VEINTE AÑOS DE LOS PERICOS
Dieron un giro rockero con la voz de Juanchi al frente. Se preparan para grabar nuevo disco y asumen su compromiso con la Historia: para los 30 años del golpe, tocaron dentro de un ex campo clandestino de detención. Mañana, en La Trastienda, realizaran un especial con temas elegidos por su “público”. Pero, ¿cuál es su público?
› Por DANIEL JIMENEZ
Grabaron su primer demo, allá por 1987. El lugar, hoy refaccionado y decorado con visos de modernidad, pertenecía a Ricardo, padre del Topo, y fue a parar con el paso del tiempo a manos del baterista y su hermano, cuando su viejo falleció. A ese lugar fundacional decidió volver la banda a mediados del 2004 luego de la sorpresiva partida del Bahiano, con el fin de rearmarse, recuperar fuerzas y encontrar una motivación que les permitiera continuar como septeto sin perder vigencia.
En junio de ese mismo año comenzaron a grabar las bases de 7, su primera producción sin el cantante morocho, que encontró a Juanchi Baleirón haciéndose cargo de la guitarra y la voz principal, un rol que, como él mismo aclara, recién “está empezando a disfrutar”. Casi a dos años del inicio de una nueva etapa para Los Pericos, Juanchi, Willie, Chapa, Marcelo, Horace, Gastón y El Topo saben que pasaron la prueba de fuego que significó el alejamiento del frontman y que siempre existe calma después de la tormenta.
A juzgar por el clima distendido que se mantendrá a lo largo de la entrevista, pareciera que la banda mantuvo esta formación durante toda la vida. Se los ve contentos, con mucha energía y ansiosos por seguir mostrando su nuevo material, mientras esperan el show especial para fans que van a realizar mañana en La Trastienda Club con un repertorio elegido por sus más fervientes admiradores a través de su página web. “Creo que va a ser divertido para nosotros y para ellos, porque van a escuchar canciones que no tocamos hace como quince años”, dice Juanchi. Pero las sorpresas en este 2006 no terminan allí. En octubre estarán festejando dos décadas en la ruta y piensan llevar a cabo diferentes presentaciones para que la fiesta sea completa. “Si hacemos algo como lo que armamos para los diez años, va a estar tremendo”, se entusiasma Willie.
–¿En qué punto se encuentra hoy la banda?
Topo: –Estamos mejor, bien. En este último tiempo hicimos giras, fuimos cuatro veces a México, después a Perú, Estados Unidos, Puerto Rico y Ecuador. Además hicimos un Obras y sacamos un disco; estamos bárbaro.
Juanchi: –Y, estamos más asentados. La primera salida fue realmente inconsciente, y ahora es como que estamos más seguros y tomando conciencia de que tenemos que ocupar un lugar. Ya pasó la euforia del acomodarse y nos sentimos más firmes. La primera etapa fue de explosión y energía, y ahora encontramos la forma de agruparnos rápido y acomodarnos un poco con un disco nuevo, que es 7. Porque creo que el disco marcó el cambio y nos dio una identidad, porque tiene un sonido diferente y abierto.
Willie: –Y fue fundamental la respuesta del público, que nos sigue aguantando. Es por eso que seguimos convocando. Tuvimos buenas críticas de prensa sobre el sonido nuevo de la banda y ésa es una seguridad para seguir avanzando.
–Al encontrarse sin un frontman definido, como lo era el Bahiano, ¿pensaron que iban a alcanzar la solidez tan rápidamente?
Willie: –Y, nunca sabés, porque hay un montón de cosas que no te las da un ensayo sino tocar mucho en vivo. Ahora todos ya sabemos que ocupamos un rol y estamos cómodos en nuestro nuevo rol. Además damos un show consistente y es como si hubiese sido así siempre. Pero es algo que lo ganamos con los shows.
–Al escuchar el disco uno se da cuenta de que, si bien se trata de Los Pericos, hay una nueva banda detrás.
