Hay un punto exacto
› Por Cristian Vitale
En tiempo real. Concepto básico para entender a Sonotipo. Ciro Cavalotti, líder del proyecto, explica: “Si bien no es una idea nuestra, creo que nadie lo hace aquí. Tenemos una persona en vivo que mezcla cosa por cosa tanto en playback como en vivo. Y, además, procesa en tiempo real. Somos marginales porque esta técnica jamás se aplica en la música electrónica, ya que siempre se tiende a simplificar más que a complicar. Hasta hoy, se lo vi solo a Björk en el Opera con un octeto de cuerdas. Y, hace mucho tiempo, a Brian Eno”.
Sonotipo editó en el 2000 Paseo, su primer trabajo, un disco clásico de pop rock electrónico que los dejó bien parados ante la crítica y les proporcionó una respetable cantidad de seguidores. Ahora fueron por más con Microcentro, obra cuyo clima desolador y melancólico da cuenta de una realidad asfixiante. En ese contexto, parecen utilizar la música para escapar de algo que no está bien. Sucede así en todo el trabajo, excepto quizás en “Simple y Amarillo”, la canción más pop del disco: “Las composiciones fluyen de un impulso –cuenta Ciro–, las escupo y después depuro si es necesario. Pero nunca es necesario. Lo que quiero transmitir va directo del corazón a la boca sin filtros reflexivos. ¿Por qué Microcentro?, porque es un lugar rarísimo para vivir. La semana es una locura y los fines de semana son inhóspitos. Ni siquiera podés salir de compras”.
Hay dos detalles que no pueden pasarse por alto. Por una parte, Ciro siente contradicciones si abusa de las máquinas: “busco el punto exacto, porque lo mío es rock”. Y, cuando enumera influencias, el músico nacido en Trelew admite disidencias con sus contemporáneos de estilo. “No niego que hay mucho de Virus o Daniel Melero en mi arte, pero me representan más Charly García y Litto Nebbia que Trineo o Audioperú. Puede sonar desacorde con lo que hacemos, pero lo siento así.”