... bueh, no fue un 29 de marzo sino un 25 de marzo; pero de 2001 y —-ahora sí, por fin, la precisión— a las 5 de la mañana: Ricardo Mollo caía de casualidad a Circo Beat, donde Charly García trabajaba en Si (Detrás de las paredes), aquel álbum mitad de estudio, mitad en vivo, que registró el regreso de Sui Generis del año anterior. García invitó a Mollo a tocar guitarras en el clásico Necesito, en lo que pintaba para cumbre inolvidable y cruce histórico de dos grandes corrientes del rock argentino. Pero no fue tan así. El resultado final, luego de infinitas sesiones de grabación, sobregrabación, mezcla y sobremezcla marca Say No More, es que, en el disco, la viola del frontman de Divididos casi ni se escucha, imperceptible entre capas de sonidos. Igual, seguro que todo bien.