Marcelo: –Sí, en cierta forma es como si fuera una banda nueva que convive dentro de una banda vieja, porque en esta etapa tenemos muchos condimentos de una banda nueva. En muchas situaciones nos sentimos como si fuera la primera vez. Era muy importante para nosotros grabar un disco porque nos encontramos con un nuevo sonido. Porque el timbre de voz es otro y porque la actitud al tocar las canciones es otra. Se puede decir que ya pasó la adrenalina del comienzo y ahora podemos tener una mirada más artística de lo que estamos haciendo.
–Hace dos años decían que al buscar cantante hasta pensaron en Andrés Blanco, de King Changó. Pero escuchando su nuevo material me cuesta imaginarlo en este contexto.
Topo: –Esa fue una idea que salió al principio, cuando todavía no sabíamos ni para dónde ir.
Juanchi: –Fue la primera persona que se nos ocurrió en ese momento. Era una teoría que podía llegar a cerrar en un principio. Lo que pasa es que por esos días teníamos un par de giras importantes y festivales en Venezuela y Puerto Rico, y estábamos un poco presionados por las fechas.
Horace: –Cuando se fue El Negro lo primero que pensamos fue buscar un cantante, pero nos dimos cuenta de que no cerraba, aunque teníamos ya abrochados los shows. Hasta pensamos en ir con cantantes amigos, pero no iba a funcionar.
Willie: –En los festivales nos decían: “Vengan igual como ‘Pericos & Friends’, con cantantes invitados”. Hasta nos ofrecieron hacer un reality para buscar cantante, como INXS. Pero dijimos que no porque estábamos seguros de que la solución era mirar hacia adentro, aunque en un principio todo el mundo te dice lo que tenés que hacer. Ibamos a Sadaic o a cualquier lado y nos recomendaban gente. Hasta nuestros familiares nos decían: “Che, tengo un amigo que canta” (risas). Nos han mandado muchos mails donde se ofrecían para cantar en la banda. Una cosa increíble.
Juanchi: –Hasta nos ofrecieron una mujer...
Horace: –Decidimos que el cantante tenía que salir de la banda y así Juanchi tomó la posta. Pero él es “el que canta” y no el cantante.
Juanchi: –Sí, porque yo paso a cantar, pero no soy cantante. Y a veces desde la prensa se dice: “Ahora Juanchi es el líder”. Pero es porque siempre tuvimos la imagen de un cantante y a la gente le cuesta despegarse de eso. Yo soy sólo un guitarrista que canta.
–¿Comenzaste a disfrutar el hecho de ser cantante?
Juanchi: –Y, de a poco. Soy muy autocrítico y muy hinchapelotas conmigo mismo. No es que no me guste cantar, pero me cuesta, aunque cada vez me relajo más. Es un proceso largo y al principio era medio inconsciente, hasta que vas pasando por un período de adaptación, más que nada con los temas viejos, porque la comparación era inevitable. Por eso con los temas nuevos es más fácil para mí. Sólo tengo que relajarme más y pensar en divertirme y divertir a la gente más que pensar en la afinación.
Chapa: –Lo que pasa es que él toda la vida fue guitarrista y de golpe tener que pelar para cantar es una función nueva, pero también lo apuntalamos entre todos y cuando él canta es como si todos lo estuviéramos haciendo con él.
–Hace unas semanas tocaron en Castelar con motivo de un nuevo aniversario del inicio del golpe militar y lo hicieron en un predio donde funcionó un centro clandestino de detención. ¿Qué sintieron?
Juanchi: –Fue raro... encima es un lugar lindísimo que vos lo ves y... se utilizó para eso. Pero fue muy movilizante porque no estabas tocando en cualquier lugar. Había una vibración especial en el ambiente.
Willie: –Ese show y el de La Plata con las Abuelas de Plaza de Mayo fueron muy emotivos. Porque además pensamos que es muy positivo participar.
Juanchi: –Para que se recuerde lo que pasó y no se olvide.
