Si bien el manga es un término genérico para referirse al “comic japonés” (complejas historias combinadas con sistemáticos trazos y héroes de quimérica perfección y fortaleza), son sus heroínas las que dominan los lápices y las mentes del presente. Acompañadas por el éxito global de Kill Bill, las series animadas con “femmes fatales” están teniendo mucha mayor repercusión que cualquier otro de los varios subgéneros del manga. Con algo de ingenuidad (y sometimiento dicen sus críticos), caras angelicales y polleras mínimas (más bien sexismo aportan del otro lado) y vigor interior (hiperviolencia se apuran en aclarar sus censores), las semidiosas de apuro (es casi una obligación, como una anunciación, que un suceso externo las convierta en guerreras) cuadran perfecto dentro de dos series recién estrenadas por la señal de TV por cable Animax.

Blood + es, sin dudas, uno de los animé más populares de los últimos tiempos. Cuenta la historia de Saya Otonashi, una estudiante de cabello corto y color azabache, cortísimo jumper y mirada circunspecta, quien vive en Okinawa junto a su padre y hermanos adoptivos. ¿El enigma de la trama? Por una razón a revelarse más bien pronto, sólo recuerda su vida en el último año. Tras el asesinato de uno de sus profesores, un monstruo querrá asesinarla, pero un “misterioso hombre” con un chelo acudirá a su ayuda. Espada de por medio, Saya regala borbotones de hemoglobina como una samurai del infierno. A partir de ahí aparecen organizaciones secretas, una hermana gemela que inició el Apocalipsis, y la sangre de Sasha: la última esperanza de la raza humana. El plato, bien jugoso, viene con imágenes análogas al clip Evolution de Pearl Jam y ecos de Evanescence junto a J.S. Bach. Un futuro cercano bastante rojo, en el que no quedan resquicios donde esconderse y ser feliz, salvo que ésta se halle, masacrando a quien se interponga.

The Twelve Kingdoms, a diferencia de Blood +, es ilusión en tiempos remotos y figuras fantásticas. Yoko Nakajima es, sí, una bonita estudiante que tiene cierta aversión a enfrentarse a los problemas y resalta por su poca autoestima. Un “extraño hombre” la llevará a vagar por la tierra de los 12 reinos. En su recorrido, Yoko mutará su personalidad a sablazo limpio hasta coronarse reina. Basada en una novela y mitología chinas, el mundo de The Twelve Kingdoms habita en antiguas eras orientales, fomentando el culto a través de feudos, términos y personajes encerrados en ese macro-hábitat imposible y onírico.

* Ambas series puede verse por Animax. Blood +, de lunes a viernes, a las 21. The Twelve Kingdoms, de lunes a viernes, a las 22.