X BAFICI > ANDREA PRODAN
Al “pequeño hermano” del líder de Sumo se lo verá en dos películas: Luca, de Rodrigo Espina, y Together, del danés Jannik Splidsboel. Y, además, toca hoy en el Teatro 25 de Mayo, recientemente reabierto en Villa Urquiza, lugar donde habrá programación musical durante todos estos días de cine.
› Por Federico Lisica
Se ha jugado hasta el hartazgo con esa parábola borgeana (y bastante sesgada) sobre los argentinos como italianos que hablan español, que creen ser franceses, pero quisieran ser ingleses. En el caso de Andrea Prodan habría que agregarle al puchero, y mezclar bien fuerte, una madre nacida en China de raíces escocesas (al igual que sus hermanas), y un padre (y un hermano) nacidos en Estambul. Pero este “romano pagano”, cantante y actor, encontró hace más de 20 años un lugar, del que se fue y volvió varias veces, hasta que decidió hacerlo propio. Fue gracias a su hermano: “Todo eso nace de Luca, y la razón está alrededor de ese planeta”, concede. Lo que no toma como una carga pesada, sino más bien como una faena propia, y que puede servir para demoler mitos inapropiados, y hacer la suya, su historia. Dos películas y un set de música en el marco del Bafici puede servir para ello.
–Para mí es bastante raro. Yo estaba acostumbrado a actuar, y esto de estar más al desnudo es una cosa nueva. Puedo decirte que Luca de Rodrigo Espina me sorprendió positivamente. Tenía esperanza y desesperación, pero sobre todo dudas, porque no sabía el enfoque que le iban a dar. Especialmente con Luca, el típico clisé del rock con la droga, alcohol y la muerte. Que tuvo que ver con su vida, especialmente en su última parte. Pero siempre se había hecho un trabajo muy superficial. Este fue un film que tiene muchos años de historia, en el que estoy en las entrevistas, un proceso bastante agotador por lo que demandó. Lo único que pedimos con mi familia fue visionarla. Y en la primera versión se veía mucho más Sumo, pero la definitiva es mejor. Más concentrada sobre Luca, tal vez porque Ricardo Mollo y Diego Arnedo al final decidieron participar. No sé. En lo que sí quise estar presente es con una pequeña obsesión mía... que los subtítulos sean exactos. Porque muchas veces se niega la verdad o se sutiliza la idea política, subversiva de la película. Y acá había mucha jerga cockney y romano. Estoy contento. Es muy argentina, pero tiene a su vez un aire internacional, cosmopolita.
–Sí, totalmente. Porque hay un clisé del rock & roll tendiente en la urbanización. Los primeros temas de Luca grabados por Timmy McKern en la sierra de Córdoba, y anteriores a la experiencia de Sumo tienen una energía que te transmite el lugar, que no te permite ponerte a jugar con lo urbano. Lo que más añoraba Luca, lo que más formó su personalidad y finalmente fue su gatillo en la cita con la muerte, era esa infancia perdida, el mundo campestre. Para él que lo mandaran a estudiar a Escocia dejar Tarquinia, le hizo muy mal. En él había una necesidad de encontrar ese paraíso y las sierras fueron ese “jardín primitivo”. Claro que estaba la necesidad de mamar de la ciudad, que es como una droga, y así se transformó en el chabón, con una porteña modernidad. Es bastante irónico. No me quiero hacerme el “Ludovico Squirru”, pero era como un Ying Yang, ambos convivían en Luca.
“Luca era una persona muy accesible, y habría que dejar que la peli se viera en un cine tradicional.” De cine, Andrea conoce y bastante. De hecho, en los días en los que Luca partía, Andrea era bastante más conocido que su hermano mayor en Europa, por su carrera de actor que lo llevó a trabajar con directores como Peter Greenaway, los hermanos Taviani, Liliana Cavani, y compartir sets con Ava Gardner y Susan Sarandon. Que lo abandonara para venirse a la Argentina fue lo que motivó Together del danés Jannik Splidsboel. “Es un punto de interrogación: me pone nervioso porque todavía no pude verla. Es una especie de mirada sobre mi familia que nace de la pregunta sobre por qué alguien deja Europa y una carrera de cine florida. Alguien, que se enamoró de Argentina, justamente por encontrar una energía que allá no se veía. De hecho Jannik conoció acá todo lo relacionado a Luca y se sorprendió: los Prodan hermanos sobrevivientes en Argentina. Es una exploración sobre mis afectos, pero se transformaron en los del director que decidió quedarse a vivir acá.”
