”Los Sedantes nos permite hacer música juntos y ser poco más democráticos entre nosotros dos”, aclara Sergio Rotman, a propósito de Mimi Maura -banda liderada por su esposa, la boricua Midnerely “Mimi” Acevedo– y Cienfuegos, su propio grupo que ya es considerado de culto. A la hora de armar una tercera banda se sumó la necesidad de hacer otro estilo de música y fue decisivo el show de Morrissey en el Personal Fest de hace dos años. Esa noche los esposos coincidieron en que había un estilo de música que sonaba mucho en su casa y que no estaban abarcando, porque cuando armaron Mimi Maura estaban mimetizados con el reggae, el ska y los boleros. Pero de a poco todo ese sound jamaiquino fue callándose y el pop inglés de los ‘80 ocupó su lugar: mucho Joy Division, The Smiths y Neil Young. Y así tocan covers de los artistas que actualmente los conmueven, además de sus propios temas. Otra particularidad de Los Sedantes es que no tiene baterista sino que Dante Clementino, el tecladista de Mimi Maura, usa bases de un solo ritmo sobre los temas que no tienen final sino que duran hasta que ellos sienten que tienen que terminar. Sería algo así como canciones cíclicas que se repiten al infinito, y las tocan sentados en el piso en semicírculo, vestidos íntegramente de negro.

–¿Es un grupo sólo para experimentar o piensan en el futuro?

Mimi: –No nos hemos puesto mucha presión sobre el futuro, pero viendo cómo va la cosa nos damos cuenta de que vamos a seguir tocando.

Rotman: –Sí, la idea es sacar discos. Realmente necesitamos libertad artística, es una frase que se usaba mucho en los ‘70, pero necesitamos tener la posibilidad de hacer esto, que no es fácil hoy por hoy. Los Sedantes tiene una cosa muy interesante y es que podemos trabajar completamente fuera del sistema, tenemos los otros grupos que cumplen nuestras necesidades, como que aparezca la cara de Mimi en las paredes de Buenos Aires. Los Sedantes viven de eso.

–¿Y cómo eligieron a los músicos?

Rotman: –Eso también es interesante, porque fue algo absolutamente pensado a diferencia de que en Mimi Maura éramos amigos, yo se los presenté a ella y nos pusimos a tocar. Queríamos hacer algo aparte con Dante y yo invité al bajista, Alvaro “el Russo” Sánchez, un chico que conocí en la tribuna de San Lorenzo, nada más alejado de mi grupo de amigos. Así trabajamos casi un año armando las canciones. Una semana antes del show lo sugerí a Gamexane, guitarrista de Todos Tus Muertos, y ahí el sonido tuvo más peso. Por eso también la formación es irregular, diferente de los demás grupos normales. Ahora lo interesante de este proyecto justamente es no planteárselo, porque cuando armás Mimi Maura, los Cadillacs, Soda Stereo, lo que sea, tenés un camino lógico: te tienen que escuchar, estar con gente. Esto es una demencia absoluta, es como comer en este lugar.

“Este lugar” al que se refiere el ex Cadillacs es un restorán peruano del Once en el que están almorzando ceviche del mismo plato mientras juegan como chicos y se pelean por la comida. Y en esa diversión queda plasmada una admiración mutua que se confirma cada vez que hablan. Llevan 10 años de casados, un hijo de 8, cinco discos y algunos compilados. Pasan todo el día juntos (menos las 2 horas de kung fu de ella) y él afirma que hacer música con su pareja es mucho mejor que con sus amigos, más divertido, y Mimi agrega que lo más importante es querer hacerlo y tener la admiración y el respeto hacia la otra persona.

La difusión de Los Sedantes funciona de forma algo clandestina, en parte por los avatares post-Cromañón y también porque quieren cuidar la pureza de los grupos cuando recién comienzan. La idea y las canciones ya existen, el público es lo único que está por venir. “Cromañón nos golpeó mucho a todos. En realidad mantener un proyecto en estado de crisis y de caos es buenísimo”, dice Rotman, y compara: “Mimi Maura no sufrió, porque cuandoMimi estaba llegando a Buenos Aires, ése era nuestro cuarto proyecto, estaban Los Cadillacs, Cienfuegos, Alarma, que era la banda de ella, y recién después Mimi Maura, que pasó a tapar absolutamente a todas esas bandas. ¡Y mirá que hay que hacer música para tapar a Los Cadillacs! Pero ni lo dudé a la hora de decidir lo que quería tocar”. Su esposa lo interrumpe: “Bueno, tampoco fue la razón por la que te fuiste de Los Cadillacs”, y Rotman le responde que fue algo así, pero que nunca se lo dijo. Se ríen y festejan la complicidad.

“A mí se me ocurrió el nombre porque yo soy la más inteligente del grupo”, bromea Mimi y Rotman cuenta en un tono más intimista que Mimi Maura había sufrido el fin del primer amor y además en ese contexto había muerto su suegro, el intérprete de boleros Mike Acevedo, por eso les era extraño salir a tocar calipso y reggae. Arrastraban un ritmo que estaba lejos de ser el alegrón de Mimi Maura y necesitaban hundirse en su propio fango, hacer algo más dark. “La música es una buena manera de sacar toda esa angustia pa’ afuera, ¿no?”, pregunta Mimi. Y empujados por ese sentimiento oscuro fue que empezaron con Let me Kiss you, de Morrissey, el que los había impulsado en ese concierto hace dos años.

Entonces no hay fecha de grabación, ni nada que tenga que ver con las obligaciones del calendario. “Estamos yendo muy tranqui”, dice Mimi. “Es fundamental, para no caer en lo de siempre, porque empiezan las presiones –continúa Rotman–. También es cierto que uno espera un grupo formal y que la gente vaya y vea, pero hay que aprender a apreciar a los artistas cuando están sin compromisos, porque son momentos únicos y no se repiten. Dentro de dos años, cuando hablemos de vuelta de Los Sedantes, vas a ver que no va a ser lo mismo”. Quizá ya tenga baterista.