TELEVISION: DEL ZAPPING AL LOADING
Lo más descerebradamente under en materia audiovisual está en la web: diarios íntimos, videos que se transmiten como virus, relatos con génesis en el cine urgente, clips estúpidos, celebrados y divertidos, en sites de auge inaudito. De aquí y de allá, ¿hablan? los protagonistas.
› Por FEDERICO LISICA
El ensayo de un grupo de rock está a un click de distancia. El replay a escala aparece en escena: el clip musical en homenaje al cabezazo de Zidane; el último abrazo de Edgar o la presentadora de televisión española en pleno despliegue etílico. Un noticiero político es realizado por francesas en lencería erótica. ¿Dónde sucede esto? ¿Dónde si no en la web? Si la televisión, tal como la conocemos, es acaparadora de todos los rincones de una casa, bar, sala de espera y hasta de parques (¿seguirán en pie los germánicos Fanfest?); la TV por Internet, en cambio, nace de una matriz distinta. Parte de ese pequeño mundo privado (¿y culposo?) en donde la intimidad se conjuga con la recreación más desprejuiciada. A partir de allí, en la estratosfera videointernetiana caben diarios íntimos de celebridades e ignotos; entendibles ensayos de reacomodar la TV tradicional a un nuevo espectador; formatos impensables para las emisiones clásicas; relatos intimistas con génesis en el cine más urgente e indie; y –obvio– los videos más estúpidos, celebrados y divertidos, posteados sin ton ni son en sites de auge inaudito. El NO se puso a ver teleweb.
Franco Torchia es la cabeza de Microshow (www.microshow.com), sitio que desde hace algunos meses viene desarrollando contenidos “televisivos” para la audiencia de Internet; la particularidad del fenómeno pasa por el cruce que se da entre lo tecnológico y contenidos diferenciados. “En nuestro caso, contamos con una calidad de imagen y velocidad de avanzada. Además le damos una alta cuota de trabajo en la programación. Igual me pregunto: ¿éste es un nuevo medio o una readecuación de la TV como la conocemos? El soporte implica cambios notorios, pero aún no he llegado a una respuesta acabada. Creo, sí, que esta nueva forma de ver televisión es una amenaza, y muy sana por cierto, para la TV clásica. Le propone un cambio de reglas de juego tremendo que la TV de aire no quiere ponerse a pensar”. El resultado visual de Microshow es un fresco mix, que da la impresión de querer cortar el cordón umbilical con la TV habitual: experimentaciones en algunas de sus secciones (apunta alto el programa Sensódromo con artistas filmando su día a día sin restricción alguna) bloopers esperables, videos musicales, y demás bloques tradicionales (deportes y espectáculos).
Mariano D’Ortona de Solo Cortos es taxativo a la hora de ponerle un nombre al boom: “Es preferible llamar al fenómeno VOD (video on demand) que televisión por Internet. Esto lo hace mucho más interactivo y adaptable a los gustos de los espectadores. La caja boba es algo extremadamente obsoleto. Internet nos da la posibilidad de saber quién es el que está observando tal contenido (el país de donde proviene, su edad y gustos) y ofrecerle exactamente lo que quiere”, sentencia uno de los creadores de esta web dedicada a promover cortometrajes de cine independiente. El site despega por la originalidad de los trabajos. Dicho de otro modo, no vas a encontrar allí el viral del momento.
¿Qué son los virals? Videos que se difuminan como un virus por la red. El último de todos es The Diet Coke & Mentos Experiment, creado por Fritz Grobe y Stephen Woltz, dos tipos con bastante tiempo de más; quienes, simulando ser científicos, demuestran lo que sucede en una botella de Coca-Cola Light al colocar allí dentro unas pastillas Mentos. Otros dos jóvenes (tan nerds, tan pop, pero algo más lúcidos que Grobe y Woltz) fueron los creadores de You Tube, el epicentro del pastiche, la auténtica “Biblia y el calefón” audiovisual. Chad Hurley y Steve Chen, sus nombres, han diseñado una videoteca internetiana visitada diariamente por más de 40 millones de personas. Desde www.youtube.com pueden subirse videos propios –la mayoría ajenos o copiados de la TV de aire o cable– y el resto puede verlos. La idea es así de simple. Las implicancias comerciales y culturales aún nadie se atreve a analizarlas.
