EL FENOMENO DEL REGGAETON
Surgido de los estratos más deprimidos de la sociedad puertorriqueña, el reggaetón se expandió por América latina convirtiéndose en una especie de banda de sonido caribeña. Uno sus exponentes, Vico C, toca el sábado en el Estadio de Morón. ¿Quién consume reggaetón en la Argentina?
› Por Yumber Vera Rojas
Es todavía increíble que ese paraíso de dulzura que significa Puerto Rico, ese terruño insular de apenas cuatro millones de habitantes, siga enarbolando con soltura y disciplina el pabellón de la identidad y la vanguardia cultural caribeñas. Así como la salsa se posicionó en la isla en los ‘70 y se sobrepuso a los prejuicios de la clase media, lo mismo pasó recientemente con el reggaetón. Objeto de análisis de antropólogos y sociólogos, su propuesta, enraizada en los estratos más deprimidos de la sociedad puertorriqueña, tiene en Vico C a su exponente fundamental. El legendario rapero boricua, quien tocará este sábado en el Estadio de Morón, es el primer artista de reggaetón en visitar el país. Vico afirma: “Este es un buen momento para mí en el género, porque puedo hacer algo que me gusta y me diferencia, y eso es la innovación. Es un tiempo donde la fusión tiene valor para el oído. Acepto los respetos que me den como pionero, pero más crédito tiene lo que se me da hoy día. Lo que hice está grabado, lo que me queda de eso es cantar los temas y cobrar las regalías”.
Entre 1992 y 1993, tras la instauración del rap en español —del cual fueron precursores Vico C y Rubén DJ en los ‘80—, a Puerto Rico llegaron el reggae y el dancehall. Esto permitió la invasión del reggae panameño a la isla Borinquen y la difusión de himnos como Pantalón caliente de Pocho Pan, Dembow de Nando Boom y Muévelo de El General. Paralelamente, entre 1991 y 1994, la discoteca boricua The Noise absorbió toda esa revolución sonora. Este local es para el reggaetón lo mismo que representó The Hacienda para Manchester y el posterior pop inglés. The Noise (ubicada en el Viejo San Juan) se distinguía por pasar hip hop y reggae, y en ella se concentró el futuro semillero del reggaetón (ahí dieron sus primeros pasos DJ Playero, DJ Eric y DJ Negro). Durante las noches, los raperos que crecieron escuchando a Vico C subían al escenario para practicar sus cualidades en el freestyle sobre pistas de temas jamaiquinos como Fever Pitch. En 1994, The Noise, convertido en un colectivo de raperos, productores y DJs, lanzó las dos primeras producciones que mixturan reggae y rap en español (se rimaba como en el rap y la mayoría de los arreglos musicales eran beats de reggae sustentados en instrumentales de rap): The Noise y Playero.
Tras este revuelo, la primera camada de artistas del reggaetón la constituyeron Baby Rasta y Gringo, Guanábanas, Maicol y Manuel y Don Chezina, aupados por DJ Playero, DJ Eric y DJ Negro. Sus canciones eran una polaroid de los barrios y las calles boricuas. En esa época, como consecuencia de la carga explícita de sus letras, el Senado puertorriqueño pretendió controlar el contenido de sus videos y el mensaje de sus canciones. A pesar de que no prosperó tal intención, la elite moderada de la isla lo condenó al subsuelo. Fundador asimismo del merengue hip hop —punto de partida del merengue house—, Vico C evoca los primeros días del reggaetón: “Debido a su contenido negativo, antes llamábamos underground al reggaetón pues la gente pensó que debía quedarse allí. El reggaetón se viene haciendo desde hace más diez años y es un extracto de la esencia del hip hop. Por otra parte, entiendo que el nombre surgió a partir de las canciones de Don Chezina. El jugaba con las palabras y decía: ‘Reguetón, reguetán’, porque al género en ese entonces todavía se le llamaba reggae, aunque en realidad era dancehall. Y de a poco la misma gente comenzó a llamarlo reggaetón y allí se quedó”.
