”Hola viteh... Vos sos ahora como el entrevistador, ¿no? (silencio de cinco segundos). ¿Sabés que estamos saliendo por eso llamado televisión? Tá bueno viteh, porque nos va a ver mucha gente. En especial las viejas, y a mí me gusta levantarme a las viejas.” Quien habla del otro lado del teléfono es “El viejo del bastón”, uno de los personajes más entrañables y desquiciados de la serie animada Alejo y Valentina, que pasó de estar colgada en la web para más de 25 mil internautas diarios a tener su espacio en la grilla de la señal ¿musical? MTV. Quien habla, en realidad, es Alejandro Szykula, apodado El Loco, el realizador de los dibujos, la animación y las voces de esta rareza humorística, efectista, austera y auténtica, en donde dos —¿novios?, ¿hermanos?— sólo piensan en tener sexo, un duende verde llamado Carlitox repite “jojo” seguido, y demás galería de personajes hacen del sinsentido una apuesta adictiva. El NO charló con Alejandro y con el productor ejecutivo (¡cómo hemos crecido!) Pablo Zimmerman, quienes no dejan de mostrarse atónitos por la repercusión de que algo que se inició como un simple chiste para una ex novia haya desembarcado en un tanque como la MTV.

—¿Por qué piensan que pega tanto la serie entre adolescentes y chicos?

Alejo: —Supongo que será por su cosa local, un matiz argentino y bien reconocible. Y pese a eso, en el site tenemos visitas de España, Chile, México y Estados Unidos. Las frases y los tics de los personajes también ayudan. Como las del viejo, que ya se transformó en el preferido de muchos. Una especie de gurú o sabio. Y las situaciones son bien cotidianas, van a lo directo. Se van a comer un pancho o se quedan viendo televisión.

—¿O sea que algo de realidad hay?

Alejo: —Eso intentamos, aunque después las historias surjan para cualquier otro lado.

Pablo: —La verdad es que no hay un método único de realización. A veces las historias nacen de un guión previo y otras, de la más pura espontaneidad.

Alejo: —Es como que los personajes me poseen ni bien los voy haciendo. De hecho, la frase: “Yo la quiero con mayonesa, sin ketchup y con mostaza”, salió así. Estaba grabando un capítulo, me paré arriba de un sillón, brotó, la tiré y pegó.

—¿Cuánto tuvieron que adaptar Alejo y Valentina para que salga por MTV?

Alejo: —El cambio más importante fue el tiempo. Pasaron a ser bloques de media hora. Son 13 episodios nuevos. Y salvo algunas recomendaciones de guión, bastante aceptables por cierto, la libertad fue total.

Pablo: —Algo sorprendente fue el efecto luego del estreno. Nuestro site (www.locoarts.com) se vino abajo por la cantidad de entradas que tuvo.

—¿Y cómo definirían a LoCoArts?

Alejo: —Nace de mi fascinación por Lucas Arts, la compañía de George Lucas, pero hecho con algo menos de guita. Es nuestro lugar, en donde colgamos cosas que nos gustan.

Seguramente esa cosa artesanal, íntima y natural sea lo que más sorprende de la propuesta. Desde cuando el boca en boca iba generando el fenómeno (de hecho, así llegó hasta los oídos de los gerentes de la cadena televisiva), su espíritu de ready made visual es inquebrantable. La realización, hecha con un escueto programa flash, lleva el despojo y los tiempos muertos hasta su máxima expresión. Otras de las variantes del combo parten de la premisa de hacer reír con cosas simples. De un pájaro surge una flecha que dice “pájaro”; hay otros gags tontis prueba de una ingenuidad rampante, y la necesaria cuota de retro pop ochentoso. Todos lo elementos unidos parecen generar una adhesión enfervorizada por sus fanáticos que llegan a colgar sus propias versiones de los capítulos en You Tube. “No tenía idea de eso”, afirma Alejo. “Supongo que nacerá de la libertad que emana la serie. La gente se engancha con cosas de las que yo no tengo idea. Hace algún tiempo me mandaron fotos de pibes que durante unas fiesta del estudiante en Jujuy se disfrazaban del viejo. Veo eso y no lo puedo creer.”