Por las dudas, las cadenas de televisión tradicionales ya apuntaron sus cañones contra el site por derechos de copyright. ¿Napster 2 o el nuevoMTV? Aún es temprano para afirmarlo. Lo cierto es que desde el site tomaron medidas para formalizar el servicio, como impedir colgar videos que duren más de 10 minutos, o promover la publicidad oficial. Estas decisiones, más la lentitud galopante por la alta demanda, han llevado a que algunos ex usuarios peguen gritos (e inventen sites) como Screw You Tube y Ruin You Tube.
Aun así sigue habiendo de todo (de lo bueno y malo): trailers de películas, videos musicales, fragmentos de programas de televisión, y esa pléyade de imágenes que responden a la filosofía del “Sé famoso en 30 segundos” tal como tituló la revista Time. “Sólo necesitás una cámara digital, una computadora y algo de descaro para animarte a ser parte del todo vale de los viral videos”, se sugirió en la nota, acelerando desde el título la remanida sentencia pop: no se trataría de ser famoso por 15 minutos sino de alcanzar la notoriedad –y acaso sin saberlo– tan rápido como sea posible. El caso más popular fue el del Star Wars Kid. Ghyslain Raza, un adolescente –sí, otro gordito–, se filmó demostrando dignas pericias del sith Darth Maul, el malvado personaje del Episodio 1 de la saga ideada por George Lucas. Unos amigos del colegio lo subieron a la web sin contarle. A los meses era parodiado en programas de gran éxito en el norte como Arrested Development o American Dad. Hasta puede vérselo en el videogame Tony Hawk’s Underground 2. Para él nada fue igual, entró en depresión y hasta sentó una demanda judicial a sus amigos.
“Hay una afán increíble por verse y mostrarse. Lo que empezó con los realities encuentra en Internet el marco perfecto. Igualmente ese despelote del subo lo que se me ocurre puede acabar en algo hueco”, despunta Torchia de Microshow. En Solo Cortos piensan parecido: “You Tube es un fenómeno complejo y muy interesante, porque mezcla distintos tipos de contenidos, pero que amenaza con ser mucho de nada. Se sube un video de alguien pidiendo consejos y otra persona le contesta, en video también, lo que piensa, y así varias veces. Tiene esa faceta de Gran Hermano diferido, donde podés mostrar desde tu novio (o ex) hasta tus mascotas y la playa donde estuviste de vacaciones. Ayer estaba en el primer puesto de una categoría una chica simulando cantar No Doubt en un pésimo video. You Tube tiene mucho de saciar la ansias de fama de las personas, y eso atenta contra tener un sitio donde sentarse a ver cosas de calidad. Pero bueno... muchos programas de la TV de aire son iguales... y se gasta muchísima plata en producirlos. Hay buenos materiales, pero logré verlos cuando alguien me manda una recomendación con el link. Buscándolo es muy difícil de encontrar y te ofuscás. Quizá con el tiempo esto se vaya mejorando, o termine siendo un sitio de videos familiares”, analiza D’Ortona con un dejo de desconfianza.
Entonces, si los viral videos se diseminan rápidamente por los ordenadores, ¿cuál será la primera vacuna que encuentra el mercado? Claro que sí, el “marketing viral”. De hecho, se comenta que Mentos y Coca-Cola quieren contratar a los mencionados Grobe y Woltz para futuros proyectos y anuncios publicitarios. Otro ejemplo: MTV de España desarrolló una irónica campaña en defensa de los valores tradicionales. El hit Amo a Laura, un simpático –aunque acartonado y prefabricado– video de estética y sonido europop, invita a los jóvenes a mantenerse célibes hasta el matrimonio.