El suceso de The Noise, que estimuló la creación de otros grupos como los panameños Cuentos de la Cripta y La Factoría, sirvió de escuela para quienes son hoy los mayores exponentes del género, como la “Reina del Reggaetón”, Ivy Queen, y el “Cangri”, Daddy Yankee. Precisamente, Yankee, quien en junio pondrá a la venta su nueva producción, El Cartel - The Big Boss, conforma la Santísima Trinidad del reggaetón al lado de Vico C y Tego Calderón (conocido como El Abayarde). Sobre el revuelo mundial que causó el himno Gasolina y el posicionamiento de su intérprete, Vico C suelta: “Cuando comenzó Daddy Yankee, a mitad de los ‘90, fue el primer individuo con el que me interesó grabar algo. Hoy sigo dándole crédito a su talento, y en popularidad no creo que nadie le haya alcanzado. Pero realmente su estilo no es el que más me gusta. Como contraparte, siento que la lírica de Tego Calderón tiene más para decir que para vender discos”. Justamente, Calderón forma parte de la segunda generación de protagonistas del reggaetón —la de la consagración— junto a Héctor y Tito, Lito y Polaco, Don Omar, Divino, Luny Tunes, Zion & Lenox, Jomar, Magnate y Valentino, Jhosy y Baby Q, Cheka, Pitbull, Julio Volta, Glory y Nicky Jam. Concebida entre 2000 y 2004, ellos supieron encerrar la fragancia que se cocinaba en los ‘90, y le dieron un matiz personal y local al reggaetón, incluyendo en este sonido dosis de salsa, son, bachata, merengue, bomba, plena, balada y dance neoyorquino.
De discurso frontal, Vico C participó de una reciente polémica con Don Omar cuando éste fue elegido en una encuesta como el “Rey del Reggaetón”. El rapero puertorriqueño explica: “Simplemente contesté la pregunta, soy una persona sincera. No tengo intenciones de lastimar a nadie, pero en este negocio uno no puede tomar las cosas como personales. Me parece que lo que hizo Tego fue una verdadera revolución del género, por eso creo que él debía ser el ‘Rey del Reggaetón’. Don Omar hizo algo chévere, algo que me gustó al principio. Aunque siento que no está tan desarrollado como Tego, pues estuvo más ligado a lo que ya se venía haciendo”. Acerca de la nueva camada del reggaetón, encabezada por figuras como Calle 13 y Wisin & Yandel, y que si bien tiene su base de operaciones en Puerto Rico ya se expandió por todo el continente —incluso en el mercado angloestadounidense—, Vico C, quien acaba de ser tributado por el hip hop boricua a través del disco Homenaje al Filósofo, rescata el concepto de Calle 13: “Ellos van a grabar en mi nuevo disco. Si Tego marcó un antes y un después en la lírica del reggaetón, Calle 13 lo hizo musicalmente”.
A pesar de su condición de artista cristiano, elude cualquier adjetivo que lo encasille. “No catalogo lo mío como cristiano, sólo digo lo que siento. Tengo canciones románticas, algunas jocosas y otras más agresivas. No tengo una línea como tal, simplemente exploto.” Su discografía, que parte en 1989 con el álbum La recta final, tiene en el tema En honor a la verdad, de 2004, su producción más vendida. No obstante, fue el disco Aquel que había muerto, de 1997, el que lo catapultó a las lides de la música popular contemporánea latinoamericana. El cantautor nacido como Armando Lozada Cruz, que viene a la Argentina con un nuevo disco bajo el brazo, el en vivo El encuentro (2006), alude: “Ese fue un punto de partida en mi vida y en mi carrera porque marcó un come back mío luego de haber vivido cosas muy duras con las drogas. Ahora mismo estoy mucho más claro que antes, pero hubo un tiempo donde estaba más fuerte, con menos madurez y más integridad. Hoy día soy más maduro, y eso me ayudó, así como la abstinencia, a ser más íntegro. Desde entonces no perdí la visión de lo importante que es la integridad por sobre la filosofía, porque, pese a que me dicen filósofo, la integridad es todavía más grande que la filosofía”.
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