Chapa: –Creo que por primera vez el tema de la memoria y la justicia tuvo este año una participación importante a nivel país. Es como si se hubiera generado otra conciencia en este último aniversario.
–¿Es a través de la participación donde sienten que el artista se hace protagonista y deja su lugar de testigo?Juanchi: –Sí, totalmente. Aunque nos sentimos protagonistas y testigos al mismo tiempo.
Chapa: –Mirá, yo todo mi secundario lo hice durante la dictadura, así que puedo decir que soy testigo y protagonista.
Horace: –Yo, por ejemplo, hice la colimba en 1978 en un lugar que fue un centro de clandestino de detención.
Marcelo: –Te digo más. Mi mamá fue la primera persona que le ganó un juicio a la Junta Militar por haber sido dejada cesante en el colegio donde trabajaba. Teníamos varios parientes que fueron echados de colegios en la época de la dictadura militar. Les decían “maestros subversivos”.
Juanchi: –Todos somos testigos, aunque seamos chicos o grandes. La dictadura fue algo que nos pasó a todos y por eso hay que recordar.
–¿Qué cosas disfrutan más ahora que al comienzo de su carrera?
Topo: –No sé si es por que se haya ido el Bahiano, pero antes salían más viajes al Caribe o Latinoamérica y ahora no hay tantos. Antes viajábamos mucho más que ahora.
Horace: –Yo creo que ahora la experiencia te permite disfrutar de una cadencia que antes quizá no teníamos. Hace veinte años éramos unos desbocados, puro fervor, y ahora podemos disfrutar más, podés escuchar a toda la banda y vas madurando para bien.
Juanchi: –Para mí ahora es mejor porque cambié de rol, es diferente. Lo que cuesta, en mi caso particular, es adaptarse a canciones que vos no estabas acostumbrado a cantar y que la gente conoce mucho. Eso tal vez se disfrute menos, pero no incide tanto.
Marcelo: –Ver a la gente que sigue estando y que hacen banderas cada vez más grandes es increíble, y a medida que va pasando el tiempo eso te pone bien.
Horace: –Y yo sumaría la chance de tener cierta flexibilidad en la lista de canciones que podés tocar, como el show que vamos a hacer en La Trastienda, donde vamos a meter temas que no tocamos nunca.
Juanchi: –Para que disfrutemos nosotros y los fans. Pensá que vamos a tocar canciones viejas que no hacemos desde finales de los ‘80, como Bienvenido a casa.
Willie: –Y coincide que también estamos mucho más relajados con nuestro pasado. Nos divertimos tocando canciones como La Pachanga, que es un tema que antes nunca hubiésemos tocado. Sabemos disfrutar y aceptar que fuimos “eso”, y nos divierte que fuimos “eso”. No te digo que antes nos avergonzáramos, pero aprendimos a mirar el pasado y reírnos un poco porque sabemos que los fans están esperando eso. En México, por ejemplo, nos putean porque se enteraron de que vamos a tocar ese tema acá y no allá.
Juanchi: –Y vamos a tocar los temas viejos tal cual eran, los originales, como en el disco.
Willie: –En realidad estamos “desaprendiendo” a tocar (risas).
Chapa: –Es como si los Stones vinieran acá y tocaran Satisfaction de otra manera... vos te vas a querer matar.
Juanchi: –Pero estás comparando La Pachanga con Satisfaction, che...
Horace: –Es como si tu mujer se convirtiera de repente en la mujer de dieciséis años que conociste...
Willie: –Y te digo que si me entrara la ropa de los ‘80 te juro que me la pongo (risas).
Juanchi: –También pensá que hay fans de esa época que todavía no habían nacido.
Willie: –También nos pueden decir: “Che, pero eso sonaba desafinado, desafinalo como antes” (risas). Igual siempre va a salir uno que te diga: “Todo bien, pero no tocaron tal tema”.