Además de haber creado una web (www.nomiresmtv.com), alientan su posteo en los sites de VOD. En vez de salir a pelear contra molinos de viento, la apuesta de muchas empresas pasa por subirse a la movida, llevando el agua a su corral. Como describe Deif de www.sharear.com (un site que recopila los videos que andan dando vueltas en la red, pero desde una óptica argenta): “Tarde o temprano, todo lo que se emita en TV estará en tiempo real al alcance de todos en Internet. Las productoras lo saben y tratar de frenarlo es imposible, es como ponerle puertas al campo. Lo mejor esadaptarse al nuevo modelo de negocio, y tratar de sacarle el mayor provecho posible”.
Más sui generis parece ser el camino de los Video Blogs. Hay algunos que mantienen ese espíritu reposado y fraternal (se recomienda visitar el proyecto www.dialogica.com/vlog) de los blogs escritos. Rocketboom, por su parte (www.rocketboom.com), es un verdadero megaemprendimiento. Este noticiero, dedicado a la difusión de animaciones y reportes de tecnología, se transformó en menos de dos años en un inusitado boom. Su particularidad radica en el crossover, el vlog más visitado de Estados Unidos incluye perspicaces tratamientos de problemáticas políticas y sociales. Su cara más visible, la periodista Amanda Congdon, renunció hace algunos días, según malas lenguas, para perseguir el estrellato en la TV tradicional.
Celebrities musicales como Shirley Manson de Garbage cuentan con intentos similares en su site (www.garbage.com). Otras, como la siempre avanzada Peaches, prefieren ir por lo seguro y cuentan con su propio My Space (www.myspace.com/peaches) desde donde se puede acceder a videos y canciones exclusivas. Como la promoción es gratuita y alienta la sensación de inmediatez y proximidad (y sin tocar el bolsillo de rockeros de primera línea), nadie hasta el momento se ha rasgado las vestiduras. Al fin y al cabo, no se trata de alguna ley de evolución natural del entretenimiento sino de adecuar los instrumentos propios de Internet, interactividad básicamente, a un usuario conocedor del paño.
Y si hablamos de entertainment a gran escala, Mania TV! (maniatv.com) es uno de esos sites que sirven todo en bandeja. Como una versión remozada de las cadenas musicales (hasta el ex de Drew Barrymore y ex conductor de MTV, Tom Green, tiene su show), su programación fast-food es variada, efectiva y conocida. El punto más atractivo: cuentan con VJs y los visitantes pueden interactuar. Por eso, el acento –más que el contenido– está puesto en la forma de moldearlo. Como si la tele fuera plastilina, el internauta puede –en tiempo real, vía webcam o chatroom– ser parte del programa en vivo. “Quienes nos ven, participan en la creación y el desarrollo de los programas. Creemos que la gente quiere calidad tanto como una programación variada. Y Mania TV! le ofrece a la audiencia más de lo que la televisión convencional puede darle. Quedó evidenciado que Internet llega a otros espacios. Hoy día estamos frente a una audiencia global y esto sólo puede soportarlo la web”, señala al NO Stefan Goldby, encargado de la programación musical y adquisición de contenidos de la emisora.
A la invención de Andrew Massey debe reconocérsele la honestidad de no mostrarse anticomercial, pretensión de muchos bajo la bandera de Napster. Y si hay algo que explota el site es, justamente, consumismo. Por ejemplo: los conductores visten Levi’s, uno de los sponsors principales de esa web. Pero poco les importa a los usuarios de Mania TV! (que supera ampliamente la barrera del millón de visitas diarias) esta veta publicitaria, y acepta sin chistar los dos minutos de infocomerciales por hora. Más allá de lo lucrativo del proyecto, no todas son buenas para Mania TV! Ahora ha surgido un duro competidor: Music Plus TV (www.musicplustv.com). Del mismo tono y calibre que la primera, pero apuntada a quienes gusten de música alternativa... pantallas de un mundo nuevo. Aunque cabría poner esta afirmación en pregunta.
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