Ni bien se enteró del guión de Upa, una película argentina, Tomi Lebrero comprendió por qué lo habían convocado para musicalizarla. Los chicos del cine independiente, la canción que escribió hace unos cinco años, había llamado la atención de los directores porque delineaba a la perfección ese mundillo de cine indie made in Bafici que ronda el Abasto una vez al año. El film, que se estrenó el año pasado, consiste en que un director, una productora y una actriz, juntan sus energías para hacer una película independiente, y en el afán de conseguirlo y pertenecer al snobismo porteño, filman en condiciones pobrísimas, se traicionan entre ellos, y pasan por situaciones impensadas para cualquier director de cine que se precie.

¿Por qué seremos tan dementes los chicos del cine independiente?, canta Lebrero en la canción que llamó la atención de Santiago Giralt, Camila Toker y Tamae Garateguy, los directores de la película argentina en cuestión. “No me gusta ponerme en lugar de juez a criticar, en todo caso si lo hago, también me estoy autoobservando. Y en esa instancia, si hay una crítica, es a cierto snobismo porteño, estamos siempre tan interesados por la tendencia que muchas veces se nos escapa lo auténtico”, dice Lebrero al NO desde el Cerro Uritorco, en plena meditación y en plan vacaciones zen.

Tomi Lebrero se acompaña del Puchero Misterioso, su grupo de músicos, quienes, a pesar de las características del mercado musical, logran vivir de la música. “Como dice Chiquita Legrand, el público se renueva, así que explicaré una vez más por qué se llama Puchero Misterioso. Hay un disco del Tata Cedrón en el cual entrevista a Raúl González Tuñón, en el que comentan de una antigua fonda de Buenos Aires con ese nombre, que reunía todo tipo de personajes: anarquistas, obreros, intelectuales”, cuenta Tomi a propósito de la historia que escuchó una y mil veces en su adolescencia, y le pegó tanto que al llegar el momento de bautizar la banda, sumado cierto eclecticismo que la caracterizaba, le pareció un nombre adecuado.

Si bien no es puramente rock lo que despunta Tomi, los comienzos nacieron naturalmente desde allí. Su hermana pasaba canciones infantiles a la guitarra y Tomi a los 8 ya quería ser rockero, “así que me subí a esa ilusión y empecé a rasguear las cuerdas hasta el día de hoy. Creo que he traicionado un poco ese sueño”, recuerda. Hoy Tomi reconoce entre sus influencias a Bach, Valeria, Verdi, Ligeti, también música de la India y a Cacho Castaña, especialmente su tema Si te agarro con otro te mato: dice que hay mucha claridad en esa letra. Entonces, ya alejado del rock, Tomi aprendió guitarra en el conservatorio de La Lucila y estudió música en la UCA. “Es decir, tengo bastante academia, cosa que me ha hecho más antiacadémico. Hubo también maestros que me marcaron como Ricardo Vilca, Rodolfo Mederos, Ricardo Lew, Pablo Martínez Zuviría. Y otras figuras que me guían desde un escenario y que siempre que puedo voy a ver, como Juan Falú, Hermeto Pascoal y Cabrera.”

Volviendo a Upa, una película argentina, cualquiera que la haya visto comprende enseguida la intención de los directores: reírse del propio snobismo del cine indie, mostrarlo desnudo en una película, sin llegar a ser una crítica feroz. El mismo Tomi Lebrero se considera tan clásico e “intelectualoso” que le avergüenza develar sus directores de cine preferidos, entre los que ubica a Fellini, Bresson, Bergman, Godard, Sokurov, Cassavetes, Herzog y Glauber Rocha. “No se olviden de nosotros, los porteños, los australes, los que amamos solamente lo arrogante. ¿Por qué seremos tan dementes los chicos del cine independiente?”, se pregunta Lebrero sobre el final de la canción en la que también escribe sobre él.