Chapa: –Es increíble, pero por Internet ya están diciendo: “Che, qué mal, no van a tocar esa canción”. Todavía no tocamos y ya te están puteando (risas). Pero ése va a ser el espíritu del show; que el fan se emocione. –¿Suelen leer las críticas que les hacen?
Willie: –Sí, generalmente las leemos. No estamos en el quiosco a las cuatro de la mañana esperando que salga la revista, pero sí las leemos.
Chapa: –Lo que pasa es que ya sabemos lo que nos van a poner (risas). Nunca fuimos una banda muy querida por la prensa, pero si pudimos convivir veinte años con eso...
Juanchi: –Igual nosotros ya podemos prever qué va a escribir cada periodista.
Willie: –Nombrá un artista y en dónde toca y ya te digo cuántas estrellas le van a poner... y te aseguro que le pego en un 90 por ciento, eh. Qué sé yo, ya entendimos el negocio después de veinte años.
Marcelo: –Mirá, antes que salga el disco ya sabíamos que una revista nos iba a poner: “Este disco está bueno, pero ya no están más esos temas que te hacían bailar”. Y seguramente si hacíamos temas bailables, iban a decir: “Los Pericos otra vez recurriendo a la vieja fórmula del baile” (risas).
Horace: –Al principio nos volvíamos locos con las críticas y nos sentíamos realmente mal. Yo me acuerdo de cuando la revista Pelo nos criticó el segundo disco y dijo: “Ahí están Los Pericos, sin los temas vendibles del primer disco”, cuando habían dicho que el primer disco era solamente bailable y vendible. Y nos sentíamos mal porque esas cosas las tomábamos muy en serio.
Juanchi: –Uhhhh... la revista Pelo. Yo me acuerdo de cuando salimos en Pinap (risas). Hablando en serio, el que diga que no le importan las críticas, miente. ¿A quién no le gusta agradar?
–El segundo corte de 7 es Más de mí, una canción relajada con una letra que refleja la mirada de una persona en soledad. ¿Por qué el video gira en torno a chicas semidesnudas tirándose espuma?
Juanchi: –Es que nosotros tampoco lo entendemos (risas). Cuando nos propusieron hacer el video nos dijeron que había poca plata, por lo que decidimos hacer algo a mitad de camino. Es decir, antes de hacer un sushi mal hecho preferimos hacer una buena milanesa con papas fritas. Y dijimos: “Okey, minas, culos gratuitos, vamos al grano”.
Horace: –Y el video terminó siendo liviano, porque la primera idea era tremenda.
Marcelo: –Teníamos que hacer el video en un solo día porque nos estábamos yendo de viaje. Y lo peor es que no estuvimos con las minas porque lo grabamos en otro lugar. Cuando lo vimos en México, porque no estábamos acá, dijimos: “Ah, bueueeeeeeno”. Y ya estaba hecho.
Juanchi: –Y eso que cortamos imágenes, eh. Hay escenas de lesbianismo bastante grossas y material zarpado que quedó afuera. Pero sí, es un tema cálido que está acompañado... por “eso”. Aceptamos que el video no tiene nada que ver con el tema.
Horace: –Pero las escenas cortadas están buenísimas... hasta hay dos chicas que son pareja.
–¿Cuándo tienen pensado entrar a grabar un nuevo disco?
Juanchi: –Antes de fin de año vamos a entrar a grabar. Lo que pasó con este disco es que reflejaba lo que nos pasaba en ese momento, pero ahora tenemos ganas de encarar otra cosa. Tener el disco fue una necesidad orgánica porque era la primera piedra en el camino, pero ahora queremos más. 7 quizá tiene un carácter más melancólico de lo que es Pericos, pero es lo que necesitábamos en ese momento. No es la joda loca, pero tiene peso. Para nosotros hubiera sido fácil repetir fórmulas que sabemos que funcionan, por eso hicimos otra cosa. Y hoy, gracias a eso, tenemos otro humor sobre la vida, las giras y acerca de nosotros mismos.
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