Los lamentables incidentes de las afueras de River durante los shows de los Rolling Stones dejaron algunas enseñanzas. La primera fue cuán amplio es el espectro argentino de fans de la banda: las cámaras de Crónica TV revelaron cómo un policía de civil –que llevaba una remera con el logo de la lengua espinosa del disco stone Voodoo Lounge– ayudaba a sus compañeros uniformados a golpear y a detener a un chabón. ¿Y qué camiseta tenía puesta el muchacho arrestado y apaleado? ¡Una con la tapa amarilla y negra de Voodoo Lounge! Sin dudas, el sueño de todo artista es llegar con su arte a ambos lados del mostrador.

La segunda fue un efecto no deseado. Lejos del ridículamente caro merchandising oficial, la violencia callejera de la función del martes fabricó un imprevisto souvenir, un recuerdo inequívoco y entrañable que permitirá a quienes asistieron al primer show decir, con pruebas contundentes, “yo estuve ahí”. Se trata de las remeras –la mayoría con motivos rollingas, obvio– manchadas con la pintura celeste que los camiones hidrantes de la policía usaron para “marcar” a los presentes en los momentos de corridas y apedreos. ¿A cuánto cotizará, en los sitios online de compraventa, una auténtica camiseta con la cara de Jagger toda manchada de celeste? ¿Acaso la pintura policial no ha dado a las remeras de los Stones cierto carácter de condecoración a partir del martes 21 de febrero de 2006? La memorabilia rockera argentina ha ganado un nuevo objeto de culto que bien podría sumarse al catálogo fetichista de las vitrinas del Hard Rock Café de la Recoleta.

El NO quiso averiguar algo más sobre la famosa pintura celeste y llamó a la División Prensa de la policía, para conocer toda la verdad sobre la tinta identificatoria. Sorpresa: la musiquita de espera que la Federal eligió para su central telefónica es Tuve tu veneno, el recordado hit de Natalia Oreiro. El temazo amenizó la espera, hasta que atendió la recepcionista:

P.: –¿La pintura es azul lavable? ¿Destiñe? ¿Se va con agua y jabón?

R.: .-Lo que te puedo decir es que es una mezcla de agua y tinta, y que no es tóxica ni hace mal a la piel.

Obtener más información por teléfono fue imposible, porque la mujer policía exigió un cuestionario por escrito, vía fax, dirigido al comisario a cargo; y resulta que el NO carece de aparato de fax. Queda para la próxima.