El que no podrá verse es su propio documental, en realidad un mockumentary, aún sin terminar. Piero Stamij: A Bulgarian Nightmare cuenta la historia de un director de cine que es “muy culto pero zarpado, un maníaco total”. Nació como un juego de su propia experiencia, y ya lleva más de 38 horas filmadas (“que en algún momento tengo que destripar”) en las que aparecen celebridades como Susan Sarandon, Harvey Keitel, además de maquilladores por sets reales con historias en las que se cuelan ficciones. “Piero Stamij envejece conmigo es algo escalofriante.”
–La música para mí fue la llave para devolverme la felicidad. Hay actores que toman la actuación con mucha seriedad. Pocos directores y pocas películas se toman las cosas con más vida. Pensá que estás trabajando con la misma cara y el mismo cuerpo, y hay momentos en que me canso de mi propia cara. La música fue como algo libre en el aire. En realidad el canto fue lo primero que hice, desde cuando era el solista del coro de King’s College en Canterbury, un niño estrella, hasta grabé discos, ahora es mi comunión espiritual.
–Me pegó rebien. Es absurdo que alguien a los 46 empiece a hacer rock como en mi caso. Pero sé que quiero cantar o contar a través de un estilo propio. De alguna forma vampirizo mi propia banda para sentirme más joven. El mito dice que el rock pertenece a los 18, hasta a mi hermano lo veía grande cuando empezó con Sumo. Hoy ya no es tan así. Si bien el rock está lleno de gente grande, espero que salgan nuevas bandas. Además, estamos hablando de mi vida. En Roma Pagana somos dos tipos mayores y dos tipos chicos, uno empezó a tocar conmigo a los 14. Como dice Bob Dylan, “estaba más viejo antes, ahora más joven”.
–El teatro daba para una presentación de los Maltratan Hamsters, hubieran sido muy buenos, pero uno de ellos no podía. Y se dio esta oportunidad para tocar con Roma Pagana. Haremos algunas cosas mías y de Luca, un homenaje.
Así es el presente musical de Prodan, donde se conjugan el eclecticismo y la experimentación de la voz con los Maltratan Hamsters (una línea que comenzó con Viva voce su disco del ‘96) y una banda de rock de energía, como entiende a Roma Pagana. Y si bien Andrea se sorprende de su desapego por Italia, aún tiene palabras sobre la posible llegada al gobierno de “Il Cavalieri” Berlusconi. “El chabón te promete ‘no hay ideales, no hay utopías, sólo dinero, vota al rey y vas a tener el DVD nuevo.” La política italiana es como un viejo gagá, es un país muy chico y está muy industrializado, como ese gigante que es Europa con todas esas morales políticas: Inglaterra o Suecia, cuanto más grandes, más al borde del abismo están. Por eso vivo en Argentina. Cayó tantas veces y de tantas formas que cuando decidí venirme me preguntaba “¿estaré hecho mierda o voy a caer parado como un gato? ¿Soy el europeíto mimado o puedo vivir acá? Acá hay comunicación, hay calle. Si bien siempre en conflicto, la gente es generosa. Hoy todo lo vivido y lo ganado, lo cambio por esta humildad”.
Together podrá verse el 15 de abril, a las 23.45 en el Hoyts, y el 17 de abril, a las 22, en el Cosmos y el 19 de abril, a las 21.30, en Hoyts 8. Luca se verá el 12 de abril en el pasaje Carlos Gardel del Abasto de libre y gratuita. Además, Roma Pagana toca hoy a la noche junto a Flor Maleva en el Cine Teatro 25 de Mayo (Triunvirato 4436, Villa Urquiza). Otros días: Lobo, Hamacas al río, El mató un policía motorizado, Living cinema, Ensamble Süden y Christian Basso.
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