PERSONAL FEST > DANDY WARHOLS, EL INDIE
› Por Roque Casciero
Aunque nunca fueron masivos, los Dandy Warhols tampoco se recostaron en la comodidad del mundillo indie: desde su formación en Portland, Oregon, el cuarteto se caracterizó por un sonido amplio hasta límites bizarros, al punto de que pueden chorearle un riff a los Rolling Stones, titular Lou Weed a una de sus canciones a modo de reconocimiento, enamorarse de los coritos a la Brian Wilson, jugar a la simpleza más pop de los Pixies, pelar la mandolina y ponerse country, o perderse en ambientes de ruido espacial dignos de My Bloody Valentine. “No somos como la mayoría de las bandas”, acuerda Peter Holmström, guitarrista del cuarteto. “Nuestro problema, por así decirlo, es que siempre queremos hacer demasiado y no nos enfocamos en una cosa. Eso es porque escuchamos una gran variedad de música y entonces podemos abordar cada canción desde muchas direcciones. Y nada de lo que hacemos tiene un estilo ciento por ciento definido sino que suena más a nosotros haciendo tal cosa. Tal vez todo eso provoca que no nos conozcan tanto.”
–Sí. Por supuesto, uno siempre quiere hacer más, es parte de la naturaleza. De todos modos, estoy encantado con el lugar al que llegamos. Siempre estoy feliz. Mientras progresemos en alguna dirección artística, está todo bien. Si llegamos a quedarnos en un mismo lugar, ahí me voy a enloquecer.
–Algunos días (se ríe). Económica-mente, por supuesto que me gustaría, pero hay otras cosas que trae la masividad que no están tan buenas. A lo sumo tengo que lidiar con un fan que viene a pedirme un autógrafo; está perfecto.
Holmström recuerda que fue idea del cantante y guitarrista Courtney Taylor-Taylor ponerle a la banda ese nombre que juega con el de Andy Warhol, artista plástico pop, cineasta y mentor de The Velvet Underground. “Lo tomó de algo que yo decía todo el tiempo. En ese momento yo contestaba ‘dandy’ a casi cualquier pregunta que me hacían (risas). ‘¿Cómo te sentís hoy?’ ‘Oh, dandy.’ Habíamos pensado otros nombres que involucraban a Warhol, así que sólo hubo que juntar ambas cosas.” Los primeros siete años de existencia de los DW (y su relación con los Brian Jonestown Massacre) fueron documentados por Ondy Timoner en la película DiG!, que se vio en el Bafici, pero Holmström dice que se arrepienten de haber participado. La historia oficial dice que una vez que el cuarteto (que completan la tecladista Zia McCabe y el baterista Brent De Boer) logró publicar su debut Dandys Rule, Ok? en un sello independiente en 1995, no fue extraño que Capitol quisiera firmarlos.
El segundo trabajo, The Dandy Warhols Come Down, los hizo muy conocidos en Europa y fue la plataforma para el disco más exitoso, Thirteen Tales of Urban Bohemia. Después llegaron Welcome to the Monkey House, con un sonido más orientado hacia los teclados, y Odditorium, el último para el sello multinacional. “Ahora vamos a trabajar de manera independiente”, adelanta el violero. “Queremos tener más control sobre nuestra música. Si hacemos arreglos individuales, eso permite al sello de cada país tomar sus propias decisiones sobre cómo promocionar nuestro disco. Y en ese caso no hay nadie más a quien echarle la culpa que a ellos o a nosotros. No sé, nos parece mucho más adecuado. Claro que podemos estar completamente equivocados, vaya a saber.”
–Sí. Y nosotros estamos en el lugar justo para sacar ventaja de eso, porque no estamos atados a ningún sello al viejo estilo. La única gente a la que tenemos que convencer de hacer las cosas de un modo nuevo somos nosotros mismos, y eso es un desafío lo suficientemente grande porque hace mucho tiempo que estamos en esto y nos acostumbramos al modo en que funcionan las cosas. Pero al menos queremos cambiar.
–Casi. Deberíamos tenerlo listo a principios de enero, para que salga a fines de abril o en mayo. Puede que cambie cuando lo mezclemos, pero por el momento es un disco de rock and roll. Supongo que es un poco más como Thirteen Tales..., aunque hemos cambiado mucho desde ese momento. Son canciones más estructuradas que las del disco anterior.
–No sé si podemos hacerlo mejor que al principio porque somos casi iguales. Lo importante es que en ese momento logramos hacerlo y eso nos permitió seguir haciéndolo. Además, ahora ya conocemos las personalidades de los demás y eso hace que nos entendamos mejor. No nos tomamos todo de forma personal como hacíamos al principio, nos damos más espacio para hacer lo que necesitamos, porque eso nos hace felices a todos. Courtney y yo llevamos 14 años haciendo esto, Zia 13... No servimos para nada más, esto es lo único que podemos hacer.
–¡Eso sí que sería una locura!
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