Desde Villa Gesell

Lluvia en Gesell. Ingresar al hueco que ocupa la sucursal de The Roxy en Pueblo Límite –el complejo fiestero de la Villa– implica enchastrarse con una mezcla de arena, tierra y agua bastante molesta. La temporada empieza con el pie izquierdo: agua por sol, nubes negras y una luna intermitente. Adentro, igual, el lugar estalla. A las 2 AM, los primeros trabados del verano –musculosa al cuello, tostado a la cama solar, mineral en mano– pispean presas posibles: niñas rubias meneando en tarimas, promotoras de calzas comeglúteos u otros trabados. El VIP, ubicado arriba, en línea recta frente al escenario, es una reproducción ampliada de la escena: manda el glamour; hiperminifaldas, mucho gritito, tragos raros y algún directivo jornada completa. Gerente de marketing tal vez, o empresario en busca del número o, simplemente, cazamodelos de morlaco pesado. Supuestamente se trata de la inauguración del ciclo de rock que MTS Producciones propone para musicalizar la Villa durante enero, pero la banda que toca es Miranda! (el signo de exclamación, se sabe, viene con el nombre). Dos y media, Ale Sergi and Company suben al tablado. Tocan once temas –la guitarra de Lolo se destaca por unas lucecitas de arbolito de Navidad que le puso en los bordes– y se van. En poco más de una hora se escucha el insistente sonido de las programaciones y se ven 5 mil adolescentes –biológicos y no tanto– sumergidos en una catarata de hits. Al grano: el ciclo de rock –tal vez el más importante del verano– comienza este domingo con Cielo Razzo, prosigue viernes y sábado (18 y 19) con Las Pastillas del Abuelo, lunes 21 (Nonpalidece), martes 22 (Catupecu Machu), miércoles 23 (Guasones), viernes 25 y sábado 26 (La Vela Puerca), y concluye el domingo 27 con la banda que le pondrá el moño negro a un comienzo demasiado blanco: Almafuerte. Dimos cuenta.