”Soy muy ecléctico, tengo etapas en las que me encierro a escuchar música clásica y tengo mis favoritos”, se define Leandro Viernes (por Friday in Love, en alusión al clásico tema de The Cure), aunque su presente lo esté empujando hacia el pop. Muchos relacionan al pop con el surrealismo, ese movimiento definido como una alianza entre la pintura, la danza y el arte, que tiene como único fin expresarse. Algo así podría uno imaginarse la performance que Leandro está preparando para despedir su segundo disco Música para los ojos, ya que en escena habrá invitados, coreografías y una puesta audiovisual absoluta. Sergio Pángaro intervendrá como Baccarat en un jugada tipo café concert, entre otros.

–¿El nombre del disco tiene que ver con la propuesta visual del show?

–Sí, totalmente. Para esta fecha estoy trabajando con las coreógrafas y gente de la puesta en escena. Quiero lograr un show completamente audiovisual, desde la presentación de actores o bailarinas. Quiero mostrar un evento donde la experiencia sea un poco más rica que un show de rock convencional. Es como un cierre de un ciclo en el que habrá pocas situaciones pautadas y mucha improvisación. Habrá un caos absoluto.

Heredero del arte por parte de padre, pero más apasionado por la lectura, Leandro bucea en la heterogeneidad. En su último disco versiona a Virus con Dicha feliz y redefine el tema Soy libre, de Atahualpa Yupanqui, para convertirlo en una canción monocorde, despojándola de la armonía folklórica tradicional: “En las letras de Yupanqui hay una síntesis que es la esencia de la poesía”, dice Leandro. “Unos ojos estoy viendo, por esos ojos me muero. Soy libre, soy bueno y puedo querer”, canta. “En esa letra me parecía que Yupanqui se liberaba del miedo, que lograba una entrega absoluta”. Leandro encuentra en la transformación de esa canción una genialidad que no él no hubiera podido desarrollar si se proponía un lenguaje meramente folklórico. Desde la diversidad que delinea su perfil, compuso la banda de sonido imaginaria para Orfeo, la película de Jean Cocteau, uno de sus principales referentes surrealistas.

–¿Cómo es eso de escribir una banda de sonido imaginaria?

–Soy fan de todo lo que hace Cocteau, es un genio. Dibujaba y lo hacía increíble, tiene películas que no te puedo explicar lo que son, era un animal. Y cuando vi Orfeo, quise escribir una canción que se llame igual, basada en su película, que la editó Sony en el 2000 y que formaba parte de un compilado que había hecho Zeta Bosio.

Entre la lista de cosas que figuran en su haber, está trabajar más con el folklore, aunque dice que por ahora no puede porque carece de tiempo y herramientas, ya que no busca hacerlo de forma clásica sino trasladarlo a un contexto e innovar. También quiere tocar en vivo todo lo que no pudo el año pasado porque no conseguía lugares intermedios, además de trabajar en su nuevo disco para luego presentarlo en México. Opina sobre su objetivo: “No busco dejar nada, quiero proyectar ideas, pensamientos, disgusto o alegría. Tengo inquietud espiritual, un ansia de búsqueda. Porque en definitiva el mensaje lo pone el oyente. No estoy acá para bajarte línea, no busco dejar ningún mensaje. Quiero ser pop”.

* Leandro Viernes toca el sábado 8 de abril en El Cubo, Pasaje Zelaya 3053, Abasto. A las 20.30.