Si algo tiene de triste una golosina es lo efímero del placer que brinda: chupás, (a veces) masticás, tragás y adiós. Acaso para extender ese momento de hipnótico dulzor, la diseñadora rosarina Gabriela “Guiño” Rojas enterró un caramelo Sugus –en los quioscos ‘08, uno de los más vintage del rubro masticables– en un bloquecito de resina (como el mosquito de Jurassic Park) y lo travistió en llavero. “Es un guiño, los Sugus son un momento de la infancia, es un fetiche; ahora voy a hacerlo con chicles Bazooka”, le anticipa Guiño al NO. Cuesta 10 pesos y está disponible en www.guiniodetalles.com.ar. Después de todo, con la Semana de la Dulzura pasa lo mismo que con el Día de la Madre: es todos los días.

J.A.