Marock, de Laïla Marrakchi

La directora Marrakchi nació en Casablanca en el ‘75, y es una de las poquísimas realizadoras de cine de ese país, que tiene no sólo pocos realizadores sino también muy pocas mujeres haciendo cine. Marock es su opera prima. El título es un juego de palabra entre “Maroc” (como se dice Marruecos en francés), y “rock”, en su espíritu, y se trata de un retrato de grupo de adolescentes privilegiados en su país pero algo confundidos, que viven según costumbres occidentales, con tintes autobiográficos de la directora. Con narración veloz y vibrante, Marock presenta en pantalla grande a la desafiante Rita (Borjana el Alaoaoui), que escucha al Bowie de los años ‘70 y sueña con conseguir un hombre ideal.

Sábado 15, a las 21.45, en Alianza Francesa 2; lunes 17 a las 14.30 Alianza Francesa 2.

John and Jane, de Ashim Ahluwalia

Los personajes de John and Jane viven desfasados en tiempo y espacio: quisieran ser norteamericanos (de Estados Unidos, obvio) y quisieran hablar como ellos. A tal punto que viven con los horarios de ese país, practican para que su entonación no se note extranjera –extranjera de la India– y hasta se tiñen el pelo en color rubio o les enseñan fotos de esa “maravilla” llamada Estados Unidos. Son, hay que aclararlo, trabajadores de los call centers que viven en la India, pero trabajan para el gran país del Norte. Hace no mucho tiempo, en este suplemento se publicó una crónica sobre el mundo de los call centers. Son notorias las coincidencias existentes con lo que sucede en este país. Ahluwalia había hecho Thin Air, y por este film ya fue reconocido en Toronto y Berlín. John and Jane muestra un clima cerrado y antiséptico donde los empleados aprenden neutro para ocultar las distancia, genera ese efecto de no-lugar apreciable en los aeropuertos, y todo con la banda de sonido de la música electrónica.

Viernes 14, a las 14.15 en Alianza Francesa 1; sábado 15 a las 17.15 en Alianza Francesa 2, domingo 16 a las 15.45 en Atlas Recoleta.

Takeshi’s, de Takeshi Kitano

Pasa el tiempo y lo de Kitano sigue produciendo efectos de alegría, y de empatía con su manera de encarar el humor. En este caso, llega con Takeshi’s (¿takeshiadas, sería?), una especie de digresión sobre el propioTakeshi. Por un lado, la estrella mediática; por el otro, un actor mediocre, su doble exacto. Ambos Takeshi se alternan en situaciones que combinan la fantasía, la realidad y el tap (delirante recurso que usó anteriormente) para hacer lo que quiera, mirando con desprecio al célebre personaje y con un poco de simpatía a su otro yo. El director, actor y bailarín nació en Tokio en 1947. Trabajó en clubes nocturnos y teatros de dudosa reputación, hasta que llegó a hacer un dúo cómico llamado The Two Beat. Llegó al cine en 1980 como actor, y desde 1989 hizo una sólida obra como director, guionista y editor, que conjuga el éxito comercial con el prestigio festivalero. Boiling Point, Kikuhiro, Brother, Dolls y Zatoichi son algunas de sus divertidas y sutiles interpretaciones.

Lunes 17, a las 22, en sala Leopoldo Lugones; martes 18 a las 12 en la Alianza Francesa 1; miércoles 19 a las 16.30, en Alianza Francesa 1; jueves 20 a las 11.15, en Hoyts 9 (Abasto), domingo 23 a las 23, en Atlas Recoleta.

Un lobisón en el Amazonas, de Iván Cardoso

Para meterse en el cine a ver Un lobisón... primero hay que cambiar de sintonía: meterse en esas películas de terror que de tan mal hechas terminan divirtiendo por su estética. Pero lo mejor de todo, sobre todo en este caso, es que proviene del director brasileño Iván Cardoso, quien se dedicó a hacer películas de género de “Terrir”, inventando la mezcla de terror con risa ex profeso (además de participar, a principios de los ‘70, del movimiento “Tropicalismo”, creando lisérgicas tapas de álbumes de Gal Costa o Caetano Veloso). Por lo demás, es así: un grupo de muchachos se interna en un bosque, las chicas están allí –en el film, digamos– sólo para mostrar un poco sus partes, y lo demás no es otra cosa que falsos decorados y escenas de miedo. A tal punto va lo de Cardoso que en la presentación en Río de Janeiro apareció entre los espectadores un hombre lobo. ¿Sucederá algo así en Buenos Aires?

Viernes 14, a las 0.30, en Hoyts 12 (Abasto); sábado 15, a las 23.30 en Hoyts 12 (Abasto).