El martes pasado tocamos en Praga, en un cine antiguo salvado de los bombardeos de su legendaria primavera, junto a una banda de la escena local. El lunes había sido en Viena en la mítica Arena (tal vez el escenario más famoso de Austria junto a Skarface y tuvimos que cerrar el festival pues Desmond Decker falleció hace una semana). Está todo muy frío por los caprichos de la naturaleza. En Bavaria han hecho 3 grados bajo cero: tocamos en Passau, Corburg, Jena y todo muy congelado. Vemos mucha gente, los estadios nuevos congelados, increíbles. Todo el fútbol mundial ya ha instalado su maquinaria. Tocamos junto a los brasileños Molecu da Rua, que son de las favelas de San Pablo, ya se creen campeones, no es para menos... Aunque nos duela, Argentina está muy ausente en las publicidades callejeras. Italia, Brasil y Alemania, así hablan las encuestas. Tocaremos en Munich para un festival de fans de fútbol. El estadio es impresionante. Parece una caparazón de tortuga y ¡cambia de colores! según juegue el Bayer (rojo), la selección (verde) o el 1890 (azul). No se pueden creer las transmisiones de los últimos partidos preliminares. Será una fiesta: no discutimos mucho de fútbol porque con los últimos mundiales la tenemos de perder, pero jugando unos picados nos defendemos bastante bien. El miércoles tocamos en Berlín en el barrio de Kroinberg, mítico de inmigrantes, donde tocamos años atrás para casi 2 mil personas. Está muy bien la gira y tenemos un bondi hermoso, con TV y mucho olor a huevos.

* Cantante de Karamelo Santo.