La consigna “no a los rótulos” inunda el circuito under porteño bajo la forma de un movimiento cultural que se apoya en la versatilidad y la apertura musical, para mezclar baguala y bombo legüero con guitarras eléctricas y, desde hace casi diez años, esta prédica encontró en La Zurda unos fieles abanderados. Son oriundos de Haedo, esa usina que desde el oeste de Buenos Aires alimenta la escena rockera. “El Seattle argentino”, se divierte Juan Manuel Bruno, guitarrista. Están en vísperas de arrancar una tercera gira por Europa que incluirá presentaciones en diecisiete ciudades italianas y tres austríacas durante julio, y no deja de sorprender. ¿Cómo logra una banda argentina cruzar el Atlántico? “Allá piensan que este continente está adelantado porque se lo ve como tierra virgen. Tienen todo tan organizado que se aburren y se interesan por propuestas diferentes”, cuenta el cantante Emanuel Yazurlo, también a cargo del charango, trompeta y armónica. ¿La propuesta? “Hacemos hip-rock, una mezcla de hip-hop, de secuencias, con el rock latino de siempre”, define.

Particular fue también cómo llegaron al primero y, hasta ahora, único disco. En el 2000 participaron del concurso “La Resistencia” junto a otras 2500 bandas iberoamericanas, y se llevaron el primer premio con su hip-hop andino Falopero. La recompensa fue la grabación de un álbum debut bajo la producción de Gustavo Santaolalla y su lanzamiento bajo el sello Surco, cara latina de Universal. Dos años después nació Falopero este Mundo, o La Zurda (2002) –según como se lea el ambiguo arte de tapa–, un disco que sustenta la declaración de principios del grupo, la del “mixture de estilos”. “Se iba a editar en otros países donde no se entiende el idioma, por eso quedaron los dos nombres”, aclara Emanuel y promete un segundo álbum bajo la producción de Alfredo Toth y Pablo Guyot.

Si se intenta comprender el auge tardío de lo primitivo en un país como la Argentina, siempre fascinado con Europa, quizá la atmósfera política actual ofrezca una buena idea. Eso explica, en parte, el interés de un sector de la cultura rock por indagar en sus raíces musicales y fusionarlas con el groove anglosajón. “Ahora surgió una nueva camada de artistas que intenta mostrar algo nuestro”, explica Emanuel. Pero, así como les gusta desafiar rótulos, la primera provocación de la banda surge con el nombre que, en última instancia, define mejor el concepto de La Zurda. “A veces nos preguntan si hacemos política; pero no, aportamos desde la música. En este caso, el nombre vendría a ser la otra opción, el otro camino que siempre estuvo, pero que nunca se recorrió bien. Ese es el espíritu, el de investigar y mezclar los ritmos”, explica Juan. “El izquierdo es el lado del corazón, tiene que ver con lo intuitivo y tal vez con el no-oficialismo”, agrega Emanuel, y concluye: “No olvidar nuestras raíces, ése es el propósito de gran parte de nuestra generación”.

* La Zurda se presenta este viernes 5 de mayo a las 21 en Niceto Club, Niceto Vega y Humboldt, Buenos Aires.