eran Pappo, Carca... y Compañero. O cuando se encontró con que Saint Julian Cope (ex Teadrop Explodes y Santo Patrono del rock psicodélico inglés, erudito en Krautrock) le había mandado un mail elogiando su disco Inglés, computación y un campo de deportes. Pero el inglés fue sólo un recurso: “Era más bien una pose. Eran cosas de melómano. Me quería hacer el canchero. Pero también es cierto que cuando abrimos para Biohazard con Vrede yo estaba supernervioso”. Este “nuevo” Compañero Asma no reniega de su pasado. “Me gusta la carrera de un grupo como The Fall, que saca un disco cada año. No creo que un tema sea mejor por estar quinientas mil horas grabándolo. Esta vez quería hacer un disco en el que se me reconozca como guitarrista. Estoy contento que hayan vuelto las guitarras, con The Strokes o Franz Ferdinand. Llegué a pensar que haber dedicado tiempo a aprender guitarra había sido al pedo.”
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